Xenofobia transversal en Vic
Existe la opini¨®n generalizada entre la direcci¨®n de la Liga Norte de que el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York se perpetr¨® precisamente el 11 de septiembre por ser ¨¦se el mismo d¨ªa, pero de 1683, en el que Marco d'Aviano, un capuchino beatificado por Juan Pablo II, desempe?¨® un papel clave para que los otomanos no tomaran Viena. El triunfo de la cristiandad tuvo la respuesta del golpe contra las Twin Towers. Sobre el imaginario nacionalista cristiano-lombardo -la base de la OTAN en Aviano debe de tener gran contenido ¨¦pico para la Padania- construye el partido de Umberto Bossi su discurso xen¨®fobo, inspirador de somatenes, delaciones y caza de sin papeles. La Liga Norte ha escrito una de las p¨¢ginas m¨¢s lamentables de la reciente historia de Italia.
La decisi¨®n tomada en Vic es un s¨ªntoma preocupante de una contaminaci¨®n que afecta a derecha y a izquierda
En Espa?a y en Catalu?a no tenemos Liga Norte. Hay partidos de corte populista, como Plataforma per Catalunya -que en las pasadas elecciones municipales fue la segunda fuerza pol¨ªtica en Vic-, que propugnan dr¨¢sticas medidas contra la inmigraci¨®n. Hay tambi¨¦n una serie de partidos convencionales y presuntamente serios que hacen suyos los postulados de la formaci¨®n de Josep Anglada, como si quisieran participar del banquete electoral xen¨®fobo. Y no dudan en revestir de decisi¨®n sesuda una propuesta realizada por la propia Plataforma en 2003.
En este sentido, hace unos d¨ªas el tripartito integrado por CiU, el PSC y Esquerra Republicana ha decidido que en Vic no se empadronar¨¢ a ning¨²n inmigrante que no tenga los papeles en regla. Se trata de una medida que vulnera la Ley de Extranjer¨ªa (queda inaplicable el criterio de arraigo), la Ley de Bases de R¨¦gimen Local y los acuerdos tomados por la Federaci¨®n y la Asociaci¨®n de Municipios de Catalu?a, y que ataca la raz¨®n b¨¢sica de la idea de padr¨®n: trazar pol¨ªticas a partir de las necesidades de los habitantes de un municipio. Esa decisi¨®n tiene como efecto inmediato que los inmigrantes en situaci¨®n irregular residentes en Vic acaben empadron¨¢ndose en las localidades vecinas que no muestren esa rigidez, lo que adultera la idea primigenia del padr¨®n. Adem¨¢s, y no es lo menos importante, se vulneran los m¨¢s elementales derechos de las personas, el acceso a la sanidad, a la educaci¨®n y a los servicios sociales.
La medida adoptada por el Ayuntamiento es un s¨ªntoma preocupante de la transversalidad de la xenofobia, una contaminaci¨®n que afecta a derecha y a izquierda. Los peores discursos xen¨®fobos no son siempre coto de la derecha y suelen crecer y recibir abono en zonas y barrios que hace 30 a?os estaban poblados por reci¨¦n llegados, es decir, feudos te¨®ricos de voto progresista. La crisis econ¨®mica ha convertido en prueba de cargo el color de la piel o la procedencia geogr¨¢fica de la persona, cuando el haber nacido en un territorio es una mera circunstancia y en ning¨²n caso un m¨¦rito.
Pero la mayor¨ªa de los partidos sucumben a las pasiones de su electorado, acaban asumiendo postulados excluyentes y, de esta forma, incuban el huevo de la serpiente. Lo peor es que muy pocos lo reconocen. Se esgrime el realismo como argumento, cuando lo que se practica es la t¨¢ctica del avestruz y se ignora la legislaci¨®n aprobada por la soberan¨ªa popular. Los inmigrantes tienen, como el resto de los ciudadanos, derechos y deberes.
Vic ha llegado a un 23% de inmigraci¨®n -de una poblaci¨®n de casi 40.000 habitantes-, pero hay formas acreditadas de actuar al margen de la doctrina que emana de la Plataforma de Anglada. As¨ª lo demostr¨® la pr¨¢ctica del anterior alcalde, el democristiano Jacint Codina. La capital de Osona se convirti¨® en pionera en c¨®mo abordar los asuntos derivados de la llegada de extranjeros. Codina propici¨® que los alumnos inmigrantes se repartieran por todas las escuelas, ya fueran p¨²blicas o privadas concertadas, con el fin de acabar con los guetos.
Gobernar es tomar medidas a veces en contra de la opini¨®n de buena parte de la ciudadan¨ªa. Es arriesgar y trabajar por la convivencia y la cohesi¨®n social. Pero la de Codina es una etapa definitivamente clausurada tanto por su partido (UDC) como por su federaci¨®n (CiU). Ahora el p¨¦ndulo est¨¢ en el otro lado, rozando fatalmente la xenofobia.
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