El Alcorc¨®n se baja de la carroza

Primera llegada y gol. As¨ª de duro fue el despertar del Alcorc¨®n en Copa. En el sorteo rezaron para que les tocara el Bar?a, pues le toc¨® el Racing. Un Racing que tard¨® 30 minutos en acercarse a la porter¨ªa del conjunto amarillo pero al que le bast¨® con eso, una jugada a bal¨®n parado, para adelantarse en el marcador y frenar el empuje de los locales. No tuvieron suerte Borja, ni Sanz, un gigant¨®n de dos metros, tampoco Sergio Mora. Entre los tres, y con los pases de Ernesto y Carmelo, arrinconaron a los c¨¢ntabros en su ¨¢rea pero no tuvieron la misma lucidez que contra el Real Madrid el 27 de octubre.

Y eso que, por si acaso, cuando el ¨¢rbitro lanz¨® la moneda, los locales pidieron atacar de izquierda a derecha, como hicieron contra los blancos. Pero el Racing no fue el Madrid. Y por si hac¨ªa falta dejarlo claro, puso las cosas en su sitio nada m¨¢s empezar la segunda parte, por mucho que los seguidores locales no pararan de cantar "El a?o que viene: Racing-Alcorc¨®n

[deseando el ascenso de su equipo y que el rival baje de categor¨ªa]". No hab¨ªan pasado ni 60 segundos cuando Geijo marc¨® el segundo tanto. Miguel ?ngel Portugal lo hab¨ªa advertido: "Ser¨ªamos tontos si no hubi¨¦semos aprendido la lecci¨®n". Se refer¨ªa, claro, a la lecci¨®n que los de Anquela dieron al Madrid de Pellegrini.

Han pasado dos meses y medio desde aquella victoria hist¨®rica (4-0) y en Santo Domingo siguen las costumbres de siempre, menos la del cuento de hadas. Un puesto donde tomar un caldito a 1,10 euros en una de las esquinas del estadio; otro donde tomar bocadillos a 3,50 y cervezas a 1,70 justo en la entrada; serpentinas de gente en los aleda?os del estadio buscando la puerta de acceso id¨®nea por la que entrar... hasta el orden de las canciones que puso el speaker a todo volumen durante el calentamiento (y no, en su banda sonora no figura Paquito el chocolatero).

En la min¨²scula sala de prensa contigua, aparecieron, mientras, dos estufas el¨¦ctricas. Detr¨¢s de tres ventanas enormes por las que se ve el palco y el campo, unos 60 periodistas esperaban impacientes, hace dos meses y medio, que Pellegrini y Valdano contestaran a un sinf¨ªn de preguntas. Anoche, hab¨ªa tan s¨®lo cuatro periodistas. El despliegue policial, eso s¨ª, se correspond¨ªa a las exigencias de un partido de Copa. Mientras, como dijo un polic¨ªa, "en un partido de Liga como mucho venimos seis", ayer hab¨ªa unos 80. El c¨¦sped del Santo Domingo tampoco fue el mismo en el que se encallaron Ra¨²l, Guti y compa?¨ªa. La lluvia de las ¨²ltimas semanas lo transform¨® en un patatal de barro.

Ah¨ª dentro parec¨ªan desplazarse a gusto los jugadores de Anquela. Pero Juanma, ex del Atl¨¦tico, el meta contra el que se estrellaron Van der Vaart y Van Nistelrooy aquel 27 de octubre, el meta que lo par¨® todo, se transform¨® anoche de repente en un ser terrenal y regal¨® dos de los tres tantos del Racing. Nagore tambi¨¦n sufri¨® la misma transformaci¨®n; se convirti¨® en un jugador opaco. La remontada, con estas premisas, se hace casi imposible. Incluso para el equipo de Segunda B que un d¨ªa de octubre humill¨® al Madrid de los 250 millones de euros gastados en fichajes.