?Una crisis financiera en 2010?
Hace ya meses que con mucha rotundidad escrib¨ª: "?No me lo creo! Lo nuestro no es una crisis financiera, es algo m¨¢s grave". Me refer¨ªa, claro est¨¢, a la crisis espa?ola, que en aquellos momentos se nos explicaba como el contagio interior de la enfermedad internacional. La crisis internacional s¨ª que era financiera. El sistema internacional estuvo a punto de derrumbarse y se salv¨® a base de unas inyecciones impresionantes de dinero p¨²blico. La morosidad en las hipotecas subprime, a las que se quiso culpar de todo, fue s¨®lo la chispa que encendi¨® el material explosivo -activos t¨®xicos- que las innovaciones financieras de los ¨²ltimos a?os hab¨ªan ido acumulando en bancos y cajas. Y el sistema explot¨®.
Se deber¨ªa estudiar una iniciativa para constituir empresas de alquiler de viviendas con el 'stock' que no se vende
Los bancos y cajas espa?oles no se derrumbaron ni fueron salvados. No estaban intoxicados, pero se colapsaron por falta de liquidez, ya que al no haber ahorro interior, la obten¨ªan de la banca internacional. El colapso derrumb¨® el insostenible crecimiento espa?ol en el sector inmobiliario, lo que desat¨® la crisis general.
Es el momento de decir que ahora s¨ª, en 2010, estamos m¨¢s cerca, en Espa?a, de una crisis financiera. La banca y, tal vez a¨²n m¨¢s, las cajas van a vivir un ejercicio dif¨ªcil ya que tendr¨¢n que hacer frente a dos problemas: la morosidad por el impago de cr¨¦ditos hipotecarios concedidos a particulares y a empresas constructoras o promotoras, y su falta de productividad debida a la exagerada expansi¨®n de oficinas y la sobredimensi¨®n de sus estructuras. Ello supondr¨¢ una baja importante de la rentabilidad y al mismo tiempo la necesidad de eliminar de sus balances, mediante provisiones, muchos activos que en el mejor de lo casos podr¨¢n quedar sustituidos por inmuebles, que aunque no quieran, tendr¨¢n que aceptar como pago de la deuda. Tienen ante s¨ª dos grandes retos. Adelgazar sus estructuras y adaptarlas a la nueva realidad del negocio, y poner en marcha una estrategia de gesti¨®n de su nuevo patrimonio inmobiliario.
Los procesos de fusi¨®n de las cajas catalanas, con la ayuda -ahora s¨ª- de dinero p¨²blico, van en esta direcci¨®n. Esperemos que la posici¨®n reticente de la UE -incomprensible comparada con la laxitud con la que ha permitido las grandes ayudas a los bancos y cajas de otros pa¨ªses durante los meses anteriores- se acabe y ello ayude a solucionar una parte de los problemas.
Queda el problema mayor. ?Qu¨¦ van a hacer las cajas y los bancos cuando se vayan convirtiendo en los mayores propietarios de inmuebles de Catalu?a o de Espa?a? ?Van a entrar en una guerra comercial, en precios, para intentar convertir las piedras en dinero de la forma m¨¢s r¨¢pida posible? ?Van a aprovechar su doble condici¨®n de vendedores y financiadores para utilizarla como un arma comercial? Ambas posibilidades, veros¨ªmiles y hasta comprensibles, no ayudar¨ªan a una t¨ªmida recuperaci¨®n del sector inmobiliario y, por tanto, de la econom¨ªa en general.
Creo que se deber¨ªa estudiar seriamente una iniciativa para que, con una ayuda parcial p¨²blica, no de subvenci¨®n sino de financiaci¨®n o de aval, se pudieran constituir, con una parte del stock que ha quedado por vender, empresas de alquiler de viviendas. Si ello fuera posible, se ayudar¨ªa a resolver al mismo tiempo tres problemas. Disminuir de forma importante el stock que, s¨®lo por la v¨ªa de la venta, pesar¨¢ durante algunos a?os en el sector inmobiliario. Avanzar en acercar la situaci¨®n del mercado de alquiler catal¨¢n y espa?ol al del de los restantes pa¨ªses de la UE. Y concretar en una medida con bastantes repercusiones positivas fuera del sector financiero las ayudas que de una u otra forma ¨¦ste necesitar¨¢.
La previsible crisis financiera tiene, respecto de la internacional, tres grandes ventajas. La primera es que las posibles repercusiones en los balances son menos graves. Producir¨¢n p¨¦rdidas -pues en muchos casos el valor real de los pisos ser¨¢ inferior al de los cr¨¦ditos impagados-, pero se trata de activos reales con los que se puede actuar, no t¨®xicos. La segunda es que no habr¨¢ p¨¢nico, pues ser¨¢ mucho menos grave que la vivida hace un a?o en el mundo. Y la tercera, que se puede prever y, por tanto, se puede actuar de forma preventiva en la direcci¨®n indicada, o en otras mejores que seguro que existen. Espero que as¨ª sea.
Joan Maj¨® es ingeniero y ex ministro
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.