El nuevo soldado no es Rambo
Sentencias recientes que justifican la deserci¨®n, la futura ley de derechos y deberes y las misiones de paz reflejan que el Ej¨¦rcito ya ha cambiado
Sentencias recientes han admitido algo impensable en otro tiempo: el factor humano, la vulnerabilidad del soldado frente a la instituci¨®n de la que forma parte, su derecho a fallar. Estos fallos, unidos al debate sobre la nueva ley de derechos y deberes de los militares y a un concepto de misi¨®n de paz (y no de guerra) que incluye asistencia psicol¨®gica, por ejemplo, han dibujado ya una realidad castrense muy diferente.
El Ej¨¦rcito espa?ol m¨¢s numeroso de su historia profesional -m¨¢s de 119.000 efectivos- acaba de inaugurar, con el debate sobre la ley de derechos y deberes de los militares, la ¨²ltima fase de un proceso de modernizaci¨®n que arranc¨® tras el fallido golpe de Estado del 23-F [de 1981]. Cuando entre en vigor esta ley, los miembros de las fuerzas armadas tendr¨¢n, por primera vez, derecho a opinar. Podr¨¢n participar en la elaboraci¨®n de las normas que les afecten a trav¨¦s de asociaciones profesionales, como cualquier otro colectivo. Al deber de disciplina, sumar¨¢n el derecho a la libertad de expresi¨®n.
Espa?a tiene el Ej¨¦rcito europeo con m¨¢s mujeres: casi el 14%
"El C¨®digo Penal castrense y el disciplinario se han quedado obsoletos"
En las academias se otorgar¨¢n t¨ªtulos universitarios y de FP
"El perfil del militar ha dejado de ser el del hijo o nieto de otro militar"
Las misiones de paz han favorecido el trabajo conjunto de civiles y militares
El 74% tiene muy buena opini¨®n del papel de las tropas en el exterior
El Ej¨¦rcito ya no es lo que era. Hoy es una de las instituciones mejor valorada por los espa?oles. El perfil del militar ha dejado de ser el del hijo y nieto de otro militar. La profesionalizaci¨®n ha abierto las puertas a quienes las tuvieron cerradas: mujeres, inmigrantes, transexuales. Los militares quieren ser "ciudadanos de uniforme". Este es el repaso que desde el Ministerio de Defensa y los cuarteles hacen los profesionales de las fuerzas armadas sobre los hitos de ese proceso de modernizaci¨®n y todo lo que queda a¨²n pendiente.
- Absueltos por deserci¨®n. Sentencias recientes han dado la raz¨®n a militares acusados de deserci¨®n o abandono de destino, un delito castigado con penas de hasta seis a?os de c¨¢rcel. En febrero del a?o pasado la sala de lo militar del Tribunal Supremo dio la raz¨®n a un soldado homosexual que abandon¨® el Ej¨¦rcito por el "miedo insuperable" que le provocaban las vejaciones de sus compa?eros. El pasado noviembre tambi¨¦n fue absuelto un militar que dej¨® su puesto para cuidar a su familia. El Supremo le dio la raz¨®n atendiendo a su delicada situaci¨®n familiar: su padre acababa de morir de c¨¢ncer, su madre padec¨ªa una enfermedad psiqui¨¢trica y su hermano peque?o una minusval¨ªa mental. En diciembre, el Juzgado Togado Militar de Almer¨ªa tambi¨¦n absolvi¨® a un legionario ecuatoriano al que las novatadas provocaron una enfermedad mental. Y el Ministerio de Defensa tendr¨¢ que pagar cuatro meses de sueldo, el tiempo que estuvo de baja, a un ex paracaidista que abandon¨® su destino porque las novatadas sufridas durante el proceso de instrucci¨®n le provocaron una baja psiqui¨¢trica. Fernando Osuna, abogado defensor del legionario y el ex paracaidista, asegura que cada vez es m¨¢s frecuente que la justicia les termine dando la raz¨®n en este tipo de casos.
Bego?a Aramend¨ªa, comandante del cuerpo jur¨ªdico militar, asegura: "Las novatadas no est¨¢n bien vistas y llevan mucho tiempo prohibidas. El control total es imposible, pero son casos aislados. Estuve 12 a?os de fiscal en el Tribunal Supremo y nunca he visto ninguno". Francisco Alguacil, coronel del Ej¨¦rcito de Tierra a?ade: "Con la profesionalizaci¨®n del Ej¨¦rcito, el soldado ya no es tan ni?o como antes, la mayor¨ªa viven en sus casas, y ya no hay lugar para novatadas".
Jos¨¦ Ignacio Robles, jefe del departamento de psicolog¨ªa de la Escuela Militar de Sanidad, lo corrobora: "Antes las novatadas estaban institucionalizadas, y se hac¨ªan aut¨¦nticas barbaridades. Ahora ya no est¨¢n bien vistas".
Mariano Casado, secretario general de la Asociaci¨®n Unificada de Militares Espa?oles (AUME), cree que quiz¨¢, "lo m¨¢s anacr¨®nico sea la propia justicia militar. El C¨®digo Penal de los militares es del a?o 1985 y est¨¢ hecho en otro contexto totalmente diferente del actual. Por ejemplo, no incluye la violencia de g¨¦nero, un delito al que las militares tambi¨¦n est¨¢n expuestas".
Jos¨¦ Sainz de la Maza, militar retirado y ahora abogado de militares, asegura: "M¨¢s que reformar el C¨®digo Penal Militar, lo que habr¨ªa que hacer es reformar la justicia militar en general. No existe independencia, ni imparcialidad en los jueces militares, que no son jueces de carrera, sino que forman parte del cuerpo jur¨ªdico de las fuerzas armadas y lo mismo pueden desempe?ar labores de asesores jur¨ªdicos, que de jueces militares o secretarios de juzgados. Son, en definitiva, funcionarios p¨²blicos licenciados en derecho elegidos por la ministra de Defensa para realizar estos cometidos. La justicia militar deber¨ªan impartirla exclusivamente jueces de carrera".
Antonio Su¨¢rez Vald¨¦s, abogado de un gabinete jur¨ªdico especializado en justicia militar, opina: "El r¨¦gimen disciplinario de las fuerzas armadas, as¨ª como el C¨®digo Penal Militar, se han quedado absolutamente obsoletos. En la actualidad se mantiene la sanci¨®n de arresto, por la cual y mediante un procedimiento sumario, se puede privar de libertad a un soldado durante un m¨¢ximo de 30 d¨ªas con el simple testimonio de su mando. Esta pr¨¢ctica es de todo punto irregular, ya que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha declarado reiteradamente que el Estado espa?ol no se encuentra legitimado para imponer sanciones privativas de libertad a los militares por la comisi¨®n de faltas disciplinarias en tiempos de paz, al no ser las mismas impuestas por un ¨®rgano judicial, conforme a lo establecido en el art. 5.1 del Convenio Europeo para la Protecci¨®n de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales".
Los militares acuden con m¨¢s frecuencia a despachos de abogados con alg¨²n conflicto o simplemente plantear dudas. "En algunos casos se percibe su temor a represalias por hacer reclamaciones, pero poco a poco se va perdiendo el miedo a defender sus derechos", explica Sainz. "Pero sigue existiendo una clara restricci¨®n de la libertad de expresi¨®n y no s¨®lo en cuanto a las cuestiones del servicio sino tambi¨¦n para expresarse libremente sobre temas pol¨ªticos o asuntos de la vida cotidiana".
"La libertad de expresi¨®n, ideol¨®gica... Todo se decide en la futura ley de derechos y deberes", a?ade Casado, que invoca una recomendaci¨®n del Consejo de Europa de 2006: "Seg¨²n ese texto los militares deber¨ªan de poder disfrutar de los siguientes derechos: la objeci¨®n de conciencia, pertenecer a una asociaci¨®n o sindicato para negociar cuestiones laborales, e incluso afiliarse a partidos pol¨ªticos".
- Mujeres en combate. Cuando la primera mujer que ingres¨® en las Fuerzas Armadas (1988), se qued¨® embarazada, advirti¨® a su mando que en unos meses no le servir¨ªa el uniforme y que necesitar¨ªa uno nuevo. ?ste le respondi¨® que quedaba relegada de la obligatoriedad de vestirlo hasta que volviera a ser "digna de llevarlo". Hoy esa mujer es teniente coronel, la primera, y recuerda el episodio sin rencor, y a modo de ejemplo de la revoluci¨®n que en muy poco tiempo se ha llevado a cabo en las fuerzas armadas. Veinte a?os despu¨¦s, el espa?ol es el Ej¨¦rcito con mayor presencia femenina de Europa: casi el 14% (16.400 mujeres).
"En un primer momento se les vetaron algunos destinos como la brigada paracaidista, la legi¨®n... Ahora la igualdad es total y efectiva. El Ej¨¦rcito de Espa?a, es, con el de Noruega, el ¨²nico de Europa que hoy permite a las mujeres acceder a cualquier destino, incluidos los de combate", explica Bel¨¦n Caballud, coordinadora del Observatorio de la Mujer en las Fuerzas Armadas. El coronel Alguacil a?ade: "A quienes m¨¢s les ha costado adaptarse es a los m¨¢s veteranos, que pueden ser m¨¢s paternalistas. Pero la presencia de las mujeres ya no llama la atenci¨®n a nadie".
El director del gabinete t¨¦cnico de la Subsecretar¨ªa de Defensa, el general Carlos S¨¢nchez Bariego, considera que la incorporaci¨®n de la mujer ha sido el gran hito en el proceso de modernizaci¨®n de las fuerzas armadas. Mariano Casado, de AUME, cree que "a¨²n queda mucho por hacer en materia de conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral".
- Militares universitarios. A partir del pr¨®ximo curso, el 1 de septiembre, empezar¨¢ a funcionar el nuevo modelo de ense?anza militar integrado en el sistema educativo general. Las academias militares se han adscrito a tres universidades (Zaragoza, Vigo y Cartagena) para que los futuros oficiales reciban, adem¨¢s de su formaci¨®n militar, formaci¨®n universitaria que les permita obtener un t¨ªtulo de grado del sistema educativo general. "No se les da un t¨ªtulo sin el otro, han de completar las dos formaciones. Y para entrar en las academias ya no har¨¢ falta hacer una oposici¨®n, sino que bastar¨¢ con el t¨ªtulo de Selectividad. Tambi¨¦n vamos a exigir un cierto nivel de ingl¨¦s, porque para el militar es fundamental", explica Javier Garc¨ªa Fern¨¢ndez, director general de reclutamiento y ense?anza militar.
Los aspirantes a oficiales obtendr¨¢n la titulaci¨®n universitaria de grado y los aspirantes a suboficiales la de t¨¦cnico superior de formaci¨®n profesional. "En las academias de Zaragoza y San Javier saldr¨¢n con el t¨ªtulo de ingenieros de organizaci¨®n industrial y en la de Mar¨ªn (Vigo) con el grado de ingeniero mec¨¢nico".
- Misiones internacionales. "El otro gran hito en el proceso de modernizaci¨®n ha sido la participaci¨®n de Espa?a en misiones de paz y su integraci¨®n con otros Ej¨¦rcitos en fuerzas internacionales de la OTAN o la ONU. Salir fuera ha sido un cambio brutal", explica S¨¢nchez Bariego. Las misiones de paz han propiciado el trabajo, a veces codo a codo de militares y asociaciones civiles de cooperaci¨®n al desarrollo. La opini¨®n p¨²blica valora de forma muy positiva estas misiones. Seg¨²n la ¨²ltima oleada del bar¨®metro del Real Instituto Elcano, de diciembre de 2009, el 74% de los espa?oles tiene muy buena opini¨®n del papel jugado por Espa?a en estos escenarios. En Afganist¨¢n, la misi¨®n "m¨¢s dura y arriesgada", seg¨²n ha repetido la ministra de Defensa, siguen siendo minor¨ªa los que defienden la retirada de tropas.
![En el nuevo Ej¨¦rcito espa?ol caben ya todos los grupos de la sociedad: mujeres, inmigrantes y transexuales.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VM5VPV5466G5YUGYODARQU7GC4.jpg?auth=b54c7b81cb258a4552cd994f214268fa08f3b45752634d002dfe07cdf14b6ee2&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Natalia Junquera](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0499e24b-c251-4104-bc13-0b5a971af817.png?auth=2798b3e3083534c62f9c6320408a1f88dc35066920f37c468db7bb731e06de9e&width=100&height=100&smart=true)