Diez minutos, y a conducir

Lograr un certificado m¨¦dico para sacarse o renovar el permiso de conducir lleva menos tiempo que comprar un par de zapatos en rebajas. Para muchos centros de reconocimiento basta con 10 minutos; o incluso menos. Saltarse parte de las pruebas imprescindibles para dar fe de la capacidad de los automovilistas para coger un volante con garant¨ªas de que no suponen un peligro para s¨ª mismos o para el resto de usuarios de calles y carreteras tampoco representa un problema. Es el ejemplo de un buen sistema de control con m¨¢s de 3,5 millones de clientes anuales pervertido por falta de vigilancia (de las jefaturas de Tr¨¢fico y de las consejer¨ªas de Sanidad) y por la competencia feroz.

El c¨ªrculo vicioso del deficiente funcionamiento de muchos de estos centros radica en que el automovilista, que es quien paga, reclama un servicio r¨¢pido, barato y poco molesto; quitarse el tema de encima; aunque en opini¨®n del 94% estas revisiones son ¨²tiles para la seguridad vial. Algunos centros llegan a rubricar certificados sin examinar al conductor. En mayo de 2009 fueron arrestadas seis personas en Alicante por este motivo. Y no es un caso aislado.

"No te preocupes, antes pas¨® un se?or de 80 a?os y lo hizo peor", dice un m¨¦dico

Parte del gremio se queja de que los centros con m¨¢s ¨¦xito son los permisivos

Geovanna, colombiana de 30 a?os, sale apresurada de una de estas cl¨ªnicas en la calle Arturo Soria, muy cerca de la Jefatura de Tr¨¢fico de Madrid. Cuenta que en tres minutos ha solventado el tr¨¢mite; lo mismo que un "un se?or s¨²per mayor que ten¨ªa al lado y no ve¨ªa nada", que pas¨® sin problemas; y exactamente igual que una mujer que firm¨® el certificado de su hija ausente. "Deber¨ªa haber controles m¨¢s estrictos; es la seguridad de todos", se?ala, mientras varios comisionistas revolotean a su alrededor intentando captar clientes. Cada uno, cinco euros.

En el sector se quejan de que pagan justos por pecadores. Pilar Bravo, directora del Centro M¨¦dico Psicot¨¦cnico Arenal, muy cerca de la Puerta del Sol de Madrid, alejada del epicentro de la competencia que azuza la cercan¨ªa de las jefaturas de Tr¨¢fico, relata c¨®mo algunos clientes se marchan sin pagar, enfadados "porque no pasan las pruebas o porque no quieren que les pongamos que tienen que llevar gafas"; otros incluso recurren a las amenazas. Tambi¨¦n explica que entre los conductores se corre la voz sobre los centros que tienen "mala fama por hacer bien el trabajo". "El tema es que la calidad y el trabajo bien hecho van en contra nuestra. Lo que pide la gente es que no la miren", asegura Bravo.

Tres ex¨¢menes m¨¦dicos realizados por este diario en dos autonom¨ªas arrojan resultados muy similares: un solo facultativo -en vez de los tres preceptivos: m¨¦dico, oftalm¨®logo y psic¨®logo- se encarga de todo. En ninguno de los casos el m¨¦dico hizo las exploraciones m¨ªnimas. La siguiente conversaci¨®n se produjo entre la periodista [que no se identific¨® como tal y exager¨® los fallos a prop¨®sito] y un m¨¦dico que firma a diario decenas de informes, a un paso de la jefatura madrile?a:

-Soy un desastre con lo de las bolitas [ejercicios de coordinaci¨®n visomotora].

-No te preocupes, ese se?or de 80 a?os lo hizo peor.

Tras revisar la agudeza visual y la tensi¨®n, el facultativo est¨¢ a punto de firmar el informe, cuando la periodista le espeta:

-He tenido depresi¨®n...

El m¨¦dico frunce el ce?o.

-Pero, ?ahora est¨¢s bien?

-Bueno, s¨ª.

-?Te pas¨® algo?

-Estaba aburrida del trabajo. Fue antes del verano.

-?Y despu¨¦s de las vacaciones, mejoraste?

-S¨ª, mejor¨¦.

-No te preocupes, es normal, le pasa a mucha gente.

As¨ª despacha el facultativo el asunto. Y rubrica el informe sin solicitar informe m¨¦dico alguno para comprobar el diagn¨®stico y el tratamiento, m¨¢s a¨²n con la nefasta prueba anterior, que deber¨ªa haber hecho saltar las alarmas por un presunto consumo de medicamentos u otras sustancias. Pilar Bravo se?ala que retirar a alguien el carn¨¦ por temas m¨¦dicos "es dificil¨ªsimo", pero que estos centros cumplen una labor preventiva, y que "el verdadero problema es que la gente se automedica mucho, para dormir, para estar tranquilo...". Seg¨²n Asecemp (Asociaci¨®n de Centros M¨¦dico-Psicot¨¦cnicos), cada a?o 35.000 automovilistas (0,90%) son declarados "no aptos" para conducir; y a 280.000 (7,5%) se les imponen restricciones. El 40%, debe llevar lentes. El catedr¨¢tico de Seguridad Vial Luis Montoro explica que en los pa¨ªses n¨®rdicos los controles peri¨®dicos no son obligatorios, pero que cada vez que un automovilista padece un problema que puede afectar a la conducci¨®n, el m¨¦dico lo comunica r¨¢pidamente a las autoridades.

El Gobierno tiene en cartera dos medidas para poner orden en el sector. Una de ellas es la aprobaci¨®n de un nuevo reglamento. Como estos establecimientos estar¨¢n obligados a conectarse con la DGT telem¨¢ticamente, este departamento podr¨¢ bloquear la recepci¨®n de informes de aquellos que no realicen bien su trabajo, seg¨²n fuentes conocedoras del texto. Lo que casi supondr¨¢ en la pr¨¢ctica el cierre del negocio. Por otra parte, Tr¨¢fico trabaja en un proyecto para crear cuerpos especializados de inspecci¨®n de sus centros colaboradores para reforzar el control, seg¨²n la subdirectora de Formaci¨®n de la DGT, Aurora Cedenilla, que reconoce que hay establecimientos que "trabajan mal, pero se trata de una responsabilidad compartida porque la gente dice: 'vete a ¨¦ste que no te van a poner problemas".

En 2008, Tr¨¢fico realiz¨® 575 inspecciones, de las cuales 128 fueron desfavorables. En Madrid, la Consejer¨ªa de Sanidad no lleg¨® a realizar ni medio centenar de inspecciones. Bravo lo constata: "No vienen mucho y cuando lo hacen es porque hay irregularidades muy grandes". El diputado popular Jos¨¦ Ignacio Landaluce, presidente de Asecemp, con el 35% de los casi 2.000 centros del ramo, expresa su confianza en que con el nuevo reglamento (el vigente tiene 25 a?os), que "ver¨¢ la luz en cualquier Consejo de Ministros", las Administraciones lo tendr¨¢n f¨¢cil: "S¨®lo tienen que cerrar unos cuantos y aprenden todos".