"La culpa es como la salsa picante"

El escritor irland¨¦s John Connolly se r¨ªe a carcajadas cuando se le comenta que muchos lectores eligen sus novelas negras porque les parecen g¨®ticas. "Me parece fant¨¢stico... si se interpreta lo g¨®tico como lo considero yo: la muerte nos acecha desde el pasado y pasa al presente, los pecados de una generaci¨®n recaen en la siguiente. En ese sentido, mis novelas son negras y g¨®ticas".

Connolly (Dubl¨ªn, 1968) participa en BCNegra, donde presenta su octava novela, Los amantes (Tusquets), un nuevo e importante paso en su serie protagonizada por el investigador privado, ahora sin licencia, Charlie Parker. Quienes le siguen desde la primera, Todo lo que muere, saben del salvaje asesinato de su mujer y su hija, de c¨®mo el pasado le persigue y atormenta, y de c¨®mo le cambi¨® la vida, de c¨®mo se convirti¨® en un cazador (de hombres), de c¨®mo la madre y la hija se convierten para ¨¦l en fantasmas que le acompa?an.

"Mis novelas son negras y g¨®ticas", afirma el escritor irland¨¦s

"El mal m¨¢s humano es el que viene de la lujuria y de la avaricia"

Ahora los fantasmas son visibles. "He querido que alguien m¨¢s viera lo que ve Parker. Quiz¨¢ divida a los lectores, que abandone la ambig¨¹edad de anteriores novelas y sea m¨¢s expl¨ªcito".

El escritor se declara fascinado por lo sobrenatural. "S¨¦ que eso molesta a muchos cr¨ªticos. Debo mantener un equilibrio. Ser¨ªa peligroso que los culpables fueran unos fantasmas. Describo edificios, calles, ciudades, para que la intrusi¨®n de lo sobrenatural sea algo sorprendente porque sucede en un mundo cotidiano y muy cre¨ªble".

Las novelas pueden leerse por separado, pero lo mejor es seguir el orden cronol¨®gico porque se disfruta m¨¢s de la evoluci¨®n de Parker y de sus letales amigos, Louis y Angel. Da la sensaci¨®n de que es una larga historia y de que cada novela es un nuevo cap¨ªtulo. El argumento de fondo es la lucha entre el mal y el bien. "Hay muchos grados de maldad. El mal m¨¢s humano es el que viene de la lujuria, de la avaricia, y hay otro mal m¨¢s amplio, que en mi caso procede de mi catolicismo. Los protestantes no tienen ninguna concepci¨®n de pecado". A Connolly no le molesta esa sensaci¨®n de pecado. "La culpa, el sentimiento de culpa, es como la salsa picante. Sabes que has disfrutado de las cosas y luego te sientes culpable. Ya est¨¢".

En Los amantes, Parker investiga qu¨¦ paso con su padre. Era polic¨ªa. Una noche mat¨® a una pareja de adolescentes con su arma particular, sin motivo aparente. No iba de uniforme. Luego se suicid¨® de un tiro en el garaje de su casa. Sus antiguos compa?eros esconden secretos.

Un extra?o personaje, de esos que gustan tanto a Connolly, El Coleccionista, una especie de vengador justiciero, le cuenta que tambi¨¦n sus padres ten¨ªan secretos. El m¨¢s gordo: Parker no es gen¨¦ticamente hijo de su madre. Ya tenemos otra vez al detective al borde del abismo. "Parker se siente atra¨ªdo por el mal. Hay algo de mal en ¨¦l. En cada historia sacrifica un poco de humanidad. Aqu¨ª se plantea la gran pregunta de la novela: ?Est¨¢ bien cometer un peque?o pecado para evitar un mal mayor?". Lean y comprueben.

Connolly es uno de los autores m¨¢s renovadores de la novela negra y para quienes entran en su juego es inquietante y adictivo. "Tengo miedo a quedarme quieto, a escribir el mismo libro dos veces. Quiz¨¢ por eso me gusta experimentar".