Ricky, como si nada

Fuera el morbo por el regreso de Ricky Rubio como rival a la que fue su casa, fuera el inter¨¦s por el duelo vecinal contra el campe¨®n, l¨ªder y eterno rival, el caso es que el Ol¨ªmpico de Badalona se llen¨® como en los viejos tiempos. La caldera, a punto de ebullici¨®n por la tremenda presi¨®n medi¨¢tica y ambiental creada por la desafecci¨®n de los aficionados locales hacia la que fue su ¨²ltima joya de la corona, no hizo sino perjudicar a su propio equipo. El Bar?a actu¨® a favor de inventario. Para empezar, dej¨® que Ricky efectuara el calentamiento previo al partido en solitario durante algunos minutos. La grada se ceb¨® con ¨¦l. Fue cuando m¨¢s arreciaron los gritos, "pesetero" fue el m¨¢s repetido, en recuerdo de su notable aumento de ingresos y de los 3,7 millones de euros que le pag¨® el Bar?a al Joventut.

Cuando el primer bal¨®n fue lanzado al aire, Xavi Pascual, el entrenador del Bar?a, ya hab¨ªa ejecutado un primer movimiento importante. Prescindi¨® de Navarro en el quinteto titular y dio entrada a Basile. Su equipo no se cort¨® un pelo a la hora de lanzar desde el exterior. Como si hubiera sabido de antemano que el Joventut iba a comparecer con una temeraria defensa en zona. El resultado fue demoledor: 14-27 en el primer cuarto con siete triples del Bar?a. Ricky cometi¨® dos faltas muy r¨¢pido, en tres minutos y medio. Sada enmend¨® la plana sin mayor problema, al igual que Navarro y Grimau saliendo desde el banquillo.

El Joventut no encontr¨® ant¨ªdotos al entrejuego del Bar?a, m¨¢s r¨¢pido y preciso, ni tampoco acert¨® a controlar el rebote. La diferencia se hizo abismal: 40-65. El partido parec¨ªa resuelto, y lo estaba, pero no sin que antes se llevara un susto el Barcelona, que se confi¨® tanto que recibi¨® un 11-0 en el inicio del ¨²ltimo cuarto y lleg¨® a ver reducida su ventaja a 14 puntos (52-66). Ah¨ª volvi¨® a comprobarse la talla de Ricky Rubio. Disip¨® cualquier duda, tanto sobre la superioridad de su equipo como sobre su capacidad para coger las riendas y no perder los nervios ni siquiera desde la l¨ªnea de tiros libres. Solo ante el peligro, desde los 4,60 metros, anot¨® cuatro lanzamientos que acabaron de disuadir a quienes todav¨ªa azuzaban el ambiente en contra del que fue el ni?o de sus ojos. Siete puntos, tres rebotes, seis asistencias y dos robos de bal¨®n en 18 minutos fue su hoja de servicios. Otra prueba superada por el fen¨®meno de 19 a?os.