El ayer de Malpica pasa por Per¨²
Los emigrantes quieren recuperar el centro gallego de la ciudad de Chimbote
Luis Novo era un ni?o cuando en 1970 la tierra tembl¨® en Chimbote, la ciudad peruana a la que en los a?os 60 hab¨ªan emigrado sus padres desde Malpica. En el Casino Espa?ol, fundado por los gallegos de la Costa da Morte que se ganaban el pan en el pujante sector pesquero de Chimbote, los 7,8 grados de intensidad en la escala de Richter quedaron como "un recuerdo imborrable". Muchos vieron en el temblor -que mat¨® a m¨¢s de 30.000 personas -una se?al de que los a?os de bonanza hab¨ªan terminado. Poco antes, el general Velasco Alvarado hab¨ªa nacionalizado la pesca, el sector al que el pa¨ªs encomendaba su suerte, como ya hab¨ªa hecho con el guano en el siglo XIX.
Tambi¨¦n fue el principio del fin para el Casino Espa?ol: los que lo hab¨ªan fundado en 1965 se acabaron marchando y aquel centro gallego fue perdiendo poco a poco el esp¨ªritu de "sociedad de beneficiencia" reflejado en sus estatutos. Hoy es un restaurante acuciado por las deudas y con una denuncia por impago del Ministerio de Trabajo peruano. Por eso Luis Novo, que estaba en el Casino aquel domingo de mayo en que Chimbote tembl¨®, se ha empe?ado en devolverle al centro algo del esplendor perdido. Lo hace con la ayuda de otras descendientes de socios fundadores, Mari Carmen Pardo y Ana Gloria Chouci?o. Esta ¨²ltima trabaja en una publicaci¨®n sobre la historia de los gallegos en Per¨².
El centro tiene una denuncia por no pagar el sueldo a sus empleados
La mayor¨ªa de los marineros volvieron a Galicia tras el terremoto de 1970
"Los trabajadores del Casino no est¨¢n cobrando sus salarios", denuncia Mari Carmen Pardo, que el pasado septiembre viaj¨® con su marido a Chimbote para reencontrarse con la ciudad de su adolescencia. Y lo que vio en el antiguo centro de reuni¨®n de los emigrantes gallegos no le gust¨®. "El actual encargado, un emigrante zaragozano, est¨¢ enfermo, y se ha hecho cargo del restaurante su hijastra, que se ha apoderado del Casino y no paga a sus empleados", cuenta. "La actual administraci¨®n es nefasta", secunda Novo, que ahora estudia qu¨¦ ayudas institucionales puede recibir el Casino. Tienen claro que quieren mantener el restaurante -que en los a?os 60 acog¨ªa fiestas "cada dos por tres"- pero adem¨¢s les gustar¨ªa crear una biblioteca de literatura gallega y un archivo fotogr¨¢fico sobre el paso de los vecinos de Malpica por Chimbote.
Por ahora hay "una nieta de un socio fundador interesada en recuperar el local", asegura Pardo, aunque la soluci¨®n "ideal", explica, "ser¨ªa que la embajada espa?ola en Lima se hiciese cargo de ¨¦l". Algo que ya intentaron los marineros cuando abandonaron Chimbote en los primeros a?os de la d¨¦cada de los 70.
"No queremos que el ¨²nico centro gallego de Chimbote se pierda", subraya Novo. Junto a otros malpicanos retornados est¨¢ planeando un viaje a la ciudad peruana para ver "en vivo y en directo" c¨®mo han cambiado las cosas desde su marcha. La ¨²ltima vez que Novo vio Chimbote, su ciudad natal, ten¨ªa once a?os. El terremoto fue el punto de inflexi¨®n, porque las casas de adobe en las que viv¨ªan los emigrantes -la mayor¨ªa con contratos de alquiler, algunos, los menos, como propietarios- se vinieron casi todas abajo. "En Per¨² ya no tenemos nada, pero nos gustar¨ªa que que el centro siguiese abierto y se recordarse que los gallegos llegaron hasta all¨¢", dice Novo.
Los gallegos de la Costa da Morte descubrieron Chimbote en los a?os 30, cuando pioneros como Benigno Lago, de Corcubi¨®n, se percataron de la riqueza de las costas del Pac¨ªfico y reclutaron a sus vecinos para trabajar en las ciudades portuarias de Per¨². La captura de anchoveta, con la que se elaboraba harina de pescado para exportar y que convirti¨® a Chimbote en el primer puerto pesquero del mundo, tuvo mucho que ver en la creaci¨®n del Casino Espa?ol. "Los socios, adem¨¢s de las cuotas, hac¨ªan donaciones en funci¨®n de las mareas", recuerda Novo. Buena parte de aquellos primeros marineros gallegos en aguas peruanas hu¨ªan de la represi¨®n franquista. Primero a bordo de las lanchas San Adri¨¢n, Ciudad de Montevideo y Roc¨ªo y despu¨¦s del Winnipeg, el barco fletado por Neruda hasta el puerto de Valpara¨ªso.
Mas tarde, en los a?os 60, los marineros llegaban directos desde Malpica para hacerse a la mar en las costas del pa¨ªs andino. Fue el caso de Marisa, que con 24 a?os dej¨® Galicia para reunirse en Per¨² con su marido. De Chimbote recuerda "la libertad, la televisi¨®n, la electricidad a cualquier hora del d¨ªa y que para beber cocacola no hab¨ªa que esperar al d¨ªa de la fiesta". Muchas de esas cocacolas se beb¨ªan en el Casino, al lado del Malec¨®n, una "buena zona" de la ciudad, a la que ahora le ha crecido una hermana a las afueras, Nuevo Chimbote. Lo ¨²nico gallego que queda all¨¢ es el Casino, que resisti¨® el terremoto y, si las cosas salen como Novo, Pardo y Chouci?o desean, puede que tambi¨¦n el paso del tiempo.
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