Malos presagios para Portugal
La creciente deuda p¨²blica frena las perspectivas de crecimiento econ¨®mico
A Portugal le crecen los enanos. En una semana, el pa¨ªs vecino ha recibido dos solemnes varapalos de Moody's y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por su mal desempe?o econ¨®mico. La presi¨®n de los mercados y de las agencias calificadoras, siempre tan sospechosas, se intensifica a medida que se acerca el debate de los presupuestos del Estado de 2010, previsto para la semana entrante. El pasado 13 de enero, Moody's advirti¨® que la econom¨ªa de Portugal corre un "alto riesgo" de "muerte lenta" en los pr¨®ximos a?os. Y equiparaba los problemas lusos a los de Grecia en estos t¨¦rminos: "Son dos ejemplos de pa¨ªses con baja competitividad dentro de la uni¨®n monetaria, que se traducen en d¨¦ficit externos muy elevados".
El pa¨ªs recibe varapalos del FMI y de las agencias de calificaci¨®n de riesgo
El Gobierno de S¨®crates busca un pacto para aprobar los presupuestos
El escenario que dibuja sobre el futuro de Portugal la agencia estadounidense de calificaci¨®n no puede ser m¨¢s sombr¨ªo. El pago de intereses a la banca internacional absorber¨¢ un porcentaje de la creaci¨®n de riqueza cada vez mayor, y el pa¨ªs ser¨¢ m¨¢s y m¨¢s dependiente. Paralelamente, los inversores extranjeros exigir¨¢n intereses m¨¢s altos para comprar deuda portuguesa y, en un contexto de crecimiento casi nulo, el Gobierno se ver¨¢ obligado a subir impuestos para equilibrar el d¨¦ficit presupuestario. La situaci¨®n no har¨¢ sino empeorar, en un ciclo vicioso que bloquear¨¢ el crecimiento.
No es el primer mensaje envenenado que Moody's y otras agencias de an¨¢lisis de riesgo lanzan a Portugal. En septiembre pasado, Fitch revis¨® a la baja la perspectiva de la deuda portuguesa, de "estable" a "negativa". En diciembre, Standard & Poor's dio id¨¦ntica se?al ante los problemas de crecimiento y de alto endeudamiento. Este tipo de pron¨®sticos, como las encuestas, vale lo que vale, y as¨ª ha sido recibido en algunos c¨ªrculos econ¨®micos y empresariales portugueses. Los m¨¢s beligerantes hablan de presiones inaceptables para crear alarma social.
M¨¢s all¨¢ de la respetabilidad que merezcan las premoniciones de las agencias de riesgo, Portugal vive una realidad econ¨®mica incuestionable: el d¨¦ficit presupuestario alcanza el 8% del producto interior bruto (PIB), y la deuda p¨²blica es la cuarta m¨¢s elevada de la zona euro. Las razones hay que buscarlas en la crisis y en los fallos de c¨¢lculo del Gobierno del socialista Jos¨¦ S¨®crates en algunas pol¨ªticas de consolidaci¨®n presupuestaria durante 2009, a?o en el que se sucedieron tres elecciones.
El FMI ha a?adido m¨¢s le?a el fuego en el informe divulgado el pasado 20 de enero, que insiste en se?alar al d¨¦ficit, la deuda p¨²blica y la falta de competitividad como las principales causas de la vulnerabilidad de la econom¨ªa portuguesa, con el efecto consiguiente en la destrucci¨®n de empleo (los puestos de trabajo perdidos alcanzar¨¢n el medio mill¨®n en 2013) y un crecimiento al ralent¨ª, que no llegar¨¢ al 1% en los cuatro a?os de la presente legislatura.
A las causas internas de Portugal, el Fondo a?ade los estrechos lazos econ¨®micos y financieros con Espa?a, que ha dado pie a que algunos medios lusos ironicen con la recurrente "relaci¨®n peligrosa". Describe el FMI a Espa?a como el socio comercial clave de Portugal, al que vende entre el 25% y el 30% de las exportaciones, del que recibe el 15% de los ingresos tur¨ªsticos y con v¨ªnculos casi de sangre entre los bancos de ambos pa¨ªses. En este escenario es inevitable concluir que si a Espa?a le van mal las cosas, a Portugal no le pueden ir mejor.
El debate parlamentario sobre los presupuestos del Estado de 2010 se prev¨¦ de alto voltaje ante la distancia que separa a las distintas fuerzas pol¨ªticas. Consciente de que es imposible un acuerdo con los dos partidos a su izquierda, Bloco de Esquerda y comunistas, el Partido Socialista (en el Gobierno) busca los votos en los partidos conservadores. Las negociaciones con el derechista Centro Democr¨¢tico Social-Partido Popular (CDS-PP) han sido intensas los ¨²ltimos d¨ªas. Al concluir la semana, el acuerdo parece cercano. Falta s¨®lo encontrar la manera de presentar a la opini¨®n p¨²blica que las cuentas del Estado estar¨¢n en orden tras el pacto. Lo que no es un detalle menor. Cada parte ha cedido hasta acercar posiciones en asuntos como la reducci¨®n del pago especial a cuenta (PEC) del Impuesto sobre el Rendimiento de Personas Colectivas (IRC), aplicado a las empresas, aumento de las asignaciones al mundo rural e incremento de los efectivos policiales.
El primer ministro, Jos¨¦ S¨®crates, ten¨ªa previsto recibir el s¨¢bado a Manuela Ferreira Leite, presidenta del Partido Social Dem¨®crata (PSD), principal fuerza de la oposici¨®n, para tratar de lograr el apoyo o la abstenci¨®n de este partido cuando se voten los presupuestos en la Asamblea de la Rep¨²blica.
A la vista de que el acuerdo del Gobierno con los partidos conservadores est¨¢ m¨¢s que maduro, la oposici¨®n de izquierda calienta motores para descalificarlo y el viernes pasado trat¨® de convertir la sesi¨®n plenaria del Parlamento en un primer debate sobre los presupuestos, aunque a discusi¨®n hab¨ªa otro tema: las propuestas de ampliaci¨®n del seguro de desempleo presentadas por el Bloco de Esquerda (BE) y el Partido Comunista, que fueron rechazadas en una sesi¨®n salpicada de gritos e insultos. Los socialistas alegaron que el Estado no tiene la capacidad financiera para sostener la propuesta del BE, estimada en 340 millones de euros. El Consejo de Ministros hab¨ªa aprobado la semana pasada la ampliaci¨®n para 2010 de la medida excepcional adoptada en 2009 de ampliar por un periodo de seis meses el subsidio de desempleo.
La semana que empieza ma?ana ser¨¢ decisiva no s¨®lo por la importancia en s¨ª del debate de los presupuestos, eje de la pol¨ªtica econ¨®mica en tiempos de crisis. Ser¨¢ ocasi¨®n de comprobar, tambi¨¦n, la fortaleza del Gobierno minoritario surgido de las elecciones de septiembre pasado a la hora de lograr apoyos para sacar adelante sus iniciativas legislativas. -
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