Ferrari hierve con Alonso
Todo en la f¨¢brica de Maranello gira ya en torno al piloto espa?ol, a quien se aferra la escuder¨ªa para cubrir la leyenda de Schumacher y la decepci¨®n de Raikkonen
Frente a la m¨ªtica f¨¢brica de Ferrari, en Maranello, hay una pizzer¨ªa que se ha hecho famosa porque se ha convertido en una especie de museo de piezas de la escuder¨ªa. Desde un colector hasta un cap¨®, pueden verse todo tipo de elementos de los que configuran uno de los b¨®lidos ganadores del equipo italiano. En Maranello el color rojo inunda cada rinc¨®n. Todo rezuma competici¨®n, f¨®rmula 1, Ferrari en definitiva. Fernando Alonso hizo su primera visita y dej¨® huella. Todav¨ªa no se ha subido al coche del pr¨®ximo a?o, pero todo el mundo est¨¢ convencido de que con el espa?ol Ferrari recuperar¨¢ el prestigio que alcanz¨® con el legendario Michael Schumacher: cinco t¨ªtulos consecutivos entre 2000 y 2004.
El alem¨¢n fue admirado, no amado; el asturiano "har¨¢ que le quieran"
Domenicali: "Binomio perfecto: ¨¦l quiere ser campe¨®n y nosotros debemos ganar"
"Para eso le hemos fichado", afirma Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, sobre Alonso; "Raikkonen apenas hablaba. Le costaba comunicarse con la gente y los ingenieros. Nosotros quer¨ªamos una persona carism¨¢tica, capaz de volver a crear el esp¨ªritu de equipo que tuvimos con Schumacher. Alonso lo lograr¨¢ porque es joven, tiene buena imagen, habla muy bien italiano, es afable con todos y es un gran piloto. Re¨²ne todas las condiciones para triunfar aqu¨ª. Y llega en el mejor momento tanto para ¨¦l como para el equipo".
Es imposible pasear por la f¨¢brica de Ferrari -en la que trabajan 3.000 empleados que producen 6.000 coches al a?o- sin que alguien pregunte por Alonso. Y lo mismo ocurre en la ciudad de Maranello, donde el cura de la iglesia seguir¨¢ haciendo sonar las campanas cada vez que un Ferrari gane una carrera del Mundial. "Alonso es el mejor. Como piloto, creo que est¨¢ a la altura de Schumacher", asegura un veterano empleado de la secci¨®n de motores.
Es dif¨ªcil suplantar al mito de Schumacher. El alem¨¢n lleg¨® a Ferrari en 1996, justo despu¨¦s de ganar con Benetton sus dos primeros t¨ªtulos, y lo hizo arrastrando con ¨¦l a un grupo de 20 personas que convirtieron la escuder¨ªa en un territorio dominado por los t¨¦cnicos extranjeros. Con el franc¨¦s Jean Todt y los brit¨¢nicos Ross Brawn, Rory Byrne y Michael Stepney al frente, la parte italiana del equipo qued¨® en minor¨ªa. Schumacher tard¨® cuatro a?os en conseguir su primer t¨ªtulo. En 1997 y 1998 Ferrari perdi¨® el campeonato en la ¨²ltima carrera. Su leyenda fue creciendo a medida que los t¨ªtulos comenzaron a llegar.
"Michael recibi¨® mucho de Ferrari y tambi¨¦n nos dio mucho", asegur¨® Montezemolo hace unos d¨ªas, en una comida de Navidad en el circuito de Fiorano; "por eso, si ahora nos deja
[su fichaje por Mercedes puede confirmarse en cualquier momento], no puede ser considerado un traidor. Es un amigo".
Su marcha tras 14 a?os, sin embargo, no sienta nada bien ni a los directivos de Ferrari ni a los miles de aficionados italianos, que han comenzado a verle ya como un enemigo. "En realidad, Schumacher nunca fue querido por los aficionados italianos", comenta Andrea Cremonesi, periodista de La Gazzetta dello Sport; "fue admirado, eso s¨ª, porque gan¨® cinco t¨ªtulos seguidos. Pero no despert¨® pasiones ni amor como Gilles Villeneuve u otros pilotos que hicieron mucho menos. Alonso, en cambio, lograr¨¢ que le quieran, que se apasionen con ¨¦l. Es latino, su car¨¢cter es cordial, sabe c¨®mo llegar a la gente. Ser¨¢ una gran estrella".
Alonso llega solo, sin ning¨²n mec¨¢nico ni ingeniero a su lado. Le acompa?ar¨¢n su representante, Luis Garc¨ªa Abad, y su fisioterapeuta y preparador f¨ªsico, Fabrizio Borra. No necesita nada m¨¢s. Conf¨ªa en el equipo actual. En sus primeras visitas a Ferrari, el asturiano confirm¨® todas las previsiones de Stefano Domenicali, el director del equipo, que hab¨ªa pedido hace ya tres a?os su fichaje a Montezemolo. "No pod¨ªa equivocarme con ¨¦l. S¨¦ c¨®mo es y conozco muy bien a mi gente", asegura Domenicali; "cuando nos visit¨®, habl¨® con los ingenieros, se reuni¨® con el equipo, salud¨® a los mec¨¢nicos. Y luego visit¨® la f¨¢brica y fue estrechando manos, saludando, firmando aut¨®grafos y haci¨¦ndose fotos con todo el mundo. Es encantador. Formamos un binomio perfecto: ¨¦l quiere volver a ser campe¨®n y nosotros necesitamos ganar de nuevo".
La llegada de Alonso a Maranello se precipit¨® durante el verano. Ten¨ªa previsto llegar en 2011, cuando Raikkonen y Felipe Massa hubieran agotado su actual contrato. Pero el accidente del brasile?o en Hungr¨ªa lo precipit¨® todo. "No sab¨ªamos si podr¨ªa volver a correr y la actitud de Raikkonen tampoco ayudaba", comenta Montezemolo; "desde Silverstone, el finland¨¦s fue otro piloto. Por eso decidimos adelantar la llegada de Alonso. Necesit¨¢bamos recuperar el esp¨ªritu de equipo que tuvimos con Schumacher. Quer¨ªamos un piloto implicado con la escuder¨ªa, que aportara una buena relaci¨®n y una buena comunicaci¨®n". Domenicali agrega: "Alonso siempre hab¨ªa querido venir a Ferrari. Y ¨¦se es un valor muy preciado entre nosotros".
Las primeras respuestas del nuevo coche en el t¨²nel de viento ofrecen resultados esperanzadores. "Seremos muy competitivos", afirma Domenicali. Nada que ver con el fracaso de 2008, cuando Raikkonen gan¨® s¨®lo una carrera y los monoplazas rojos no consiguieron estar a la altura de Brawn y Red Bull. "Ocurri¨® lo mismo que en 2005. Y en Ferrari cuando est¨¢s un a?o sin ganar es un esc¨¢ndalo", comenta Montezemolo; "ahora tenemos al mejor piloto del momento y sabremos darle el mejor coche".
Eso es lo que esperan la escuder¨ªa, Alonso y los miles de seguidores que componen la ola roja que no s¨®lo invade Maranello, sino todos los circuitos del mundo. En Ferrari todo gira ya en torno a Alonso.
El pique con Massa
Hay una duda latente en el horizonte del fichaje de Fernando Alonso por Ferrari. ?C¨®mo ser¨¢ la relaci¨®n entre el espa?ol y su compa?ero de equipo, el brasile?o Felipe Massa? "Lo hemos hablado m¨¢s de mil veces con Domenicali", responde Luca Cordero di Montezemolo al respecto; "¨¦l siempre me responde lo mismo: son inteligentes y saben que lo primero es siempre el equipo. Deben ser competitivos y est¨¢ bien que quieran ser mejor que su compa?ero, pero nunca deben olvidar que corren para Ferrari y que la escuder¨ªa est¨¢ por encima de todo".
Durante el pasado GP de Brasil, Massa afirm¨® ante periodistas de su pa¨ªs que Alonso sab¨ªa todo lo concerniente al accidente voluntario de Nelsinho Piquet en Singapur en 2008, que le permiti¨® ganar aquella carrera. "Era imposible que no lo supiera", sentenci¨®. En Ferrari sus declaraciones sentaron fatal. Le obligaron a hacer una rectificaci¨®n inmediatamente y le advirtieron de que aqu¨¦l no era el camino.
Alonso asegur¨® que espera mantener una buena relaci¨®n con ¨¦l porque puede aportarle muchas cosas "por su buen conocimiento del equipo". El asturiano no quiere tener problemas en Ferrari. Ya los tuvo, y muy serios, en su paso por McLaren en 2007, cuando su p¨¦sima relaci¨®n con Ron Dennis y Lewis Hamilton le oblig¨® a renunciar a los dos a?os que le quedaban de contrato y regresar a Renault. "Aquello no se repetir¨¢", afirma Domenicali; "muchos intentar¨¢n enfrentar a Alonso y Massa, pero nuestro equipo es tan fuerte que puede pasar de ciertos comentarios".
Sin embargo, la duda persiste. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si Massa se impone a Alonso en las primeras carreras? ?O si, como se espera, ocurre lo contrario? ?Sabr¨¢n uno y otro aceptar su papel? "Los dos van a tener las mismas condiciones", aseguran en el equipo. Eso no fue lo que ocurri¨® con Schumacher. Y Alonso llega a Ferrari en unas condiciones muy parecidas: como doble campe¨®n mundial (2005 y 2006) y con la vitola de ser uno de los mejores pilotos del momento. "Tener a Fernando de compa?ero es una motivaci¨®n. No me asusta; al contrario, me espolea. Adem¨¢s, con ¨¦l habr¨¢ m¨¢s di¨¢logo que con Raikkonen, que no hablaba", dice Massa.
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