Heroicidad y resistencia

El honor, lugar com¨²n de la gran literatura medieval, tiene hoy en d¨ªa la calidad in¨¦dita y sorprendente de algo olvidado o desaparecido. Las raras veces en las que se lo menciona, adquiere en un contexto contempor¨¢neo una connotaci¨®n ir¨®nica o sarc¨¢stica, contaminada por banales convenciones ret¨®ricas cuando no mafiosas. Desde los principios del siglo veinte hasta ahora, en el campo pol¨ªtico, eficacia y astucia han adquirido mucho mayor prestigio que la conducta ¨¦tica y valerosa; es por eso que nuestros h¨¦roes estatales son, en su mayor parte, rufianes y estafadores. En tal contexto, los precursores de Javier Cercas, para quien el honor es el tema central de su literatura, no son los c¨ªnicos novelistas de entreguerras ("describir el hero¨ªsmo no es tarea provechosa", declaraba Simone de Beauvoir en los a?os cincuenta) sino los irascibles fil¨®sofos e historiadores del siglo diecis¨¦is hacia atr¨¢s, de Tom¨¢s Moro a S¨¦neca. C¨®mo nos comportamos frente a un desaf¨ªo, qu¨¦ actitud elegimos, le importa m¨¢s a Cercas que por qu¨¦ lo hacemos.

Los hechos son incontrovertibles, pero, al mismo tiempo, se abren y ampl¨ªan con la ambig¨¹edad de un cuento de hadas

El honorable y heroico tema ha dado lugar a una de las obras capitales de la literatura en castellano de nuestra ¨¦poca

Como es harto sabido, el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 fue un momento decisivo en la historia espa?ola contempor¨¢nea, a partir del cual los espa?oles tomaron conciencia de una nueva responsabilidad pol¨ªtica posfranquista. Los golpistas que entraron en el Congreso de los Diputados y regaron de balas el hemiciclo pensaron que esta demostraci¨®n de fuerza los convertir¨ªa en h¨¦roes nacionales y les otorgar¨ªa las riendas del gobierno. Sin embargo, como Javier Cercas demuestra irrefutablemente en este libro singular, el hero¨ªsmo, el verdadero hero¨ªsmo, no lo manifestaron ni los golpistas y sus l¨ªderes ni los pol¨ªticos que resultaron victoriosos, sino tres hombres quienes, bajo la lluvia de balas, se rehusaron a tomar parte en la refriega. Adolfo Su¨¢rez, Guti¨¦rrez Mellado y Santiago Carrillo permanecieron en sus lugares mientras sus colegas se echaban al suelo bajo sus esca?os. Es en estos tres, inc¨®lumes ante la absurda violencia, que Cercas busca esa "conducta honorable" que requer¨ªa S¨¦neca y cuyo significado hemos perdido casi del todo, conducta que podr¨ªa resumirse en la r¨¦plica que dio un cierto doctor Henderson, a mediados del siglo dieciocho en Oxford, seg¨²n cuenta De Quincey y cita Borges. En medio de una discusi¨®n teol¨®gica o literaria, el imp¨¢vido doctor, al recibir en la cara un vaso de vino de su adversario, respondi¨®: "Esto, se?or, es una digresi¨®n; espero su argumento". Los tres h¨¦roes de Cercas se quedaron sentados en sus sillas, esperando el argumento que nunca lleg¨®.

La experiencia de la ficci¨®n basada en hechos reales (sus merecidamente c¨¦lebres Soldados de Salamina y La velocidad de la luz entre otras) le ha permitido a Cercas la narraci¨®n de hechos reales como si fueran ficci¨®n. El lector sabe que lo narrado ha ocurrido de veras, pero gracias a la habilidad literaria de Cercas, percibe la verdad como fruto de la perspicacia de la imaginaci¨®n, no s¨®lo como la contadur¨ªa de la historia. "Lo entend¨ª. Creo que esta vez lo entend¨ª", escribe Cercas en la ¨²ltima p¨¢gina de su libro. El lector lo sabe: los hechos son incontrovertibles, basados en documentos verificables, pero, al mismo tiempo, se abren y se ampl¨ªan con la generosa ambig¨¹edad de un cuento de hadas que se reh¨²sa a convertir lo sucedido dentro del ¨¢mbito humano en un f¨¢cil y estricto catequismo. Las cosas son como ocurrieron, s¨ª, pero tambi¨¦n como pudieron ocurrir, como sus protagonistas creyeron que ocurr¨ªan entonces, como los lectores futuros juzgar¨¢n que hubiesen podido ocurrir en el pasado reciente. La conducta de los hombres y de las mujeres que tomaron parte en los acontecimientos goza (o sufre) de esta pluralidad; y sin embargo, al mismo tiempo, seg¨²n Cercas, todas las versiones de un acto responden, voluntariamente, a una determinada ¨¦tica. Llegado el momento decisivo, las diferentes opciones se concentran en una sola, determinada y determinante, cuyas lecturas pueden ser diversas pero cuya esencia es ¨²nica. En cualquier situaci¨®n, algunos personajes se comportan como cobardes, otros como h¨¦roes. Es por eso que en la Comedia de Dante castigos y recompensas no son creados por un dios rencoroso o magn¨¢nimo sino por nuestras propias acciones. La literatura de Cercas es, en ¨²ltima instancia, una defensa del libre arbitrio.

Un tema magn¨ªfico no presupone una ejecuci¨®n ejemplar. En el caso de Anatom¨ªa de un instante, el honorable y heroico tema ha dado lugar, sencillamente, a una de las obras capitales de la literatura en lengua castellana de nuestra ¨¦poca. Anatom¨ªa de un instante es ejemplar, en todos los sentidos de la palabra. En este libro, Cercas ha logrado, con un estilo tranquilo, fluido, preciso, iluminar un momento esencial y discreto de Espa?a, guiando al lector a trav¨¦s de sus innumerables complejidades y digresiones. Creemos leer una cr¨®nica pol¨ªtica cuya an¨¦cdota nos conmueve por su fuerza dram¨¢tica; en realidad, como en las grandes tragedias griegas, nos convertimos en testigos de un magn¨ªfico acto de resistencia a la repetida infamia de la Historia.