Ni padr¨®n... ni "tiendas de chinos"
Torrej¨®n pone condiciones especiales a los comercios de inmigrantes - Los locutorios tienen que estar separados por medio kil¨®metro como m¨ªnimo
El Ayuntamiento de Torrej¨®n de Ardoz (PP) no s¨®lo proh¨ªbe empadronarse a los inmigrantes. Tambi¨¦n les pone trabas para abrir un comercio. El equipo de gobierno de Pedro Roll¨¢n ha puesto en su punto de mira a los negocios que dirigen tradicionalmente los extranjeros -aunque tambi¨¦n pueden llevarlos espa?oles- y aprovecha la revista municipal y medios locales, como sigue haciendo con las normas de empadronamiento, para hacer publicidad de ello. En una de estas inserciones puede leerse literalmente que el Ayuntamiento regula las "tiendas de chinos", entre otras, para "evitar la proliferaci¨®n de actividades molestas para los vecinos y proteger el peque?o comercio tradicional".
El Pleno municipal aprob¨® en junio de 2008 el Plan Especial de Adecuaci¨®n de Usos Comerciales, en el que se estipula, entre otros asuntos, la distancia m¨ªnima que debe existir entre bares de copas, supermercados, tabernas, bodegas, salas de baile y de fiesta, bazares, tiendas "todo a 100" y "todo a un euro", locutorios y hasta iglesias. Los comercios de este tipo que ya est¨¦n abiertos se salvan del plan siempre y cuando, y dependiendo de cada caso, no se cambie la titularidad del negocio o se suspenda el ejercicio de la actividad durante m¨¢s de seis meses. En definitiva, se fomenta que los inmigrantes abran otro tipo de comercios o lo hagan en otros municipios. PSOE e IU se abstuvieron en la votaci¨®n del plan porque la expresi¨®n "tiendas de chinos" no figuraba en la ordenanza. "Nos hubi¨¦ramos quejado si hubiera sido as¨ª", aclaran fuentes del PSOE de este municipio.
Alcal¨¢ de Henares quiere limitar los bazares, pero s¨®lo en el casco hist¨®rico
San Fernando, Madrid y Coslada no exigen separaci¨®n entre comercios
Como especifica otra revista municipal de septiembre de 2008, el Ayuntamiento toma estas medidas para apoyar al comercio tradicional "frente a los locales que les hacen una competencia desleal". Otra de las razones que esgrime el Consistorio es la saturaci¨®n de este tipo de negocios, "as¨ª como las molestias y el riesgo para los vecinos". El Ayuntamiento permite que se abran nuevas "tiendas de chinos", bazares o tiendas "todo a 100" con "una distancia m¨ªnima de radio de 250 metros sobre otra ya existente". En el caso de las iglesias, los locutorios y asimilables, la normativa es todav¨ªa m¨¢s restrictiva y exige una separaci¨®n m¨ªnima de 500 metros. Los c¨¢lculos de un funcionario de Urbanismo de Torrej¨®n ponen de manifiesto que el radio en el centro de la ciudad ya es inferior a medio kil¨®metro. Esto quiere decir que la normativa s¨®lo permitir¨ªa un locutorio en el centro.
F¨¦lix Moraleda, presidente en Torrej¨®n de la Confederaci¨®n de la Peque?a y la Mediana Empresa (COPYME), asegura que la ordenanza "es una maniobra encubierta para cerrar locales de extranjeros", pero se?ala que tambi¨¦n afecta a los espa?oles. "Mis hijos tienen un bar flanqueado por otros dos. Si uno de ellos cierra y se pasa seis meses sin abrir, el propietario del local no puede seguir con un bar. Tiene que montar otra actividad". Lo que desconoce Moraleda es si alg¨²n espa?ol se ha librado de la norma por no ser inmigrante.
En Alcal¨¢ de Henares, municipio vecino de Torrej¨®n tambi¨¦n gobernado por el PP, no existe ninguna ordenanza urban¨ªstica que regule la distancia entre bares. Tampoco entre bazares ni tiendas de "todo a 100". "Se quiere hacer una ordenanza para imponer una distancia entre los bazares, pero s¨®lo en el casco hist¨®rico, dado que es Patrimonio de la Humanidad", matiza por tel¨¦fono Javier Rodr¨ªguez, portavoz del PSOE en este municipio.
En San Fernando de Henares y Fuenlabrada, gobernados por IU y PSOE, respectivamente, sucede lo mismo, al igual que en Coslada (PSOE) y Madrid (PP). Fuentes municipales de San Fernando a?aden adem¨¢s que "no existe porque no hay proliferaci¨®n de este tipo de locales".
Jos¨¦ Luis Navarro, concejal de Urbanismo y vicealcalde de Torrej¨®n, defiende el uso del t¨¦rmino tiendas de chinos en las inserciones publicitarias y niega que el plan combata a los inmigrantes como las normas de empadronamiento. "Tiendas de chinos es una palabra empleada en la calle. La publicidad no es racista y los espa?oles tambi¨¦n pueden abrir locutorios", sostiene.
El grupo de IU en Torrej¨®n opina que este plan persigue los mismos objetivos que las normas de empadronamiento. El portavoz municipal Jos¨¦ Fern¨¢ndez Benito tacha de "racista" el uso de la palabra tiendas de chinos y denuncia el "acoso" al que se ven sometidos los inmigrantes con negocios. "Que yo sepa, en ninguna tienda se venden chinos. No existe ninguna actividad con ese nombre".
La poblaci¨®n china no figura entre las cinco nacionalidades extranjeras m¨¢s populosas de Torrej¨®n, que cuenta con 116.000 habitantes. Seg¨²n datos de junio de 2009 de la Consejer¨ªa de Inmigraci¨®n de la Comunidad de Madrid, hay unos 500 chinos en el municipio, muy por debajo de los 8.200 rumanos, 2.300 colombianos y 2.200 marroqu¨ªes.
Defensa a golpe de publicidad
A pesar de que el Ayuntamiento de Vic (Barcelona) ha paralizado su intento de no registrar a sin papeles, el Consistorio de Torrej¨®n sigue defendiendo su postura en diarios locales como el Global Henares. En un encarte del pasado jueves, el Ayuntamiento presume de su pol¨ªtica. En la publicidad, bajo el t¨ªtulo La situaci¨®n de la inmigraci¨®n en Torrej¨®n, puede leerse: "En s¨®lo siete a?os la inmigraci¨®n se desbord¨® en Torrej¨®n, subiendo hasta el 20% de la poblaci¨®n".
En este mismo anuncio tambi¨¦n se alude a que "Torrej¨®n se convirti¨® en la ciudad de m¨¢s de 100.000 habitantes de la Comunidad de Madrid con el mayor porcentaje de inmigrantes, cre¨¢ndose situaciones de hacinamiento al vivir m¨¢s de 20 personas sin ser familiares en peque?os pisos".
La inserci¨®n, que est¨¢ pagada con dinero p¨²blico, critica por ¨²ltimo a la oposici¨®n, e incluso augura el resultado de un posible gobierno de sus adversarios pol¨ªticos: "El PSOE e IU se oponen a las nuevas normas, poniendo todas las trabas y obst¨¢culos [...]. Y si vuelven a gestionar el Ayuntamiento las eliminar¨¢n, lo que supondr¨ªa la vuelta al descontrol anterior".
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