Pascua en un entorno econ¨®mico desafiante
Aunque la Pascua Militar se desarrolla con un ceremonial inalterable, que intenta transmitir la m¨¢s absoluta normalidad institucional y la ausencia de problemas, el entorno de esta ¨²ltima apunta a desaf¨ªos de alto calado tanto en el interior de nuestras fronteras como en el exterior. Si en el ¨¢mbito pol¨ªtico el debate sobre seguridad y defensa parece encauzado hacia posiciones de consenso razonable y en el puramente militar se ha demostrado la alta capacitaci¨®n de nuestros soldados, es en el terreno econ¨®mico donde con mayor nitidez se percibe la enorme dificultad para hacer "m¨¢s con menos", dada la profunda crisis que padecemos.
Esta perturbaci¨®n, que nos acompa?ar¨¢ en 2010, afectar¨¢ a todo lo que Espa?a pretenda hacer en la defensa de sus intereses de seguridad. No tanto por la escasez del presupuesto de partida ?la cantidad real se acerca m¨¢s a los 17.000 millones de euros, si se adoptan los criterios del SIPRI, que a los 9.155 aprobados para el Ministerio de Defensa, sus organismos aut¨®nomos y el CNI? sino porque, en s¨ª, representa una ca¨ªda neta (del 2,4% o del 6,2%, seg¨²n la cifra elegida) y hereda unas pesadas hipotecas (sobre todo en gastos de personal y corrientes) que frenan el cambio que demanda la seguridad y la defensa de hoy. Por eso cabe imaginar que el lema de 2010 ser¨¢, m¨¢s bien, "hacer lo que se pueda con lo que hay".
En el ¨¢mbito interno esto significa consolidar la buena marcha del reclutamiento de tropa y mariner¨ªa, que por fin se ha asentado en el nivel planificado de unos 86.000 efectivos. Igualmente, significa poner en marcha el nuevo modelo de formaci¨®n militar para los cuadros de mando, con la activaci¨®n de los centros universitarios adscritos a la Defensa, que les capacitar¨¢ para desempe?ar funciones cada vez m¨¢s complejas. M¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ hacer frente a los compromisos adquiridos en el desarrollo de los grandes programas de armamento ?Pizarro, Buque de Acci¨®n Mar¨ªtima, Eurofighter o Tigre?, sometidos a notables retrasos que no pueden ocultarse bajo el argumento oficial de replanteamientos de calendarios de entrega. En el terreno normativo, y asumiendo que la implementaci¨®n de la bienvenida ley de la carrera militar todav¨ªa provocar¨¢ alguna pesadilla pasajera a sus promotores, la clave del a?o est¨¢ en la aprobaci¨®n de la igualmente imprescindible ley de derechos y deberes de los militares, que no deber¨¢ esquivar el tema del asociacionismo militar, aunque manteniendo el principio del recorte de derechos para quienes son, en ¨²ltima instancia, el brazo armado del Estado.
En el exterior, las demandas no son menores. Afganist¨¢n es una exigencia m¨¢xima en la que el reto va mucho m¨¢s all¨¢ de elevar el volumen del contingente desplegado o de equipararlo con los modernos RG-31 Mk5E. Es muy aventurado suponer que la estrategia estadounidense, en la que nos integramos plenamente, vaya a rendir los frutos deseados. Por el contrario, es m¨¢s probable que la seguridad se deteriore a¨²n m¨¢s y eso, asumiendo que la retirada es hoy impensable, obliga a un esfuerzo a?adido de pedagog¨ªa pol¨ªtica para explicar a la opini¨®n p¨²blica qu¨¦ hacemos all¨ª. Lo mismo ocurre en L¨ªbano, donde Espa?a ostentar¨¢ el mando de la FINUL a partir de finales de este mes, en un escenario que apunta a un recrudecimiento de las tensiones entre actores internos y externos que dirimen all¨ª sus diferencias. La operaci¨®n Atalanta debe seguir siendo una prioridad para evitar la expansi¨®n de la pirater¨ªa en las costas somal¨ªes pero, sin un mayor nivel de implicaci¨®n internacional, resulta poco cre¨ªble que el entrenamiento de 2.000 soldados somal¨ªes en Uganda vaya a permitir un cambio de tendencia en ese fallido pa¨ªs.
Si elevamos la mirada por encima de la gesti¨®n diaria de estos asuntos, a¨²n entendiendo sus dificultades, Espa?a debe aprovechar esta crisis para reformular su modelo de seguridad y defensa. En el momento en el que asume la presidencia de la UE, cuenta con una ministra que ha demostrado fuerza suficiente para superar techos no s¨®lo personales sino tambi¨¦n institucionales ?como el de los 3.000 soldados desplegados en el exterior?, a lo que se a?ade la buena noticia de la designaci¨®n de Javier Solana como encargado de liderar el ejercicio multidimensional que debe llevar a la aprobaci¨®n (antes del 30 de noviembre) de la Estrategia Espa?ola de Seguridad. En un a?o en el que, adem¨¢s, se debe actualizar la Estrategia Europea de Seguridad y aprobar el nuevo Concepto Estrat¨¦gico de la OTAN, Espa?a tiene la oportunidad de ponerse al d¨ªa apostando por un modelo de seguridad y defensa que interiorice realmente la idea de que el desarrollo y la seguridad son dos caras de la misma moneda, con los derechos humanos como un pilar fundamental de su acci¨®n exterior y con sus medios militares entendidos como instrumento de disuasi¨®n y de ¨²ltimo recurso en el marco de un multilateralismo tan eficaz como imprescindible.
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH).
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