La reforma fiscal griega desconcierta a los ciudadanos

A espaldas de lo que decidiera Bruselas sobre el plan de rescate -algo que en Atenas se daba por descontado-, los griegos han reaccionado con estupor al paquete de medidas de austeridad presentado esta semana por el Gobierno del socialista Yorgos Papandreu. Un nuevo r¨¦gimen fiscal, con alguna que otra receta ins¨®lita en un pa¨ªs tradicionalmente laxo al respecto; la intenci¨®n de aumentar la edad efectiva de jubilaci¨®n -de los 61 a?os actuales a 63 a?os- para garantizar el sistema de pensiones y los recortes que afectar¨¢n al sector p¨²blico, que ocupa al 10% de la poblaci¨®n activa, han provocado focos de descontento simult¨¢neos.

Una prueba de ello son las movilizaciones previstas para lo que queda de mes: la primera, la huelga que el mi¨¦rcoles paraliz¨® los servicios p¨²blicos, fue s¨®lo un ensayo de lo que se espera suceda el pr¨®ximo d¨ªa 24, jornada de paro general convocada por el principal sindicato del pa¨ªs, la Confederaci¨®n General de Trabajadores Griegos (CGTG, socialista), con un mill¨®n de afiliados, el 20% de la poblaci¨®n activa. Los agricultores van ya por la cuarta semana de protestas y bloqueos de carreteras y pasos fronterizos y los taxistas iniciaron ayer una serie de paros de 24 horas hasta fin de mes.

La econom¨ªa sumergida representa un 40% del total

Aunque la estrella de la crisis es, con diferencia, el nuevo r¨¦gimen fiscal, ha sorprendido especialmente una propuesta que choca con la cultura del fraude generalizado. En virtud de lo propuesto en el Plan de Estabilidad del Gobierno, todos los contribuyentes (asalariados, pensionistas, profesionales liberales o agricultores) que aspiren a no pagar impuestos -est¨¢n exentas las rentas inferiores a 12.000 euros al a?o- y no presenten facturas de compras o servicios equivalentes al 10% de los mismos, se exponen a una multa por esa cantidad, 1.200 euros. Las rentas superiores habr¨¢n de presentar facturas de gastos por valor del 30% de los ingresos. La Hacienda griega aceptar¨¢ recibos de servicios m¨¦dicos o jur¨ªdicos, academias o reformas dom¨¦sticas, pero no billetes de avi¨®n o facturas de tel¨¦fono. Es decir, s¨®lo pruebas documentales de ese tipo de actividades que habitualmente engordan la econom¨ªa sumergida, que en Grecia supone el 40% del total.

Los medios de comunicaci¨®n subrayan la complejidad del sistema y, sobremanera, lo arduo que va a resultarle al contribuyente la recolecci¨®n -o la caza y captura- de papeles. "Se trata de un sistema dif¨ªcil de aplicar", admite Serafim Politis, jefe de Econom¨ªa del diario Ta Nea. "Pretender que los alba?iles o los fontaneros den una factura por un servicio es complicado. Porque, m¨¢s que de una reforma fiscal, estamos hablando de una revoluci¨®n en la vida cotidiana, de un verdadero cambio de mentalidad".

"Son cosas nuevas que debemos ir aprendiendo, y que plantean un reto desde el punto de vista tecnol¨®gico, tambi¨¦n para los bancos", afirma el economista Dimitris Marulis, del servicio de estudios de Alpha Bank, el tercer banco privado del pa¨ªs. "Pero no hay que verlo aisladamente, como si fuera la an¨¦cdota del programa; al rev¨¦s, junto con el resto de medidas propuestas, son pasos significativos hacia la salida ", subraya.

El Servicio Nacional Estad¨ªstico griego hizo ayer p¨²blicas las nuevas cifras del paro referentes al pasado noviembre, que se sit¨²a en el 10,6% de la poblaci¨®n activa (frente al 7,8% de hace un a?o), el nivel m¨¢s alto desde 2005. En el caso de los j¨®venes de 15 a 24 a?os, la tasa de desempleo alcanza el 27,8%. Estos datos "dan fuelle al llamamiento a la huelga con que desde la CGTG queremos recordarle al Gobierno que las imposiciones ultraliberales de Bruselas no se pueden hacer a costa de los trabajadores y los parados", dice Stazis Anestis, portavoz del sindicato. "El d¨ªa 24 vamos a ir a la huelga para mostrar nuestra oposici¨®n a un paquete de medidas dictadas por los mercados". A la convocatoria se sum¨® ayer Adedy, el sindicato de funcionarios que convoc¨® el paro general del mi¨¦rcoles. Las dos centrales representan a m¨¢s del 30% de los trabajadores griegos.