Ni lengua ni libertad
En el pulso entre la libre elecci¨®n de la lengua escolar y la defensa del idioma, Galicia emerge con una tercera v¨ªa - Pero tampoco es soluci¨®n
?Qui¨¦n elige la lengua en que van a aprender los ni?os en la escuela en una comunidad con dos lenguas cooficiales? ?El Gobierno, los profesores, los padres? ?C¨®mo se combina la libertad de elecci¨®n de estos ¨²ltimos con la protecci¨®n de la lengua m¨¢s d¨¦bil, en inferioridad de condiciones, y con una organizaci¨®n m¨¢s o menos l¨®gica, m¨¢s o menos eficaz, del sistema? Despu¨¦s de tres d¨¦cadas de democracia parece que todav¨ªa no se han encontrado las respuestas ¨®ptimas a estas preguntas, a juzgar por el incesante debate, enconado en muchas ocasiones, y en muchas ocasiones m¨¢s pol¨ªtico que educativo, sobre los modelos que han ido instaurando en Espa?a las comunidades con lengua cooficial.
"Es una dejaci¨®n de responsabilidades institucionales", se queja un catedr¨¢tico
"Se intentan conciliar discursos antag¨®nicos", dice un ling¨¹ista
Las materias se dar¨¢n en castellano, gallego y en ingl¨¦s a partes iguales
Los modelos de otras autonom¨ªas fallan en la libertad de elecci¨®n o segregan
Nadie parece encontrar una f¨®rmula a gusto de todos. En Catalu?a, donde el modelo es la inmersi¨®n con el catal¨¢n como lengua principal, las quejas se producen por las dificultades para estudiar en castellano. En la Comunidad Valenciana, donde en colegios e institutos conviven la posibilidad de estudiar s¨®lo en valenciano o principalmente en castellano, las cr¨ªticas llegan por la falta de oferta para aprender s¨®lo con la primera. O en el Pa¨ªs Vasco, el propio Consejo Escolar de la comunidad ha criticado que el modelo separado de escuelas que ofrecen la ense?anza en una u otra lengua acaba creando guetos.
Ahora, el nuevo Gobierno gallego, del PP, surge con una especie de camino del medio que no ha terminado de contentar a nadie. Propone ense?ar en las escuelas en castellano, gallego e ingl¨¦s a partes iguales, pero con una vuelta de tuerca al argumento de la libertad de elecci¨®n de los padres, que los populares enarbolaron en la campa?a electoral que les devolvi¨® al poder en la comunidad el a?o pasado.
Se trata de un pol¨¦mico sistema de votaci¨®n. Los padres de infantil indicar¨¢n en la matr¨ªcula al principio de a?o cu¨¢l ser¨¢ la lengua vehicular en la que sus hijos aprendan a leer y escribir. Hasta ahora, ¨¦sta era una decisi¨®n que tomaban los consejos escolares en funci¨®n de la lengua predominante en el entorno. En primaria y secundaria, estas votaciones ser¨¢n cada cuatro a?os. Pero s¨®lo se elegir¨¢ el idioma en el que se da una de las asignaturas principales. La otra materia troncal se impartir¨¢ en el otro idioma oficial: castellano o gallego. Y en el resto de las asignaturas se buscar¨¢ un equilibrio entre ambas lenguas e ingl¨¦s, que llegar¨¢ a representar un tercio de la carga lectiva total dentro de unos a?os (sin concretar), cuando los profesores est¨¦n suficientemente formados.
"Es un intento de conciliar discursos antag¨®nicos sobre la lengua sin entregarse de lleno a ninguno de ellos", explica el ling¨¹ista Mauro Fern¨¢ndez. La del experto se cuenta entre las pocas voces que apoyan el proyecto de la Xunta -"Eso es lo que hay que hacer cuando se busca un consenso"-, pero, en general, han llovido las cr¨ªticas.
Hay disconformidad en el fondo: muchos creen que es una forma de intentar contentar a los sectores m¨¢s "espa?olistas" rebajando la importancia del gallego y desprotegi¨¦ndolo. Y en las formas: sindicatos, profesores y pedagogos creen dif¨ªcilmente asumible dar un tercio de las horas en ingl¨¦s y ven problem¨¢tico que sean los padres quienes voten en qu¨¦ idioma se imparte cada asignatura.
Ni siquiera Galicia Biling¨¹e, una asociaci¨®n contraria a la normalizaci¨®n del gallego que se convirti¨® en uno de los principales grupos de presi¨®n para derogar el decreto que hoy est¨¢ en vigor, se muestra contenta con la soluci¨®n que se les propone. "Ser¨¢ un placebo, un documento con el que el presidente pretende esconder o tergiversar su compromiso electoral, pero que mucho me temo que dejar¨¢ patente que enga?¨® a los gallegos que fueron a votar convencidos de que podr¨ªan escoger la lengua vehicular de la ense?anza", dice su presidenta, Gloria Lago.
La pol¨¦mica ling¨¹¨ªstica, centrada tradicionalmente en Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, emergi¨® hace poco m¨¢s de dos a?os en Galicia. Cuando, en 1995, el Parlamento gallego aprob¨® el decreto que obligaba a impartir un tercio de las clases en gallego, no hubo pr¨¢cticamente contestaci¨®n, pero una parte de la sociedad protest¨® en 2007, cuando la Xunta, con el PSG y el BNG en el poder, elev¨® a un m¨ªnimo de un 50% la carga lectiva en el idioma propio de la comunidad. Un modelo que ahora sigue vigente.
Este sistema no ha creado ning¨²n problema, seg¨²n el presidente de la federaci¨®n de directores de centros p¨²blicos de Galicia, Xos¨¦ Antonio Pardo, o el socioling¨¹ista Henrique Monteagudo. Aunque el tambi¨¦n ling¨¹ista Mauro Fern¨¢ndez matiza: "Desde 2007, la situaci¨®n variaba mucho de unas zonas a otras. En muchos centros no hab¨ªa ning¨²n conflicto, o si lo hab¨ªa, no aflor¨®. En otros, en cambio, especialmente en ciertas zonas urbanas, era patente la tensi¨®n, en las aulas, en los hogares, en los claustros de profesores, en la lengua de las programaciones escolares, en la correcci¨®n de las tareas de los ni?os, etc¨¦tera".
Ahora, contin¨²a Fern¨¢ndez, retrocede el gallego, pero tambi¨¦n el espa?ol para dejar paso al ingl¨¦s. En cuanto a la elecci¨®n de los padres, "es bastante limitada, aunque a algunos les parezca excesiva". Es "aberrante" para Jos¨¦ Manuel Su¨¢rez, presidente de la Asociaci¨®n de Pedagogos de Galicia. Tambi¨¦n para los sindicatos representativos en la ense?anza, excepto ANPE, el m¨¢s cercano al PP. UGT asegura que habr¨¢ "un conflicto de dimensiones incalculables". El mayoritario, el nacionalista CIG, dice que "ni los padres ni las madres son quienes deben dise?ar el curr¨ªculum de sus hijos".
El catedr¨¢tico de Did¨¢ctica de la Lengua de la Universidad de Santiago de Compostela Jos¨¦ Manuel Vez Jerem¨ªas lo explica de la siguiente manera: "Los padres entrar¨ªan en una situaci¨®n muy compleja sin estar preparados. Lo m¨¢s es la dejaci¨®n de responsabilidades institucionales para dejarla en manos de opiniones de la sociedad, creando un conflicto al profesorado. Es un tema t¨¦cnico, pol¨ªtico y de gesti¨®n educativa, y es la comunidad educativa la que debe decidir".
"Tal vez en las negociaciones que se avecinan podr¨ªan mejorarse cosas, tal vez dar una cierta flexibilidad para que aquellos centros que ven¨ªan impartiendo la mayor parte del curr¨ªculum en gallego sin ning¨²n conflicto, puedan seguir haci¨¦ndolo, garantizando el tercio en espa?ol y su presencia en alguna asignatura troncal. Y esa flexibilidad podr¨ªa extenderse en sentido contrario a otros colegios. Yo creo que hay una importante oportunidad para alcanzar un consenso que se traduzca en un modelo estable, que no cambie con el signo de cada gobierno", vuelve a matizar Mauro Fern¨¢ndez, ling¨¹ista de la Universidade da Coru?a.
Su colega Henrique Monteagudo cuestiona incluso la utilidad que puede tener un tercio de la ense?anza en ingl¨¦s: "Me parece un brindis al sol. Es de broma que un decreto que en principio trata de resolver la cuesti¨®n entre gallego y castellano se introduzca un tercio en ingl¨¦s. Es un reto para el sistema educativo muy grande. El PP desde hace tiempo est¨¢ queriendo contraponer la normalizaci¨®n de las lenguas perif¨¦ricas con el ingl¨¦s, como si hubiera contradicci¨®n entre recuperar las lenguas y aprender este idioma. En Europa hay muy pocos sitios donde estudien un tercio en ingl¨¦s y los que hay son m¨¢s bien ricos con muchos recursos y con planes muy bien montados. La utilidad y la viabilidad de eso es muy discutible. No hace falta un tercio en ingl¨¦s para aprenderlo bien. Es una apuesta arriesgada, cara y no se justifica".
Pero si el nuevo modelo que propone el Gobierno de N¨²?ez Feij¨® tampoco contenta a casi nadie, ?qu¨¦ se puede hacer en un momento en el que, adem¨¢s, todos los sistemas se enfrentan al reto de introducir con fuerza un idioma extranjero, principalmente, el ingl¨¦s?
Muchos expertos introducen ideas como pluriling¨¹ismo o multiling¨¹ismo, es decir, convivencia y flexibilidad entre lenguas. Jasone Cemoz, catedr¨¢tica de Pedagog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, apuesta por ello. Cemoz habla del sistema vasco, con tres modelos, a elegir por los padres: en castellano, mixto o en euskera. "En la pr¨¢ctica hay muchos m¨¢s modelos, no son puros, las fronteras est¨¢n muy disipadas y la diferenciaci¨®n y el debate son m¨¢s pol¨ªticos y formales", a?ade Cemoz.
Fernando Ramallo, de la Universidad de Vigo, aboga por "un modelo de biling¨¹ismo institucional, parecido al finland¨¦s, donde, al final, si yo me desplazo de Galicia a Teruel, mis hijos pueden seguir estudiando en gallego". Aunque reconoce que "para eso, queda a¨²n mucho, mucho trecho". Ahora mismo, Ramallo est¨¢ "a favor de un modelo de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica para todos los alumnos, de manera gradual, para recuperar las lenguas hist¨®ricas", resume. "Es decir, que en infantil se estudie el 90% en lengua propia y el 10% en castellano y se invierta gradualmente la pir¨¢mide hasta llegar al 50% en 4? de la ESO. ?ste es el ¨²nico modelo comprobado cient¨ªficamente para normalizar las lenguas minoritarias".
Pero a las opiniones de los especialistas siempre hay que introducir los condicionantes ideol¨®gicos y pol¨ªticos. Y la persistencia de los padres que, sean el n¨²mero que sean y tengan los motivos que tengan, quieren que sus hijos estudien principalmente en cualquiera de los idiomas cooficiales de Espa?a. Aunque esta pretensi¨®n tambi¨¦n tiene sus limitaciones. Por ejemplo, el pasado mes de noviembre el Supremo rechaz¨® que los padres elijan la lengua en la que deben estudiar sus hijos. "El derecho a ser instruido en la lengua de su elecci¨®n conducir¨ªa a resultados absurdos, ya que todos podr¨ªan as¨ª reivindicar una instrucci¨®n impartida en cualquier lengua", afirma la sentencia, que responde a un hombre que intentaba que sus hijos cursasen ¨ªntegramente en castellano las clases en un colegio Vigo.
Toda esa ensalada ideol¨®gica, pol¨ªtica, educativa y judicial da como resultado la configuraci¨®n actual en las comunidades con lengua propia, con sus aciertos, limitaciones y, por supuesto, tensiones.
Catalu?a es el paradigma de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, que se ha mantenido invariable desde el fin de la dictadura. El sistema se basa en el catal¨¢n como ¨²nica lengua vehicular. Los dos grandes argumentos a favor son la necesidad de evitar la segregaci¨®n por idioma y hacer efectivo el biling¨¹ismo que consagra la Constituci¨®n. "El objetivo es crear una escuela catalana en lengua y contenidos. Para que pudieran llegar a eso todos los alumnos sin discriminaci¨®n, fue necesario recurrir a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica", sostiene Joaquim Arenas, secretario del Instituto Europeo de Programas de Inmersi¨®n.
En este modelo, lo que cojea es la parte de la elecci¨®n de los padres. Estos, aunque tienen derecho a escolarizar a sus hijos en castellano seg¨²n la ley, en la pr¨¢ctica hay obst¨¢culos, explica el profesor de la Facultad de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB), Albert Branchadell. El profesor recuerda que diversas sentencias instan a la Generalitat a incluir en los impresos de preinscripci¨®n una casilla donde se d¨¦ a elegir entre el catal¨¢n y el castellano a los padres. "Pero el Departamento de Educaci¨®n sigue sin hacerlo. Despu¨¦s dice que cada a?o hay s¨®lo un pu?ado de solicitudes, pero no podemos saber cu¨¢ntas habr¨ªa si se facilitara el impreso".
En los casos que s¨ª se solicitan, el profesor imparte la clase en catal¨¢n, pero cuando se dirige al alumno que lo ha solicitado lo hace en castellano. "Esto es complicado de gestionar y poco pr¨¢ctico, y tambi¨¦n genera reservas desde un punto de vista moral", sostiene Branchadell. Lo ideal ser¨ªa hacerlo en aulas separadas. Pero como el sistema pretende evitar a toda costa la segregaci¨®n, "hay una paradoja entre el disfrute efectivo del derecho y el esp¨ªritu del sistema".
Tanto a Arenas como Branchadell les sorprende el modelo de Galicia. "Que cada centro escoja su lengua es bastante ins¨®lito. Se ha hecho un gran trabajo en los ¨²ltimos a?os y ahora todo eso peligra", opina Arenas. Branchadell: "Es un procedimiento inaudito, no conozco ning¨²n caso en el mundo. La direcci¨®n nacional del PP defiende la libertad de elecci¨®n. Pero aqu¨ª s¨®lo hay libertad de votar, no de elegir".
Si en Catalu?a el punto d¨¦bil es la libertad de elecci¨®n, pero funciona en la extensi¨®n de la lengua propia, sin segregar, en el Pa¨ªs Vasco la formaci¨®n de guetos es precisamente el problema, aunque tambi¨¦n la penetraci¨®n y el uso del euskera.
El anterior gobierno, con un Departamento de Educaci¨®n nacionalista, decret¨® al final de la legislatura un modelo similar al catal¨¢n, con el euskera como lengua vehicular, pero el cambio fue paralizado por el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, por lo que el actual gobierno pretende volver a igualar el rango de importancia de ambas lenguas oficiales. La coalici¨®n PSOE-PP habla de "biling¨¹ismo integrador" en un marco en el que la recuperaci¨®n del euskera se mezclar¨¢ pronto con el triling¨¹ismo. A efectos pr¨¢cticos los modelos seguir¨¢n vigentes y, por tanto, seguir¨¢n siendo las familias las que elijan en cu¨¢l matricular a sus hijos, una elecci¨®n en la que predomina el modelo en vasco, con sus posibles e indeseadas consecuencias segregadoras. En la Comunidad Valenciana, la queja vuelve a ser la libertad de elecci¨®n de los padres, aunque esta vez no es a la hora de elegir castellano, sino valenciano.
En la Comunidad Valenciana el biling¨¹ismo real se da s¨®lo en 43% de los centros p¨²blicos, tal y como reflejan los datos. En el curso 2009-2010, de un total de 1.726 centros p¨²blicos y privados de infantil y primaria, s¨®lo 738 ofrecen la posibilidad de estudiar un programa de ense?anza en valenciano. S¨®lo 70 centros concertados tienen l¨ªnea en valenciano (el 1%). Al llegar a secundaria esta oferta desaparece completamente de la privada y en la p¨²blica la matr¨ªcula cae un 58%. Es decir, que de los 445.335 alumnos menores de 12 a?os que estudiaban en valenciano el curso pasado, al pasar a la ESO este a?o s¨®lo han continuado 138.223.
Jaume Fullana, director del colegio p¨²blico Gabriel Mir¨® de Calpe que fue pionero hace 20 a?os en la implantaci¨®n de l¨ªneas en valenciano, defiende sus buenos resultados, confirmados por distintas pruebas de nivel. Con 540 alumnos, de los cuales el 70% es de procedencia extranjera, tiene el doble de demanda de matr¨ªcula en los programas en valenciano que en la l¨ªnea de ense?anza s¨®lo en castellano.
Es posible que nunca llueva en la escuela a gusto de todos, que los modelos instaurados hasta ahora tengan problemas, pero, a priori, y seg¨²n est¨¢ planteado, el sistema que propone la Xunta de Galicia no parece ser la soluci¨®n para ning¨²n sector ideol¨®gico ni para la mayor¨ªa de los expertos.
Con informaci¨®n de Neus Caballer (Valencia), Jes¨²s Garc¨ªa (Barcelona), Ania Elorza (Bilbao), Juan Antonio Auni¨®n (Madrid).
![Las galescolas (en la foto, la de la localidad de Vilaboa) impart¨ªan educaci¨®n infantil en gallego. La actual Xunta elimin¨® la iniciativa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/N2Y7CUKBRCJJP5KUVAHGO6JIIQ.jpg?auth=4c15e93f9436f9086ef27e978c9871a7446c7c22177d02d9403b11416bf00c8a&width=414)
Los sistemas
- Galicia. Al menos el 50% de las asignaturas en gallego. La Xunta proyecta repartir a partes iguales entre castellano, gallego e ingl¨¦s, y los padres votar¨¢n en cada escuela en qu¨¦ idioma quieren que se ense?en las materias principales.
- Pa¨ªs Vasco. Modelo A (castellano, con el vasco como asignatura), el B, biling¨¹e vasco-castellano (s¨®lo se dan en castellano la lengua y las matem¨¢ticas) y el D (todo en vasco con el castellano como asignatura).
- Comunidad Valenciana. Tres v¨ªas: 1) M¨ªnimo del 33% en castellano y 33% en valenciano, y lengua extranjera; 2) todo en valenciano salvo el tiempo que el centro dedique al castellano, adem¨¢s del idioma extranjero; 3) cuatro horas en castellano, el resto en valenciano e idioma extranjero.
- Navarra. Zona vasc¨®fona al norte; zona mixta en Pamplona y su comarca; y la zona sur no vasc¨®fona.
- Catalu?a. La lengua de inmersi¨®n escolar es el catal¨¢n. Se imparten entre dos y tres horas semanales de castellano. Se puede elegir el castellano en la primera ense?anza, siempre en clases conjuntas.
- Baleares. Al menos el 50% del c¨®mputo horario debe ser en catal¨¢n.
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