"Hay que humanizar el trato a los presos"

Javier Elzo (Beasain 1942) no decepcion¨® con su Alegato por la reconciliaci¨®n en Euskadi que ley¨® antes de recibir el Premio Eusko Ikaskuntza-Caja Laboral de Humanidades con el que ha sido galardonado esta semana. Al contrario, la ovaci¨®n de un p¨²blico entregado salud¨® sus reflexiones, que finalizaban reclamando di¨¢logo inteligente y "coraje intelectual" para buscar la verdad y admitir que ¨¦sta ser¨¢ incompleta si no se somete a la confrontaci¨®n con la que hayan encontrado quienes est¨¢n en posiciones distintas de las propias. Pero si Elzo quiso poner el acento en comprender el "punto de vista del otro", precis¨® tambi¨¦n que la "humanidad" es ingrediente imprescindible para facilitar la reconciliaci¨®n.

"Los viajes de visita a los presos son un factor importante de socializaci¨®n de ETA"

Pregunta. Se premia su contribuci¨®n a la cultura de la paz y la divulgaci¨®n de los valores.

Respuesta. Desde la ¨¦poca en la que cuando ETA mataba se dec¨ªa, "algo habr¨¢ hecho", al reconocimiento de las v¨ªctimas, hay un largo trecho recorrido. Somos pocos los que habl¨¢bamos de v¨ªctimas desde el comienzo; yo soy de los que no acept¨¦ el asesinato de Carrero Blanco. Pero ahora lo que planteo es que, al hablar de v¨ªctimas en Euskadi, no debemos limitarnos a mencionar s¨®lo a las de ETA.

P. Destac¨® en su discurso que en la b¨²squeda de la verdad es importante reconocer tambi¨¦n a las v¨ªctimas de los GAL y las de los malos tratos.

R. Yo digo que hay cuatro ¨¢mbitos de victimarios y v¨ªctimas. La prioridad y urgencia est¨¢ en acabar con ETA, pero tambi¨¦n est¨¢n las de los GAL, de las que ha habido un primer reconocimiento del Parlamento vasco en la figura de Santiago Brouard; las v¨ªctimas de los malos tratos, y las no reconocidas del franquismo, de las que muchas ni se sabe a¨²n d¨®nde est¨¢n enterradas.

P. El mundo radical vive hoy un debate generacional en el que los hijos defienden la violencia frente a sus mayores, que ya han constatado que no vale.

R. Hay dos estudios, el del Ararteko y el realizado para la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa, que son recientes y paralelos, y los dos han concluido que un 15% de los j¨®venes vascos no rechazan a ETA. El problema est¨¢, adem¨¢s, en los j¨®venes de Batasuna, de los que la mitad justifica completamente las acciones de ETA, el 25% dice que seg¨²n, y s¨®lo el 23% no las admite. Esto representa que la cantera est¨¢ asegurada y que el trabajo va a ser muy largo.

P. ?C¨®mo se alimenta esa situaci¨®n, y c¨®mo se le da la vuelta?

R. Lo maman en sus familias, que son el factor fundamental de transmisi¨®n. Pero intuyo que hay otro factor clave de socializaci¨®n de ETA, algo que el Gobierno deber¨ªa tener en cuenta, como son los viajes de visita a los presos de ETA y el c¨ªrculo de apoyo que se forma a trav¨¦s de ellos.

P. ?Puede dar alg¨²n ejemplo concreto de c¨®mo se produce eso?

R. Uno muy claro: una mujer que conoci¨® a su pareja como visitadora. Porque los presos siguen siendo hombres y ETA les proporciona visitadoras para sus relaciones sexuales. En esos vis a vis, una de ellas se cas¨®, tuvo un hijo que ahora tiene en torno a ocho a?os. Cada vez que visita a su padre le registran y vive unas condiciones que le parecen humillantes en cada vis a vis. Adem¨¢s, no se puede sustraer de ir en el autob¨²s de las Gestoras porque la presi¨®n de Batasuna es muy fuerte.

P. ?Qu¨¦ se puede hacer ante situaciones as¨ª, c¨®mo ayudar¨ªa a esas familias?

R. No hay duda de que el sitio normal de un terrorista es la c¨¢rcel. No estoy diciendo que haya un trato de favor en justicia, pero hay que fomentar el humanismo siempre que sea posible. No es bueno que haya excesivos castigos, sensaciones de revancha. Es necesario unir firmeza absoluta en los objetivos y guante de seda en los procedimientos. Hace falta acercar a los presos que se pueda.

P. En el debate interno, Otegi o Rafa D¨ªez intentan dar la vuelta a ese mundo, aunque tienen dif¨ªcil lograr que ETA desaparezca.

R. Efectivamente. Sin embargo, parece que hay mediadores internacionales que est¨¢n intentando, una y otra vez, acabar con ETA. Ya s¨¦ que decir esto no es pol¨ªticamente correcto, porque dicen que con ello se legitima a ETA, pero el problema consiste en saber c¨®mo acabar con ETA mientras exista una masa cr¨ªtica importante en n¨²mero y, sobre todo, en convencimiento interno y capacidad de politizaci¨®n, que legitima sus acciones y est¨¢ dispuesta a seguir.

P. ?Convencer a ETA de renunciar a la violencia es ut¨®pico hoy?

R. Para convencer a ETA de que no va a ning¨²n lado con la violencia se precisan mediadores internacionales. ETA va a necesitar lo que antes denomin¨¢bamos "pista de aterrizaje". ?Y cual puede ser esa f¨®rmula?: pues una podr¨ªa ser, por ejemplo, la idea de que estableceremos unas v¨ªas de di¨¢logo sin exclusiones y no podremos no tenerla en cuenta si sale una soluci¨®n distinta de la actual.