Artificieros an¨®nimos
Principal ap¨®loga de lo que podr¨ªa denominarse, con permiso de Beatriz Preciado, una sensibilidad testo-yonqui en el cine de consumo norteamericano, Kathryn Bigelow recupera en este avasallador, en¨¦rgico proyecto ese gusto por lo abstracto que convirti¨® su carta de presentaci¨®n -The Loveless (1982), tan apreciada por el afinado olfato de Cabrera Infante- en descendiente directa de la mirada fetichista del germinal Scorpio rising (1962) de Kenneth Anger. En tierra hostil no es exactamente una pel¨ªcula b¨¦lica: si hubiese que adscribirla a un g¨¦nero, sin duda encajar¨ªa mejor en el de la ¨¦pica profesional, cuyas ficciones se sustentan en la mera cr¨®nica de la ejecuci¨®n de un trabajo por parte de un grupo de -competentes y entregados- profesionales. En suma, pel¨ªculas de la familia de Los luchadores del infierno (1968) de Andrew W. McLaglen, Hatari! (1962) de Howard Hawks o La ley de la fuerza (1952) de Felix Feist. En este caso, los profesionales en cuesti¨®n son los miembros de una divisi¨®n de artificieros dedicados a desactivar explosivos en la guerra de Irak, probablemente la ¨²ltima palabra en profesiones l¨ªmite. Algunos cr¨ªticos han reprochado a la Bigelow la falta de un posicionamiento ideol¨®gico con respecto a la intervenci¨®n americana en Irak, sin reparar en que tanto la denuncia como la propaganda no tienen cabida justificable en el riguroso planteamiento de la cineasta, que privilegia lo sensorial por encima de toda tentaci¨®n de discurso.
EN TIERRA HOSTIL
Direcci¨®n: Kathryn Bigelow. Int¨¦rpretes: Jeremy Renner, Guy Pearce, Ralph Fiennes, David Morse, Anthony Mackie. G¨¦nero: b¨¦lico. Estados Unidos, 2009.
Duraci¨®n: 131 minutos.
Es la pel¨ªcula que, de momento, mejor permite sentir la guerra de Irak
"El ¨ªmpetu de la batalla es una potente y muy a menudo letal adicci¨®n, para la guerra es una droga", dice la cita de Christopher Lynn Hedges, ex corresponsal de guerra del New York Times y autor del libro War is a force that give us meaning (2002), del que procede la frase, que abre el relato de la Bigelow. Un relato que, por cierto, se resuelve con un signo de puntuaci¨®n final algo efectista, que viene a subrayar que lo que interesa a la cineasta no es precisamente el contexto, sino las corrientes de adrenalina que circulan por el interior de sus personajes: en especial, el protagonista, interpretado por Jeremy Renner, un h¨ªbrido de cowboy y novio de la muerte que colecciona piezas de explosivos bajo la cama y que contempla la confecci¨®n de una ensalada dom¨¦stica con la misma aprensi¨®n de quien est¨¢ asistiendo a su propia lobotom¨ªa. Pel¨ªcula tensa, soberbia y magistral en su manejo de set pieces que se pueden llevar por delante, en cualquier momento, a los miembros m¨¢s estelares del reparto, En tierra hostil quiz¨¢ no sea la pel¨ªcula definitiva sobre la guerra de Irak, pero, de momento, es la que mejor permite sentirla.
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