Sentido com¨²n europeo
Aunque todav¨ªa en un estado muy embrionario, y pronto como para lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que las insinuaciones desde Alemania en el sentido de un inminente paquete de medidas de apoyo de los principales pa¨ªses europeos a Grecia s¨®lo puede ser calificada como una excelente noticia, y desde luego saludada como altamente necesaria para se?alizar el grado de cohesi¨®n en el seno de la Uni¨®n Europea (UE), restaurando unas dosis de "sentido com¨²n europeo" que parec¨ªan haberse perdido.
A buen seguro que no faltar¨¢n detractores de la decisi¨®n que pueda adoptarse. Los sectores m¨¢s puristas, argumentando que va en contra del principio b¨¢sico de no bail out consagrado en el acuerdo de Maastricht, seg¨²n el cual se proh¨ªbe expresamente que las deudas de un pa¨ªs de la Uni¨®n Europea puedan ser asumidas por el resto de pa¨ªses.
Los m¨¢s "fundamentalistas", argumentando que con ello se da un mal ejemplo, al alimentar la sensaci¨®n de que se pueden incumplir las normas b¨¢sicas en cuanto a equilibrios fiscales, al asumir que siempre estar¨¢ la instituci¨®n europea al rescate.
Ni una ni otra argumentaci¨®n es suficiente, en mi opini¨®n, para compensar una de mucho m¨¢s calado, cual es la de garantizar la estabilidad de una Uni¨®n Monetaria cuya credibilidad ven¨ªa cayendo en picado en las ¨²ltimas semanas. Por otro lado, esos mismos argumentos de "quien la hace la paga", etc¨¦tera, son los que tambi¨¦n se utilizaban en contra de los apoyos p¨²blicos al sistema bancario hace a?o y medio; y hoy podemos decir que seguimos vivos gracias a esos apoyos.
Por otra parte, no cabe ninguna duda que el apoyo que finalmente se ponga en pr¨¢ctica no ser¨¢ gratuito -como tampoco lo han sido las ayudas p¨²blicas a la banca- y a buen seguro que Grecia ser¨¢ sometida a un intenso escrutinio de los mercados, en cuanto al cumplimiento de sus programas de reconducci¨®n de sus cuentas p¨²blicas.
La decisi¨®n de apoyo cabe contextualizarla en el severo test que para el ¨¢rea euro estaba suponiendo el cuestionamiento de la capacidad de un pa¨ªs miembro para hacer frente a sus deudas, emitidas en la misma moneda que sus socios del club monetario, y cuya contaminaci¨®n pod¨ªa amenazar con una preocupante extensi¨®n a todos los pa¨ªses del club.
De hecho, esa contaminaci¨®n ya comenz¨® a propagarse a pa¨ªses con niveles de deuda similares a Grecia, como pueden ser Italia o Portugal, o incluso a pa¨ªses como Espa?a o Irlanda, cuyo nivel de deuda es mucho m¨¢s reducido, pero a quienes los mercados han infligido un castigo excesivo.
Pero no solo existe el riesgo de contaminaci¨®n a pa¨ªses con endeudamiento elevado, o d¨¦ficits p¨²blicos crecientes, sino que v¨ªa el sistema bancario pudiese afectar tambi¨¦n a los pa¨ªses considerados mod¨¦licos en sus cuentas p¨²blicas.
En este sentido, cabe resaltar que una buena parte de la deuda emitida por el tesoro griego se halla en manos de bancos alemanes, austriacos, etc. Esos bancos, cuya capacidad de generaci¨®n de m¨¢rgenes en su negocio tradicional es muy exigua, han hecho grandes beneficios en el a?o pasado, tomando dinero del Banco Central Europeo al 1%, y comprando bonos griegos con rentabilidades del 4%, 5%, o 6%, y que en caso de un impago de dicho pa¨ªs se ver¨ªan en serias dificultades. Es por ello que, en la decisi¨®n de apoyo a Grecia, que parece haberse gestado en Alemania, no s¨®lo cabe visualizar razones de solidaridad y cohesi¨®n europea, que sin duda las hay, sino tambi¨¦n de evitar los riesgos de contaminaci¨®n a su sistema bancario, m¨¢xime despu¨¦s del v¨¦rtigo vivido en el ¨²ltimo a?o y medio.
S¨®lo basta recordar, en este sentido, c¨®mo la crisis de las hipotecas subprime, gestada a m¨¢s de 5.000 kil¨®metros de distancia, acab¨® afectando a la banca alemana, y europea en general, obligando a costosas intervenciones de apoyo p¨²blico.
Al fin y al cabo, esas son las ventajas e inconvenientes de una elevada interdependencia financiera en Europa que se enfrenta a una gran contradicci¨®n entre el federalismo fiscal y la rigidez monetaria. Est¨¢ claro que en situaciones extremas, como la que Grecia ha vivido en las ¨²ltimas semanas, el mencionado "sentido com¨²n europeo" aconseja saltar por encima de las mismas.
?ngel Berges es socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM).
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