"?D¨®nde est¨¢ mi tresillo?"
Una tienda de muebles cierra y deja a decenas de clientes sin sus pedidos - La empresa llevaba meses sin hacer entregas, pero segu¨ªa vendiendo por cat¨¢logo
"Desde hace m¨¢s de 30 a?os y hasta que dejen de existir los muebles... en Muebles Montoya encontrar¨¢s las mejores oportunidades". Los muebles nunca dejaron de existir, pero Muebles Montoya, que presume en su web de ser la tienda m¨¢s grande de Espa?a, incumpli¨® su eslogan. La tienda, ubicada en Mond¨¦jar (Guadalajara), cerr¨® ayer sus puertas por sorpresa dejando a sus clientes sin informaci¨®n, sin muebles y sin el dinero que pagaron por ellos.
Al enterarse, al menos cuarenta de los afectados, vecinos de Mejorada del Campo, Alcobendas, Vallecas, Coslada, San Blas o Torrej¨®n, entre otros muchos, se dirigieron al peque?o municipio de 2.000 habitantes para denunciar a la empresa por estafa e incumplimiento de contrato. Muebles Mond¨¦jar, tambi¨¦n cerrada, del mismo propietario y contigua a la primera tienda, tambi¨¦n figura en la denuncia presentada ante la Guardia Civil.
Una afectada tiene ahora que pagar un cr¨¦dito de 8.900 euros
"Tendr¨¦ que gastarme lo mismo en muebles nuevos", se quejaba otro
"No dejaban de darnos largas", "llamamos 25 veces", "todas las semanas me cambiaban la fecha de entrega". Las excusas que recib¨ªan los clientes a los que no entregaban los muebles ya comprados se remontaban a varios meses atr¨¢s, aunque las tiendas segu¨ªan vendiendo sus productos por cat¨¢logo hasta hace pocos d¨ªas, seg¨²n algunos de los afectados.
Una vecina de Mejorada del Campo, que pide el anonimato, encarg¨® a Muebles Montoya el mobiliario de toda su casa. Un total de 33.000 euros, por el que dio una se?al en el momento de 600 euros y un cheque de 6.700 que les pidi¨® un empleado el d¨ªa que fue a tomar las medidas. Cuando lleg¨® noviembre, la afectada, que solicit¨® un cr¨¦dito de 8.900 euros, segu¨ªa sin noticias de sus muebles. Ayer fue a su banco para saber qu¨¦ pasa si cancela la cuota mensual que ya le han empezado a cargar. "Dejando de pagar me convierto en morosa y no podr¨¦ pedir ni un s¨®lo cr¨¦dito, al menos hasta que esto se arregle. Pero prefiero ser morosa", asegura. En cuanto a los muebles que no recibi¨®, su ¨²nica opci¨®n ahora es volver a pagar por ellos. Esta vez al fabricante de Montoya, "a precio de coste. O eso es lo que me imagino yo".
Muchos de los afectados que llegaban ayer a las puertas de la tienda para enterarse de qu¨¦ ocurr¨ªa ten¨ªan el mismo problema con sus financieras, Uno-e y Fracciona. Ahora reina la incertidumbre: "?Y ahora qu¨¦ tengo que hacer? Estoy sin muebles, sin la se?al que pagu¨¦, debi¨¦ndole a la financiera la parte que me adelant¨®, y encima tendr¨¦ que gastarme otra vez lo mismo para poder comprar muebles nuevos", se desesperaba Alberto ante el cartel de cerrado de la tienda. "Esta gente no tiene verg¨¹enza". Este peri¨®dico intent¨® ponerse en contacto con la empresa o con alguno de sus empleados para que explicasen los motivos del cierre o las medidas que pretenden tomar ahora, pero nadie contest¨® a las llamadas.
Aunque la noticia del cierre ha pillado a algunos por sorpresa, era algo que muchos ya se esperaban. El 11 de octubre, una mujer que se identificaba como carolinahuelmovallejo, inauguraba un foro titulado "Muebles Montoya. Un desastre" donde ya adelantaba lo que ha acabado pasando. A su mensaje le siguieron los de m¨¢s de 30 afectados que cuentan historias similares.
En el foro tambi¨¦n llega a intervenir en dos ocasiones Javier Montoya, el propietario. En sus mensajes pide perd¨®n y da su n¨²mero de tel¨¦fono. Su segunda intervenci¨®n, del 10 de enero, dice: "Estoy leyendo vuestros comentarios y estoy dispuesto a solucionarlo todo, lo antes posible. Asesinaron a mi hermano y por temas legales se ha retrasado todo m¨¢s de lo debido". Sus palabras no apaciguaron el enfado de los afectados, que continuaron dedic¨¢ndole improperios y exigi¨¦ndole hasta ayer la entrega de sus muebles.
La soluci¨®n que encontraron algunos a la supuesta estafa fue plantarse el mi¨¦rcoles en la tienda para llevarse todo lo que pudiesen. Una pareja mostraba ayer el permiso de Montoya para recuperar su dinero en muebles. El foro recoge tambi¨¦n el gr¨¢fico testimonio de Isabel: "Ayer [por el mi¨¦rcoles] entramos s¨®lo unos pocos. Eso era como un saqueo, la gente cargando furgonetas, camiones, corriendo, gritando, dando pu?etazos a los muebles. Encima se present¨® un primo del susodicho due?o a decirnos a nosotros y a los comerciales que era una verg¨¹enza lo que est¨¢bamos haciendo... Un horror tener que elegir tus muebles en tres minutos con miedo a quedarte sin nada, nada te convence, todo hecho una mierda... Uno de los peores d¨ªas de mi vida".
Los afectados han convocado una concentraci¨®n el s¨¢bado a las 11 de la ma?ana para reclamar su dinero.
La muerte sin aclarar de Montoya
Las empresas denunciadas pertenec¨ªan a los hermanos Javier y Antonio Montoya hasta que el pasado 25 de noviembre la muerte violenta de Antonio sobrecogi¨® al pueblo. Muri¨® asfixiado, seg¨²n la autopsia.
Dos encapuchados entraron sobre las nueve y media en casa del empresario y encerraron y maniataron a su madre octogenaria en una habitaci¨®n, seg¨²n el instituto armado. La mujer logr¨® desatarse y alertar a los vecinos, que llamaron a la Guardia Civil.
Al llegar los agentes encontraron la casa revuelta y el cad¨¢ver de Antonio sobre la cama. El m¨®vil del robo se baraj¨® como hip¨®tesis principal, pero los encapuchados s¨®lo se llevaron 50 euros, a pesar de que hab¨ªa otros objetos de valor en la casa.
La Guardia Civil no descarta, por tanto, que los intrusos buscasen un documento en concreto. Los investigadores, que a¨²n no han resuelto el caso, no aportan m¨¢s detalles del crimen, pero evitaron relacionar el asesinato con los problemas econ¨®micos de las empresas. En el pueblo, sin embargo, algunos de los afectados y vecinos s¨ª sospechan que la muerte de Antonio tenga que ver con las supuestas deudas millonarias de los Montoya.
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