"Intent¨¦ ser un no-artista"
"A¨²n no s¨¦ muy bien lo que es el arte. Mi ¨²nica respuesta es que es un tipo de alimento que sacia una necesidad espiritual. Todo el mundo hace arte. El problema es la palabra arte. Si nos deshacemos de ella tal vez lo podamos entender mejor. Usted est¨¢ comiendo; se sirve unos guisantes y los pone junto a las patatas. Y se dice: necesito poner algo rojo o naranja en el plato. O est¨¢ hablando con alguien en una mesa y de pronto, deliberadamente, cambia la posici¨®n de un objeto...".
John Baldessari (National City, California, 1931) lleva casi medio siglo haciendo precisamente esto que ¨¦l piensa que hace todo el mundo. Reconocido como uno de los padres del arte conceptual, a estas alturas ha dinamitado cualquier posibilidad de ser clasificado y utilizado todos los formatos: desde la pintura al v¨ªdeo pasando por la performance, la fotograf¨ªa, el collage, la instalaci¨®n, el cine, la escultura... Pura belleza, la exposici¨®n que ma?ana abre sus puertas al p¨²blico en el Museo de Arte Contemporaneo de Barcelona (Macba), lo deja claro.
El Macba presenta la mayor exposici¨®n dedicada al artista californiano
La muestra, la retrospectiva m¨¢s importante que se ha hecho sobre Baldessari hasta la fecha, re¨²ne m¨¢s de 130 obras realizadas entre 1962 y 2009 y ha sido comisariada por Leslie Jones, Jessica Morgan y Bartomeu Mar¨ª. Llega de la Tate Modern de Londres y podr¨¢ verse hasta el 25 de abril. Despu¨¦s viajar¨¢ al County Museum de Los ?ngeles y al Metropolitan de Nueva York.
Hijo de una familia de inmigrantes, Baldessari lleg¨® al arte cuando se apagaba el impulso de las vanguardias hist¨®ricas. "Hubo un cambio de paradigma en los primeros a?os de la d¨¦cada de 1960 e incluso antes", explica, "el expresionismo abstracto parec¨ªa agotado y nadie sab¨ªa qu¨¦ direcci¨®n tomar. Recuerdo que el MOMA (Museum of Modern Art) mont¨® una exposici¨®n titulada The new figuration y yo pens¨¦ que volv¨ªa la figura. Pero lo ¨²nico cierto es que los artistas se aburr¨ªan y de este aburrimiento sali¨® el minimalismo, el arte pop y el arte conceptual. Pero yo odio ser etiquetado y clasificado, as¨ª que siempre he intentado escapar buscando no ser ni carne ni pescado".
Nada mejor para no ser etiquetado que destruir su obra y comenzar de nuevo, aunque esto, tal vez, le valiera la etiqueta que m¨¢s se le ha pegado, la de conceptual, de la que tambi¨¦n, hasta cierto punto, reniega: "Ten¨ªa la sensaci¨®n de que el arte conceptual de aquel momento era demasiado pedante. As¨ª que intent¨¦ ser un no-artista". En 1970 Baldessari decide quemar todas sus obras realizadas entre 1953 y 1966 -en el Macba se pueden ver unas cuantas que estaban en manos de coleccionistas- y para ello elabora un ritual junto a un amigo, tambi¨¦n artista, que posee un horno crematorio. De ah¨ª nace el Cremation project, que incluye la documentaci¨®n de la quema, las cenizas, la correspondiente urna, la l¨¢pida y la esquela, que forma parte de la exposici¨®n del Macba.
Por entonces es profesor en CalArts y acaba de salir la Sony Portapack, la primera c¨¢mara de v¨ªdeo port¨¢til. Baldessari se lanza a probar este nuevo instrumento y los trabajos que realiza -I am making art (1971), Baldessari sings LeWitt (1972) y Teaching a Plant the alphabet (1972)- se convierten inmediatamente en referencia. "Fue muy interesante porque permit¨ªa a los artistas trabajar con la imagen en movimiento. El cine era muy caro. El v¨ªdeo era lo m¨¢s parecido a la Polaroid: barato e instant¨¢neo. El ¨²nico problema era la edici¨®n, por eso los primeros v¨ªdeos son incamara, es decir, que las escenas se filmaban seguidas y en tiempo real".
A partir de ah¨ª ha tocado todas las teclas de las artes pl¨¢sticas, incluido un tableaux vivant como el que figuraba en la muestra de la Tate. ?ltimamente ha vuelto a acercarse a un cierto tipo de pintura mezclada con la manipulaci¨®n de im¨¢genes, una serie reciente que puede verse en Pura belleza, una cierta versi¨®n muy colorida del pop.
"Soy una persona en conflicto permanente", confiesa, "por un lado soy un formalista secreto, porque no lo digo, pero me preocupa enormemente d¨®nde y c¨®mo se cruzan las l¨ªneas en una fotograf¨ªa, y lo mismo me pasa con los claroscuros, un asunto en el que he aprendido mucho de Goya, en cuya obra no hay l¨®gica entre la luz y la oscuridad, que es precisamente el secreto".
Ahora, cuando mira atr¨¢s, recuerda ese momento de "cambio de paradigma" con el humor que todos reconocen en su obra. "En los primeros a?os los artistas nos reun¨ªamos en el Max's Kansas City, de Nueva York, y cre¨ªamos realmente que hab¨ªa progreso en el arte. Hab¨ªa tantas ideas nuevas que todos nos atribu¨ªamos que propuse establecer un ordenador central para que cada vez que alguien tuviera una idea pudiera llamar y registrarla o descubrir que otro lo hab¨ªa pensado antes. Ahora vivimos lo que se llama pluralismo, no hay un estilo dominante, uno toma prestado del pasado, un poco de aqu¨ª un poco de all¨¢...".
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