El Holocausto como discurso pol¨ªtico
Idith Zertal critica el empleo del exterminio para justificar la pol¨ªtica de Israel
Idith Zertal, profesora de Historia y Filosof¨ªa Pol¨ªtica en la Universidad de Basilea desde hace casi un lustro, nacida hace 66 a?os en el kibutz de Ein Shemer, est¨¢ entusiasmada. Los or¨ªgenes del totalitarismo, obra maestra de Hannah Arendt, ha sido traducida al hebreo. "El trabajo de Arendt ha sido silenciado durante 60 a?os, es una lucha enorme introducirlo en Israel", comenta. Pero no menos satisfecha est¨¢ con la edici¨®n en espa?ol de su libro La naci¨®n y la muerte. La Shoah en el discurso y la pol¨ªtica de Israel, en fecha oportuna, ya que hoy se celebra el D¨ªa del Holocausto. Una actividad, la pol¨ªtica en su pa¨ªs natal, que desencanta a una mujer que se declara "nada nost¨¢lgica y reacia a mitificar el pasado", aunque a rengl¨®n seguido parezca a?orar los tiempos en que Israel era "un pa¨ªs totalmente diferente".
Zertal habla de un "pa¨ªs de excesos en todo y de paradojas". Sin ir m¨¢s lejos, su libro se estudia en la Universidad de Bar Il¨¢n, basti¨®n de los colonos jud¨ªos que abominan de tesis como las sostenidas por Idith. Aborda la inmensa influencia del "estamento y la industria militar que determinan la agenda pol¨ªtica" y "la ocupaci¨®n maligna" de los territorios palestinos: "Gobernar a otro pueblo de manera tan brutal es devastador tambi¨¦n para nosotros". Y, sobre todo, incide en la omnipresencia de la muerte -"de matar y ser matados"- y del Holocausto en el discurso pol¨ªtico israel¨ª. "Est¨¢ siempre presente para justificarlo todo: nuestras pr¨¢cticas pol¨ªticas y nuestra autopercepci¨®n como v¨ªctimas".
"El v¨ªnculo entre la constituci¨®n del Estado y la Shoah y sus millones de muertos sigue siendo indisoluble... Desde 1948 y hasta la crisis de 2000 no ha habido guerra que no se haya percibido, definido y conceptualizado en la sociedad israel¨ª desde una perspectiva ligada al genocidio", opina la docente. Y pone un ejemplo de ese empleo, a veces obsceno, de la matanza sistem¨¢tica perpetrada por el r¨¦gimen nazi.
"Al comienzo de la segunda Intifada palestina, en 2000, Sim¨®n Peres visit¨® a Yasir Arafat en Gaza y le advirti¨®: 'No podemos permitir otro Holocausto'. Es demencial. Entonces, antes de la oleada de atentados terroristas, mor¨ªan 100 palestinos por cada israel¨ª. Este discurso deval¨²a el Holocausto y es un ataque contra las v¨ªctimas. Hablar de genocidio en ese contexto es aberrante". Desde entonces nada ha cambiado. Incluso Richard Goldstone, el juez surafricano jud¨ªo que acusa de cr¨ªmenes de guerra a Israel en Gaza, ha sido equiparado a Hitler.
Oscila la profesora "entre la desesperaci¨®n y el optimismo". "Cuando observo la demograf¨ªa, el primitivismo pol¨ªtico, y no s¨®lo el de los partidos religiosos, concluyo que la pol¨ªtica est¨¢ muy corrompida. No me refiero al dinero, hablo de corrupci¨®n de conceptos pol¨ªticos. No s¨¦ lo que suceder¨¢ en este pa¨ªs que est¨¢ perdi¨¦ndose moralmente. Parafraseando al legendario ministro de Exteriores Abba Eban, perdimos todas las oportunidades. No veo a ninguna figura pol¨ªtica que pueda emerger de esta confusi¨®n. Es tr¨¢gico porque hay tanto talento y energ¨ªa. Y una pena, porque el tiempo juega en nuestra contra. Al final, somos nosotros los vulnerables".
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