Perspectivas poco favorables
Ninguna entidad bancaria opera en el vac¨ªo, y de manera especial cuando tiene un programa de refinanciaci¨®n de su estructura de endeudamiento internacional. Por consiguiente, los bancos espa?oles que cotizan en la Bolsa espa?ola -y algunos de ellos tambi¨¦n en las principales Bolsas internacionales- pueden sufrir el contagio del empeoramiento de la imagen de Espa?a cuando desde Bruselas alguna autoridad relevante sit¨²a en el mismo plano el riesgo de Grecia y Portugal con el de Espa?a, sin tener en cuenta que nuestra deuda p¨²blica no llega a la mitad de la de Italia.
El pasado jueves la Bolsa espa?ola sufri¨® un severo correctivo. Bajaron todas las acciones del Ibex 35, pero lo hicieron de manera muy acusada los dos grandes bancos comerciales y los bancos medianos. La cuesti¨®n coincidi¨® con el anuncio de que la principal entidad bancaria del pa¨ªs hab¨ªa conseguido una de las mayores ganancias de su historia, pr¨®xima a 9.000 millones de euros.
Van a ser dos a?os de ajuste y saneamiento, pero tendremos las bases de una banca m¨¢s eficiente
La emisi¨®n de Bonos Reino de Espa?a, ante los rumores que se desataron en la ma?ana de ese d¨ªa, tuvo que colocarse medio punto por encima de lo previsto. Posiblemente, tambi¨¦n influy¨® en la percepci¨®n negativa de los mercados de capitales el aumento del d¨¦ficit p¨²blico que Espa?a comunic¨® a las autoridades de la UE, el escenario macroecon¨®mico hasta el a?o 2013 -con elevadas tasas de paro- y el procedimiento para recuperar un d¨¦ficit p¨²blico por debajo del 3%.
En cualquier caso, en los mercados internacionales los rumores sembraron serias dudas sobre nuestra capacidad para hacer frente a los compromisos adquiridos. Tampoco fueron de mucha ayuda la ambig¨¹edad del BCE y las declaraciones del director del FMI, insistiendo este ¨²ltimo en la dif¨ªcil situaci¨®n por la que atraviesan las cuentas de Espa?a.
Esos hechos no favorecen las perspectivas de la banca espa?ola para el resto del a?o y tampoco para 2011. En general, porque los m¨¢rgenes de las cuentas de resultados se ver¨¢n presionados a la baja. En 2008, la banca pudo compensar su menor crecimiento de la actividad crediticia con mayores diferenciales entre los tipos de inter¨¦s activos y pasivos, pero lo sucedido en 2009 revela que eso no va a ser posible en los pr¨®ximos meses. Con tipos bajos, las operaciones de activo se ajustar¨¢n a esos niveles, pero no suceder¨¢ lo mismo con el coste del pasivo porque ha llegado al l¨ªmite de su capacidad de seguir reduci¨¦ndose.
Es posible que el BCE aumente a plazo medio los tipos de inter¨¦s, aunque al principio podr¨ªa ser un proceso gradual y suave para no malograr la recuperaci¨®n. Esa hipot¨¦tica subida se trasladar¨ªa m¨¢s r¨¢pidamente a los costes de los bancos que a la rentabilidad de las operaciones de activo. Si a eso a?adimos nuevos incrementos en la morosidad -en el ¨²ltimo escenario macroecon¨®mico del Gobierno se estima para este a?o un paro del 19% y una improbable reducci¨®n en 2011-, entonces las dotaciones espec¨ªficas tendr¨¢n que aumentar en este bienio.
El incremento de los activos dudosos, que dejan de devengar intereses, va a jugar tambi¨¦n en contra del margen de intereses, por lo que s¨®lo queda como alternativa intentar una nueva manera de gestionar los diferenciales o spreads que se carguen a los tipos prestadores. Pero es algo muy delicado, pues las operaciones vivas, en sus distintas renovaciones, se basan en diferenciales que fueron pactados cuando se fijaban unos m¨¢rgenes que ahora no cubren los aumentos de la morosidad.
No tenemos todav¨ªa los resultados del cuarto trimestre de todo el sistema bancario espa?ol, pero s¨ª sabemos que en el primer semestre del pasado a?o el resultado neto atribuido se redujo un 18,6% respecto al que se registr¨® hasta el 30 de junio de 2008. Las estimaciones para el segundo semestre, y especialmente para el ¨²ltimo trimestre de 2009, no son demasiado favorables. No es improbable que el rendimiento de los activos (ROA) baje y que tambi¨¦n lo haga el margen de intereses. La decidida reducci¨®n de los gastos de explotaci¨®n -en algunos casos por la venta de redes de oficinas o la reducci¨®n de las que pod¨ªan ser cerradas- tendr¨¢ que hacer frente al impacto negativo de las mayores dotaciones por insolvencias y al dif¨ªcil aumento de las comisiones y de los resultados por operaciones financieras.
En todos los pa¨ªses, a uno y otro lado del Atl¨¢ntico, se difunden los nuevos modelos de banca. Se trata de deshacer el camino de los a?os de excesos en el cr¨¦dito, el endeudamiento y los escasos niveles de capitales propios, aunque no sea este ¨²ltimo el caso de la banca espa?ola, ante el rigor de las operaciones de supervisi¨®n, vigilancia y control del Banco de Espa?a. Los aumentos del capital van a encarecer el coste de los recursos, y tambi¨¦n lo har¨¢n las medidas que se propician para aumentar la exigencia en la concesi¨®n de cr¨¦ditos, con evaluaciones m¨¢s estrictas de los riesgos potenciales. En el l¨ªmite, la Reserva Federal controlar¨¢ en Estados Unidos, incluso las operaciones de los jefes de cr¨¦dito, para evitar que se repitan las viejas pr¨¢cticas de obtener bonus a cambio de asumir m¨¢s riesgos. Para concluir, 2010 y 2011 van a ser dos a?os de adaptaci¨®n, ajustes y saneamiento, pero tendremos las nuevas bases de una banca m¨¢s eficiente y segura. -
Robert Tornabell es catedr¨¢tico de Banca y Finanzas de ESADE Business School y autor del libro El d¨ªa despu¨¦s de la cirisis (Ariel).
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