Alemania impulsa un Ej¨¦rcito europeo

"El Tratado de Lisboa esboza una pol¨ªtica de defensa y seguridad com¨²n. El Gobierno alem¨¢n quiere avanzar en esa senda. El objetivo a largo plazo es el establecimiento de un Ej¨¦rcito europeo". Guido Westerwelle, ministro de Asuntos Exteriores alem¨¢n, dio ayer en M¨²nich un espaldarazo pol¨ªtico a la idea de la integraci¨®n militar europea, despu¨¦s de que hace pocos d¨ªas tambi¨¦n el Ejecutivo brit¨¢nico abogara para reforzar las sinergias, aunque sin llegar a hablar de "Ej¨¦rcito europeo".

La integraci¨®n militar europea prosigue a paso lento e incierto desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, cuando Tony Blair y Jacques Chirac lanzaron la idea. Sin embargo, el regreso de Francia al mando integrado en la OTAN y las mejores relaciones de la Vieja Europa con la Casa Blanca hacen que la actual d¨¦cada sea percibida por muchos analistas como una seria oportunidad para concretar avances significativos.

El jefe de la diplomacia alemana utiliz¨® un lenguaje sorprendentemente claro al respecto, al igual que en otros asuntos, marcando un claro contraste con la decepcionante y gen¨¦rica intervenci¨®n de la nueva representante de Exteriores de la UE, Catherine Ashton. La brit¨¢nica eludi¨® cuidadosamente mojarse en todos y cada uno de los muchos asuntos calientes sobre la mesa, incluido el de la Defensa Com¨²n.

Poco antes, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavr¨®v, hab¨ªa reclamado a la OTAN mayores garant¨ªas con respecto al despliegue de tropas de combate en los nuevos pa¨ªses miembros de la Alianza. "Nosotros, aunque en Occidente no se diga, hemos reducido en un 20% las fuerzas desplegadas en la vertiente europea de nuestro territorio", apunt¨® Lavr¨®v, que llam¨® a Occidente a no reclamar esferas de influencia en el continente. El mismo llamamiento viaja en direcci¨®n contraria con gran frecuencia desde la guerra de Georgia, en el verano de 2008.

El responsable de Exteriores espa?ol, Miguel ?ngel Moratinos, tambi¨¦n intervino ayer en M¨²nich y trat¨® de dirigir la atenci¨®n de los asistentes y de la comunidad atl¨¢ntica al peligro de proliferaci¨®n del terrorismo en la zona del Sahel. Moratinos consider¨® adem¨¢s necesario priorizar los esfuerzos para avanzar en el conflicto palestino, cuyas fricciones repercuten en toda la regi¨®n. El ministro espa?ol tambi¨¦n abog¨® por dar un nuevo impulso a la relaci¨®n con Rusia.

Comprimidas entre el gigantesco duelo chino estadounidense y las inquietantes aventuras nucleares iran¨ªes, las vicisitudes europeas aparecieron a menudo obras de miniatura. James Jones, el consejero de Seguridad de Obama, se esforz¨® sin embargo en tranquilizar a los europeos sobre el compromiso de EE UU con la alianza atl¨¢ntica, d¨ªas despu¨¦s del impacto causado por la renuncia de Obama a acudir a la pr¨®xima cumbre bilateral. Jones desgran¨® las numerosas visitas del presidente y de varios ministros estadounidenses a Europa en 2009. Algunos asistentes, quiz¨¢, notaron que a M¨²nich suele acudir el secretario de Defensa, que el a?o pasado aterriz¨® el vicepresidente, Joe Biden, y que este a?o s¨®lo ha llegado el consejero de Seguridad.