Jornaleros del f¨²tbol
El brillo de las grandes estrellas contrasta con los graves problemas econ¨®micos de muchos jugadores modestos - La Ley del Deporte Profesional puede ser una oportunidad para reordenar el sector
Hay un f¨²tbol que es espect¨¢culo, dinero y deporte, todo en uno. Una gran fiesta. Es el f¨²tbol de Cristiano Ronaldo y Messi, y hasta del jovenc¨ªsimo Canales que, reci¨¦n estrenada la mayor¨ªa de edad, est¨¢ a punto de firmar su primer contrato millonario. Pero tambi¨¦n hay un f¨²tbol terrenal, de puros currantes, que vive azotado por una crisis casi permanente: clubes que se declaran en quiebra, otros que desaparecen, escasez de patrocinadores, jugadores que no cobran... Como los del Terrassa, de la Segunda B. Buena parte de la plantilla pas¨® las navidades encerrada en las instalaciones del club. Con el equipo t¨¦cnico al frente, con el apoyo de sus familias y amigos, brindaron en vasos de pl¨¢stico y durmieron en colchonetas para protestar por el impago de sus salarios. La crisis se prolong¨® 10 d¨ªas, hasta que el presidente del club sald¨® las deudas y se hizo a un lado.
El Gobierno plantea crear un ¨®rgano supervisor independiente
El convenio de los equipos de Segunda B es de los a?os ochenta
Esta situaci¨®n no es tan extra?a. Lo que deber¨ªa ser la excepci¨®n comienza a ser la regla: futbolistas que salen al campo con camisetas de protesta, jornaleros del bal¨®n que venden kleenex en los sem¨¢foros, que se entrenan delante de la casa del vicepresidente del club que no les paga... "Todav¨ªa me deben 22.000 euros, el equivalente a seis n¨®minas, de la temporada 2007-08 en el CD Logro?¨¦s", resume la situaci¨®n de muchos el centrocampista Jos¨¦ Vegar, al que el Huesca ech¨® el lazo cuando el conjunto riojano descendi¨® a Tercera por impagos.
La Segunda B, El Pozo, como la llaman algunos, es el mejor espejo de este f¨²tbol modesto con vocaci¨®n profesional pero reglas de aficionado. Territorio de la Federaci¨®n Espa?ola (FEF) y no de la Liga de F¨²tbol Profesional (LFP), al contrario que la Primera y la Segunda Divisi¨®n, en la categor¨ªa de bronce del f¨²tbol espa?ol militan 80 equipos y unos 1.800 jugadores. Conviven sociedades an¨®nimas deportivas, entidades con obligaciones jur¨ªdicas y econ¨®micas que cumplir, con asociaciones y clubes deportivos, libres de toda supervisi¨®n. Equipos bien gestionados y otros que se las ven y las desean para cumplir cada mes con las n¨®minas. El sueldo medio de un futbolista en Segunda B est¨¢ entre los 2.000 y 3.000 euros mensuales, mientras en Tercera, un escal¨®n por debajo, fluct¨²a entre los 300 y 1.000.
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, se plantea la creaci¨®n de un ¨®rgano regulador independiente -al estilo de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores- en la futura Ley del Deporte Profesional. El borrador, que deber¨ªa estar listo en el primer trimestre del a?o, puede ser una ocasi¨®n para profesionalizar unas categor¨ªas que hoy por hoy se considera de aficionados.
La temporada pasada descendieron ocho equipos a Tercera por su nefasta gesti¨®n, de los que cuatro se habr¨ªan mantenido de haber cumplido con sus responsabilidades econ¨®micas. El caso del Granada 74, San Fernando e Ibiza, que no se ganaron la permanencia dentro del terreno de juego, fue mucho m¨¢s crudo: bajaron dos categor¨ªas de golpe. "Se fueron a Preferente por sus problemas deportivos y sus problemas financieros", resume Marcelino Mat¨¦, presidente de la federaci¨®n castellano-leonesa y de la Comisi¨®n Mixta de Segunda B. Las reclamaciones salariales de los 207 jugadores afectados superaron los 4,2 millones de euros. Mientras Gerardo Gonz¨¢lez Movilla, presidente desde hace 22 a?os de la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles (AFE), se vanagloria de haber conseguido que el salario m¨ªnimo en Primera sea de 110.000 euros (al menos 4.500 al mes en 14 pagas) y 55.000 en Segunda (2.800), el convenio para la Segunda B data de los a?os ochenta. Un lujo del que ni siquiera disponen en Tercera.
La falta de un sistema regulado facilita que los clubes se endeuden en un extra?o cocktail. "Compiten equipos de capitales de provincia con gran tradici¨®n, que ven como una afrenta no estar m¨¢s arriba, con filiales de equipos de Primera y equipos peque?os que no aspiran a subir", resume Pl¨¢cido Rodr¨ªguez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Oviedo, responsable del Observatorio Econ¨®mico del Deporte y ex presidente del Sporting de Gij¨®n. "Por eso muchos viven por encima de sus posibilidades, hay grandes endeudamientos y la competitividad es m¨¢xima".
Adem¨¢s, los derechos de televisi¨®n, el gran man¨¢ que mantiene en marcha a la Primera Divisi¨®n con las mayores estrellas del planeta, o no existen o son peque?as cantidades que pagan televisiones regionales o locales. Los patrocinadores tambi¨¦n suelen ser peque?os y los ingresos por taquilla, menores. Un partido del Alcorc¨®n, por ejemplo, se ve por unos 12 euros frente a los 40 que, como poco, puede costar ver al Madrid en el Bernab¨¦u. "En los ¨²ltimos 3-4 a?os el retroceso en la disminuci¨®n de ingresos en los futbolistas de las categor¨ªas menos medi¨¢ticas, especialmente Tercera, ha sido grand¨ªsima. Si en otros sectores se han congelado los salarios, aqu¨ª han disminuido entre el 30% y el 50% debido a la crisis del ladrillo, un patrocinador destacable, y de la entrada en barrena de las taquillas: antes hab¨ªa campos de Segunda B con 10.000 espectadores y ahora, con 500. Por no hablar de los campos de Tercera que han bajado la taquilla de 3.000 aficionados a 300", cuenta Jes¨²s Peramos, que en su momento se encerr¨® 22 d¨ªas en el vestuario del Guadix para forzar que le pagasen.
As¨ª se puede entender -en parte- que un equipo de Segunda B como el Ciudad de Santiago partiera con un presupuesto de 200.000 euros y su deuda se disparara hasta los 400.000 en una sola temporada, seg¨²n denuncia Gustavo Duco, que lleg¨® como director deportivo y termin¨® comiendo gracias a la caridad de una ONG. La categor¨ªa, que cuenta con un fondo de garant¨ªa de 300.000 euros anuales a repartir ya sean 5, 50 o 500 los afectados -un jugador de Primera tiene garantizados hasta 400.000 euros por 180.000 los de Segunda en el remot¨ªsimo caso de que el equipo desaparezca-, plante¨® la semana pasada, en la sede de la FEF, regular los presupuestos y aumentar la hucha hasta el mill¨®n de euros para los casos de emergencia.
"No s¨¦ si es un gesto o un avance, pues es una cantidad que sigue sin cubrir los problemas actuales: con 4,2 millones a deber el pasado julio es un parche pero algo m¨¢s grande que el anterior", advierte Luis Rubiales, famoso por sus reivindicaciones laborales en un Levante en quiebra y a la deriva que el pasado agosto renunci¨® a su contrato en el Hamilton escoc¨¦s para presentarse a las elecciones de la AFE del 22 de marzo. "No queremos arreglar los problemas despu¨¦s de que sucedan. Hay que prevenirlos, ser m¨¢s cercanos, estar al lado del futbolista. ?C¨®mo es posible que el convenio de Segunda B date de los ochenta, y que la Tercera no haya estado regulada nunca, donde no hay fondo de garant¨ªa que valga y muchos compa?eros ni siquiera cotizan porque la ley no obliga a que haya contratos de por medio? Lo digo yo, que lo he vivido en mis carnes", insiste el cabecilla de una revuelta que ha hecho de las miserias que les rodean su doctrina de guerra.
"Hemos hecho cosas espectaculares, como sacar de un encierro de 49 d¨ªas a los jugadores de la Gimn¨¢stica de Torrelavega tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Cantabria para que cobrasen el 100% de lo que reclamaban, unos 120.000 euros. Y cuando fuimos a Algeciras, lo mismo. Llegamos a un acuerdo con el Ayuntamiento por 180.000 euros", alega Gonz¨¢lez Movilla en su defensa. Mientras el responsable del sindicato de futbolistas defiende el sistema, que en teor¨ªa permite que un futbolista (si es profesional, mucho mejor) cobre lo que le deben a los 15 d¨ªas de denunciar, o que impide que un club pueda fichar en invierno si no ha pagado a sus jugadores en los meses anteriores, el f¨²tbol humilde se desangra: 610 futbolistas de Segunda B reclamaron 9,4 millones a lo largo del curso 2007-08, en la que 52 de los 80 clubes se vieron implicados.
Choco, lateral del Jerez Industrial, es un experto en la materia: "Desde noviembre de 2008 no cobro puntualmente. Me deben siete meses con el Granada 74 de la campa?a pasada y tres del anterior, cuando estaba en Tercera, m¨¢s los meses de diciembre y enero en mi equipo actual". El presidente del cuadro gaditano, Ricardo Garc¨ªa, reclama 120.000 euros para dejar la entidad, en la que su padre es el vicepresidente, el hermano el tesorero y la hermana la secretaria. Todo queda en casa.
"Ahora el aficionado no puede expulsar a un gestor que lo est¨¢ haciendo mal, por eso reclamamos la formaci¨®n de una comisi¨®n que vigile las cuentas de los clubes, y que tenga la potestad de sancionar a quienes se salten determinados l¨ªmites en gastos e inversiones", solicita Emilio Abej¨®n, de la Federaci¨®n de Accionistas y Socios del F¨²tbol Espa?ol (FASPE). Dicha organizaci¨®n reclama tambi¨¦n que los clubes no sean obligatoriamente sociedades an¨®nimas, como ocurri¨® en 1992 con la mayor¨ªa de clubes de Primera y Segunda despu¨¦s del plan de saneamiento que dej¨® la deuda a cero.
"La crisis ha afectado much¨ªsimo, los presupuestos han deca¨ªdo de una manera que no afecta al f¨²tbol profesional como tal, pero s¨ª a los futbolistas aficionados", reconoce Juan de Dios Monterde, presidente de la federaci¨®n extreme?a y de la Comisi¨®n Mixta de Tercera, que entiende que la ventaja de la Segunda B es que "tiende a profesionalizarse mientras la Tercera es m¨¢s amateur". Por eso entiende que necesita un convenio urgentemente. A fin de cuentas, la categor¨ªa est¨¢ tan desprotegida que cualquier mecenas de post¨ªn puede hacer y deshacer a su antojo, traer fichajes y echarlos sin dar explicaciones, hasta el 31 de enero (en Preferente se puede aplicar hasta cinco jornadas antes del final de la competici¨®n). Por mucho que la AFE les ayude con 1.200 euros anuales para ayuda de gastos de abogados en caso de que lo necesiten para denunciar problemas en los contratos.
"Lo que hay que hacer es regular algo tan b¨¢sico como que haya contratos por ley. Esto es el Salvaje Oeste", dice Paco S¨¢ez, entrenador del Parla, un vestuario donde les deben entre 3.000 y 4.000 euros por cabeza. "No nos hac¨ªan ni caso hasta que nos pusimos a limpiar los cristales de los coches en la calle como medida de protesta. As¨ª conseguimos que nos pagaran hace nada el mes de septiembre", relata el t¨¦cnico, que agradece la partida de 100.000 euros que adelant¨® el Ayuntamiento de la localidad en octubre cuando no deb¨ªa hacerlo hasta marzo. "Lo que es la AFE no nos ha ayudado", remacha. Esto pasa en un equipo que la temporada pasada jug¨® la liguilla de ascenso a Segunda B y que se ha dado el batacazo por presupuestar 200.000 euros, confiado en que entrar¨ªan los patrocinios de siempre, las inmobiliarias que lo inundaban todo.
El tsunami financiero ha obligado a los Gobiernos locales y regionales a hacer frente a la avalancha, como queda claro en los casos de la Gimn¨¢stica, el Algeciras, el Jerez Industrial... "Cuando el club est¨¢ en mala situaci¨®n, por lo general son las autoridades municipales o auton¨®micas las que acuden al rescate por aquello de 'no querr¨¢s que tu ciudad se quede sin f¨²tbol", sentencia Abej¨®n. "Se est¨¢n apagando fuegos cada dos por tres. Proponemos un sistema de avales, y que hasta que se aplique que las denuncias entren por v¨ªa de oficio, autom¨¢ticamente; que sea AFE quien las defienda directamente, y as¨ª evitar todo tipo de presiones... Los problemas deben ser la excepci¨®n y no la regla. Ahora, de los 80 clubes de Segunda B hay 15 que cumplen lo que prometen", rebate Rubiales. Unos clubes que por lo general firman una temporada muy mala en el terreno de juego porque no han atra¨ªdo a los futbolistas de m¨¢s renombre con sus cantos de sirena. "Esos clubes tienen que ser los mayores interesados en que los dem¨¢s hagan las cosas bien", proclaman en el Alcorc¨®n, una de las instituciones que sirven de modelo en un panorama desolador.
Un faro de esperanza mientras para miles de futbolistas desconocidos caminar sobre el alambre es "el pan de todos los d¨ªas", como dice Vegar. "Seguir¨¢n desamparados si no reaccionamos", insiste Peramos. "Es verdad que ahora tambi¨¦n puedes recurrir al Fogasa [fondo de garant¨ªa salarial] previsto para cualquier trabajador, pero claro, si no tienes bien hechos los contratos... En Segunda B o Tercera much¨ªsimos trabajadores preferir¨ªan cobrar menos a cambio de cotizar por ley. Los hay que se tiran 12 a?os compitiendo y parece que luego no han hecho nada. No existen. Si la lesi¨®n de Luis Filipe, el del Deportivo, es de por s¨ª una tragedia, imag¨ªnese en Tercera", plantea Choco. Como tantos otros. Con la Ley del Deporte Profesional encima de la mesa del Gobierno tal vez acaben sus problemas.
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