Nuevos tiempos, nuevas luces

La anunciada desaparici¨®n de la bombilla incandescente ha puesto a protestar a muchos dise?adores y a trabajar a otros tantos. La ¨²ltima colecci¨®n de la empresa Habitat ya refleja esa desaparici¨®n apostando por luminarias que emplean fuentes de bajo consumo, como los leds o los fluorescentes, encerradas en cuerpos sorprendentes. Tal vez sea as¨ª, como las nuevas l¨¢mparas tratan de contrarrestar el efecto fr¨ªo y mortecino de las nuevas fuentes de luz.

Para romper el hielo, hacen gala de un recurso cl¨¢sico: el empleo de materiales c¨¢lidos. As¨ª, la madera -sobre todo la de roble- amenaza con convertirse en la protagonista no s¨®lo del soporte de las nuevas l¨¢mparas, tambi¨¦n de su foco de luz.

Parte del encanto del c¨ªrculo de tres posiciones que es la l¨¢mpara Al es su identidad esquiva. Un aro de roble contrachapado pegado a un soporte magn¨¦tico encierra una bater¨ªa de leds que s¨®lo al encenderse aclara su uso. La reducci¨®n de las formas hasta su m¨ªnima expresi¨®n est¨¢ tambi¨¦n presente en una pieza minimalista de Nina Tolstrup, la l¨¢mpara Jazmine, que oculta un fluorescente en un ¨¢ngulo recto de roble macizo. La tercera pieza de la colecci¨®n no es que esquive su funci¨®n o resulte visualmente ambigua, es que dobla su uso como l¨¢mpara y mesa de apoyo. La l¨¢mpara Mr. Woo es un cubo de roble cerrado por un lado por un cristal que encierra a una bombilla convirti¨¦ndose as¨ª en una l¨¢mpara-mesa. Ya Verner Panton jug¨® en los a?os sesenta con mesas retroiluminadas como parte de la est¨¦tica psicod¨¦lica que reinaba entonces.

Y, aunque pueda sorprender, la madera tambi¨¦n es una vieja aliada de la iluminaci¨®n m¨¢s intimista, una amiga de la bombilla incandescente con la que la luz mantiene una relaci¨®n de amor-odio. Para que la madera deje pasar la luz es necesario que pierda uno de sus atributos fundamentales: la robustez. Y al atravesar la madera, la luz tambi¨¦n deja -de alguna manera- de ser: deja de iluminar y pasa a ambientar.

Con la desaparici¨®n de las bombillas incandescentes se podr¨ªa acabar las pantallas. Los leds se asientan en cualquier sitio: mesas, paredes o cristales. Precisan muy poco espacio. De triunfar, las siguientes en desaparecer podr¨ªan ser las propias l¨¢mparas.