El Gobierno pretende blindar las reformas educativas con el pacto

Entre las medidas que el ministro de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, present¨® ayer a las comunidades aut¨®nomas como base para el pacto educativo, hay una que por s¨ª sola puede significar un vuelco radical: que cualquier cambio normativo en la ense?anza requiera del acuerdo de dos tercios de los diputados del Congreso. Aunque quiz¨¢ la iniciativa m¨¢s sorprendente es la que pretende separar a los ni?os en 4? de la ESO (a los 15 a?os) en dos v¨ªas -una enfocada a cursar despu¨¦s bachillerato y la otra, FP-, la mayor¨ªa en el Congreso significar¨ªa que los partidos con opciones de gobernar, PSOE y PP, se comprometen a blindar el pacto, a contar con el otro si quieren cambiar la ley, algo que no ha ocurrido nunca.

Gabilondo: "No es un documento del PSOE ni del ministerio, sino de acuerdo"

Mucho se ha hablado en las ¨²ltimas semanas del incierto futuro de este pacto, sobre todo despu¨¦s de que la semana pasada, el presidente del PP, Mariano Rajoy, presentara las propuestas de su partido en un acto en Toledo. Entonces, Gabilondo ya dijo que estudiar¨ªa sus aportaciones (firmadas por las seis comunidades gobernadas por el PP) junto con las del resto de autonom¨ªas. As¨ª, con todas ellas y las que han remitido sindicatos, asociaciones de padres o patronales, Educaci¨®n ha redactado un documento de 28 p¨¢ginas y 104 medidas que ayer entreg¨® a los consejeros de Educaci¨®n. "No es un documento del partido socialista", y tampoco es "la posici¨®n del ministerio", insisti¨® Gabilondo, sino un texto "con voluntad de pacto". Ahora se abre otro periodo de aportaciones para que, hacia el 22 de febrero, haya un documento definitivo para debatir "en profundidad".

De momento, el texto plantea que en 2020 el 85% de los j¨®venes tengan al menos el bachillerato o la FP de grado medio o alcanzar la media europea de gasto educativo en 2015 (el 5,4% del PIB, ahora en Espa?a es el 4,92%). Cada a?o, se har¨ªa una memoria econ¨®mica de las medidas a poner en pr¨¢ctica en ese periodo. La idea general es flexibilizar el sistema para que nadie se quede en el camino (ahora abandonan los estudios prematuramente casi un tercio de los j¨®venes) pero a la vez dar mucha mayor calidad (el informe Pisa deja a Espa?a en un lugar mediocre).

La reacci¨®n de los consejeros del PP ha sido prudente, aunque no renunciaron a destacar las l¨ªneas irrenunciables para su partido, como la libertad de elecci¨®n de centro o la ense?anza del castellano en las comunidades biling¨¹es, algo que ech¨® en falta la responsable madrile?a, Luc¨ªa Figar. Hay "ausencias notables", dijo. Pero, en general, el documento ha tenido una buena acogida entre un amplio espectro ideol¨®gico de la comunidad educativa: desde los sindicatos CC OO Y UGT o la asociaci¨®n laica de padres Ceapa, hasta la asociaci¨®n cat¨®lica de padres Concapa o la patronal CECE (impulsores del boicoteo a Ciudadan¨ªa). El portavoz de Educaci¨®n del PP en el Congreso, Juan Antonio G¨®mez Trinidad, se quej¨® de "falta de concreci¨®n".

El hecho es que, dentro las buenas voluntades que marca el papel, la medida concreta m¨¢s novedosa es hacer m¨¢s "orientador" 4? de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO). En ese momento, con 15 a?os, el alumno elegir¨ªa entre un curso orientado a la FP y otro, al bachillerato, aunque ninguno de ellos condicionar¨¢ la decisi¨®n final del alumno a la hora de elegir sus estudios posobligatorios. Tendr¨ªan un tronco com¨²n de asignaturas y otro espec¨ªfico.

El ministerio ha tomado as¨ª una especie de camino del medio en torno a la petici¨®n del PP y de otros sectores (entre otros, UGT) de hacer un bachillerato m¨¢s largo (los populares proponen reducir un curso la ESO), ya que, para una parte de los alumnos, 4? se convertir¨ªa en una especie de primer curso de bachiller, explica el secretario general de FP, Miguel Soler. Y, sin embargo, Soler asegura que no se renuncia a la conquista de tener una formaci¨®n com¨²n hasta los 16. ?sta, sin duda, ser¨¢ una propuesta pol¨¦mica que, para el Sindicato de Estudiantes, puede provocar "la expulsi¨®n de los estudiantes con m¨¢s dificultades".

Por lo dem¨¢s, el documento recoge multitud de iniciativas que ya est¨¢n en marcha o reflejadas en distintos proyectos (el plan contra el abandono escolar, la reforma de la FP o la ley de Econom¨ªa Sostenible, entre otras). Por ejemplo, m¨¢s plazas p¨²blicas de educaci¨®n infantil hasta tres a?os, refuerzos educativos tempranos (incluso en infantil), la flexibilizaci¨®n de los caminos de ida y vuelta entre el bachillerato y la universidad, la FP y el mercado de trabajo. Adem¨¢s, hay algunas ideas fuerza del PP, como el fomento de la exigencia, el m¨¦rito, el esfuerzo y la excelencia. En cuanto al profesorado, tambi¨¦n coinciden con el PP en la revisi¨®n del sistema de acceso de los profesores. Y hay una propuesta casi calcada de la ley catalana de educaci¨®n, pero que tambi¨¦n recog¨ªa el texto del PP: crear una especie de contratos-programa entre los Gobiernos auton¨®micos y los centros por el que ¨¦stos son financiados y dotados en funci¨®n de unos objetivos concretos a varios a?os.

Se trata de 104 propuestas, muchas de ellas se quedan en declaraci¨®n de intenciones, otras a priori son f¨¢cilmente aceptables, pero algunas pondr¨¢n el pacto en aprietos. Gabilondo lanz¨® un mensaje: "Hay tal demanda social por el pacto que espero que ning¨²n partido deje de estar a la altura".