"Salt¨¦ desde el segundo piso cuando se produjo el se¨ªsmo"
Una guardia civil que estaba en la sede de la ONU en Hait¨ª relata en un correo electr¨®nico c¨®mo salv¨® la vida
"Se sigue buscando a mi amiga y compa?era de la polic¨ªa Rosa, que estaba conmigo cuando el edificio se vino abajo". Mar¨ªa Consuelo L¨®pez, guardia civil, se cruz¨® por ¨²ltima vez con Rosa Crespo Biel, subinspectora del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, en las escaleras del hotel Christopher, sede de la misi¨®n de la ONU en Hait¨ª. La primera bajaba y la segunda, sub¨ªa. Est¨¢ desaparecida. La guardia civil salv¨® la vida al saltar por una ventana durante el se¨ªsmo y ha enviado un dram¨¢tico correo electr¨®nico a sus jefes en Espa?a, que ella titula "Noticias desde Puerto Pr¨ªncipe", en el que relata que bajo los escombros de la sede de la Minustah a¨²n se o¨ªan voces de auxilio. "Dios m¨ªo... Todav¨ªa hay gente con vida", clamaba. Ayer ya no se escuchaban voces.
"No tengo nada, s¨®lo lo puesto... y lo m¨¢s importante, la vida"
La agente relata c¨®mo pudo salvar la vida mientras la tierra temblaba durante unos devastadores segundos: "Mi edificio, donde yo estaba trabajando en el momento del terremoto, de siete plantas, se vino abajo por completo. Yo pude saltar por una ventana desde la segunda planta, pero algunos de mis compa?eros no han tenido la misma suerte". Entre 100 y 150 miembros de la ONU estaban en el hotel Christopher cuando se derrumb¨® y qued¨® reducido a un mont¨®n de escombros. A todos se les da por desaparecidos. Rosa Crespo Biel es una de ellos.
El ministro del Interior espa?ol, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, tem¨ªa ayer por la vida de la subinspectora. "Estamos perdiendo la esperanza por momentos", confes¨®. El testimonio de la guardia civil se suma a otro de un coronel franc¨¦s, quien tambi¨¦n hab¨ªa visto a la agente espa?ola entrando en el edificio de la ONU minutos antes del terremoto. "Cada minuto que pasa sin noticias son malas noticias", a?adi¨® Rubalcaba.
Mar¨ªa Consuelo L¨®pez, encuadrada en el contingente de 40 guardias civiles y polic¨ªas espa?oles destacados en Hait¨ª en misi¨®n de la ONU, describe a vuelapluma en su mensaje el horror en que se han convertido las calles de Puerto Pr¨ªncipe: "S¨®lo os puedo decir que las im¨¢genes no reflejan la realidad de lo que est¨¢ ocurriendo; es a¨²n mucho, mucho peor y triste que las im¨¢genes que os est¨¢n llegando. Hay miles de muertos, en las calles, bajo los escombros, y los heridos se cuentan por millares".
Ella est¨¢ herida, pero parece que s¨®lo le preocupa que en Espa?a no se inquieten por ella. "Estoy bien, no preocuparos por m¨ª, s¨®lo tengo una fractura en un hombro, pero no se puede hacer nada por el momento, pero yo he tenido mucha suerte". Y lo dice a pesar de que ha perdido todo lo que ten¨ªa en Hait¨ª: "No ha quedado nada en pie... nada. Mi casa tambi¨¦n se derrumb¨®, as¨ª que no tengo nada, s¨®lo lo puesto... y lo m¨¢s importante: la vida".
Ahora est¨¢ durmiendo "en el campamento de Logbase" de Naciones Unidas y se siente afortunada porque, a pesar de tener un hombro fracturado tras la ca¨ªda desde un segundo piso y carecer de ropa, al menos dispone de agua y comida. "En la calle, no tienen nada, ni comida ni agua... Se necesitan medicamentos y gente que pueda echar una mano, pero todo est¨¢ muy complicado y es el caos... y la desesperaci¨®n".
La guardia, pese a estar herida, no ha dudado en ayudar. "Yo sigo trabajando... haciendo lo que puedo desde mi puesto de trabajo, el centro de Operaciones Policiales", asegura Mar¨ªa Consuelo. La Guardia Civil sigue trabajando para salvar vidas en Hait¨ª y, sobre todo, para reunir a los espa?oles y ponerlos a salvo. Fuentes del instituto armado explicaron ayer que el alf¨¦rez Braulio Castellano ha sido nombrado ahora coordinador de ayuda humanitaria de la Minustah as¨ª como de la ayuda espa?ola que llega. Adem¨¢s, los agentes, con los tres veh¨ªculos de los que a¨²n disponen, est¨¢n acudiendo all¨ª donde han sido localizados espa?oles para trasladarlos al campamento log¨ªstico de la ONU, donde pueden alojarlos y alimentarlos.
Mar¨ªa Consuelo L¨®pez conf¨ªa en poder volverse a comunicar con Espa?a ("no s¨¦ cu¨¢ndo podr¨¦ conectarme a Internet"). Ella, como el resto de los agentes, dosifica las bater¨ªas de sus equipos de comunicaci¨®n, especialmente de sus tel¨¦fonos por sat¨¦lite, para mantenerse comunicados entre ellos y con Espa?a. En el primer d¨ªa del desastre, pr¨¢cticamente las agotaron para localizarse entre ellos.
Pese al desastre que la rodea, Mar¨ªa Consuelo conserva un poco el humor: "No esper¨¦is los regalitos que ten¨ªa para vosotros, ya que est¨¢n bajo los escombros", les dice a los suyos, a los que dedica el final de un mensaje que acaba valeroso: "Os doy las gracias a todos, porque me hab¨¦is demostrado que sois mis amigos, que no estoy sola y que me quer¨¦is. Muchas gracias a todos. Nos vemos pronto. Besos. Lo mismo pienso de mi familia, que aunque siempre la tengo cerca, no paro de darle sustos... No me olvid¨¦is. Aunque sigo teniendo miedo no me arrepiento de estar aqu¨ª. Chao".
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