Chac¨®n excluye elecciones en los cuarteles
La ley de Derechos y Deberes que impulsa Chac¨®n reconoce como interlocutores a las asociaciones pero descarta que los militares puedan elegir sus representantes
El Ministerio de Defensa reconocer¨¢ a las asociaciones profesionales de militares la condici¨®n de interlocutores para abordar los asuntos de personal, pero no admitir¨¢ la celebraci¨®n de elecciones en los cuarteles. En otras palabras: no se aplicar¨¢ a las Fuerzas Armadas el modelo previsto en la ley de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil de octubre de 2007, que desemboc¨® hace un a?o en la celebraci¨®n de las primeras elecciones democr¨¢ticas en el seno del instituto armado.
La ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, aprovech¨® ayer su discurso de la Pascua Militar, en presencia de los Reyes, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y una amplia representaci¨®n de los ej¨¦rcitos, para anunciar su prop¨®sito de impulsar la aprobaci¨®n de la Ley Org¨¢nica de Derechos y Deberes de los Miembros de las Fuerzas Armadas, una reforma pendiente desde hace siete a?os y aplazada por sucesivos gobiernos del PP y el PSOE.
Defensa rechaza aplicar en el Ej¨¦rcito el modelo de la Guardia Civil
"La condici¨®n de ciudadano no puede detenerse a las puertas de los cuarteles", proclam¨® Chac¨®n, tras advertir de que "el ejercicio de los derechos [de los] militares nunca puede poner en duda el papel central que ocupan la disciplina, la organizaci¨®n jer¨¢rquica y la unidad de los ej¨¦rcitos. Aceptar estas limitaciones es parte de la responsabilidad que nuestras Fuerzas Armadas han contra¨ªdo con los espa?oles".
Chac¨®n ofreci¨® muy pocos detalles sobre el contenido del borrador que su departamento ha elaborado con el m¨¢ximo sigilo. Se?al¨® que la ley incluir¨¢ "la regulaci¨®n del derecho de asociaci¨®n en el ¨¢mbito profesional, a fin de favorecer la participaci¨®n de los miembros de las Fuerzas Armadas en la mejora de su r¨¦gimen de personal". Anunci¨® tambi¨¦n "la constituci¨®n de un ¨²nico Consejo de Personal [en lugar de los cuatro existentes, uno por cada ej¨¦rcito y otro para los cuerpos comunes, cuyos miembros son elegidos por sorteo] que servir¨¢ de cauce para la participaci¨®n de los militares y de sus asociaciones profesionales".
Destac¨®, por ¨²ltimo, "la creaci¨®n del Observatorio de la Vida Militar, un ¨®rgano colegiado de car¨¢cter consultivo que permitir¨¢ analizar y evaluar el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades p¨²blicas de los militares, y que contribuir¨¢ a mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias".
La novedad de la ley no consiste en reconocer el derecho de los militares espa?oles a formar asociaciones profesionales, algo que ya les reconoci¨® el Tribunal Constitucional en una sentencia de octubre de 2001. El cambio estriba en que, por vez primera, se reconoce a dichas asociaciones como interlocutores, ya que hasta ahora el Ministerio de Defensa las ignoraba y no las consultaba al abordar reformas de tanto calado como la Ley de la Carrera Militar de 2007.
A partir de ahora, las asociaciones se sentar¨¢n en el Consejo de Personal, un ¨®rgano colegiado que emitir¨¢ informes no vinculantes sobre las normas que afecten a la pol¨ªtica de personal de las Fuerzas Armadas y podr¨¢ elevar propuestas y sugerencias. Defensa excluye, sin embargo, que los miembros de este consejo sean elegidos democr¨¢ticamente, por lo que tendr¨¢ que arbitrar un sistema que permita acreditar la representatividad de las distintas asociaciones.
No obstante, el punto m¨¢s conflictivo del borrador elaborado por Defensa, seg¨²n ha sabido EL PA?S, es su pretensi¨®n de que los militares que se sienten en el Consejo no est¨¦n en activo. Es decir, los militares en activo podr¨¢n pertenecer a asociaciones profesionales, pero no podr¨¢n actuar como representantes de las mismas. La causa de esta importante restricci¨®n es impedir la aparici¨®n de liberados sindicales en los cuarteles; es decir, de profesionales del asociacionismo militar, con horas pagadas para dedicarse a tal actividad o libertad de circulaci¨®n por dependencias militares. Tampoco se permitir¨¢ que las asociaciones celebren reuniones dentro de los cuarteles. En ambos casos el borrador se aleja de la regulaci¨®n vigente en la Guardia Civil, pese a que este cuerpo tiene naturaleza militar.
Chac¨®n subray¨® ayer que la aprobaci¨®n de la ley "debe ser fruto de un m¨¢s que amplio consenso en el Parlamento" y anunci¨® que renunciar¨¢ a presentarla si no obtiene dicho consenso. "En cuestiones militares, la ¨²nica aritm¨¦tica parlamentaria que vale es la de la suma. Y la ¨²nica pol¨ªtica posible es la del consenso y la unidad. No puede haber unas Fuerzas Armadas a la medida de cada Gobierno".
Fuentes de Defensa indicaron que se buscar¨¢ prioritariamente el acuerdo con el PP, al que en breve se invitar¨¢ a abrir conversaciones. La ministra cuenta ya con el visto bueno de la c¨²pula militar, a la que present¨® el borrador en diciembre.
El peligro de una sindicalizaci¨®n de las Fuerzas Armadas parece conjurado. El riesgo es que el nuevo ¨®rgano sea tan inoperante como los consejos de personal a los que vendr¨¢ a sustituir.
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