Una empresa admite que recibi¨® obras de Cultura a cambio de favores
La firma asegura que reform¨® sin cobrar propiedades del principal acusado
El t¨¦cnico de Patrimonio de la Xunta Carlos G¨®mez-Gil, acusado de cohecho y tr¨¢fico de influencias, se cobr¨® en obras particulares los contratos adjudicados a una de las firmas que habitualmente realizaba restauraciones para la Conseller¨ªa de Cultura entre 2005 y 2009. As¨ª lo asegura el empresario Manuel Montes Carballa, que realizaba trabajos de rehabilitaci¨®n en iglesias de Ourense y Pontevedra bajo el nombre de Da Vinci, en su declaraci¨®n del pasado diciembre ante la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa de A Coru?a.
"S¨ª", respondi¨® Montes a la pregunta de los investigadores sobre si el funcionario de la Conseller¨ªa de Cultura Carlos G¨®mez-Gil Aizpur¨²a "en alg¨²n momento le pidi¨® algo a cambio por la realizaci¨®n de obras que supuestamente ¨¦l gestionaba". G¨®mez-Gil Aizpur¨²a es uno de los doce imputados a los que el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 3 de Santiago atribuye los delitos de cohecho y tr¨¢fico de influencias.
El empresario dice que le pint¨® el piso bajo la promesa de trabajar para la Xunta
Da Vinci restaur¨® la casa rectoral de Para?os tras comprarla el acusado
La juez que instruye un caso de corrupci¨®n generalizada en la rehabilitaci¨®n del patrimonio entre 2005 y 2009 tambi¨¦n investiga decenas de ingresos en efectivo por valor de 122.000 euros que el presunto cabecilla de la trama no ha podido justificar. Del informe policial se deduce que G¨®mez Gil, t¨¦cnico de Cultura, que decid¨ªa a qui¨¦n se adjudicaban las subvenciones, y presuntamente tambi¨¦n las empresas que las acomet¨ªan, cobr¨® en especies de las firmas favorecidas. El responsable de una de ellas ha confesado ante la polic¨ªa.
En el acta policial, el empresario repasa algunos de los favores requeridos por el t¨¦cnico de la Xunta. La instalaci¨®n de una ventana de aluminio en el cuarto de ba?o y la pintura de un piso situado en la R¨²a Camelias de Vigo, propiedad del t¨¦cnico de Patrimonio, todo por un coste de 3.500 euros, nunca fueron pagados a Montes Carballa. "El dicente le pint¨® todo el piso sin pagarle un solo duro", reza el informe policial, "coment¨¢ndole el tal Carlos [G¨®mez-Gil] a la hora de pagar, que no le pagaba con el fin de arreglarlo por alg¨²n lado, que iba a intentar beneficiarle por el trabajo realizado, entiende el dicente [Manuel Montes] a trav¨¦s de la gesti¨®n de Carlos en la Xunta".
Otro de los encargos recibidos por Da Vinci est¨¢ relacionado con la restauraci¨®n de la casa rectoral de Para?os, en el municipio pontevedr¨¦s de Covelo. El inmueble, que el funcionario G¨®mez-Gil adquiri¨® por 60.000 euros supuestamente a trav¨¦s de la red de contactos tejida desde su puesto en Cultura, se puso a la venta en Internet por 680.000 euros despu¨¦s de su reforma. En las obras, la firma de Montes "asumi¨® la direcci¨®n y los gastos que la misma gener¨®, los cuales ascienden a la cantidad aproximada de 70.000 euros". Da Vinci s¨®lo se embols¨® 15.000. "Por las cosas que Carlos [G¨®mez-Gil] le dec¨ªa, de que a ver c¨®mo lo soluciono, que voy a quitar un poco de aqu¨ª y otro poco de all¨¢, hizo pensar al declarante que el tal Carlos iba a aprovechar su trabajo en la conseller¨ªa para pagarle", contin¨²a la declaraci¨®n.
En el prolijo sumario de m¨¢s de 1.500 folios que acumula este caso, la polic¨ªa concluye que entre Carlos G¨®mez-Gil y el arquitecto de la Sociedad de Xesti¨®n do Xacobeo, Jos¨¦ Manuel Pichel, decid¨ªan qu¨¦ proyectos se subvencionaban con fondos p¨²blicos para despu¨¦s acudir a las ¨®rdenes religiosas que gestionaban iglesias y monasterios a imponerle las empresas que realizar¨ªan los trabajos. En varios contratos, las ayudas de la Xunta y del Xacobeo iban directamente a estas firmas sin pasar por ning¨²n intermediario.
Seg¨²n declar¨® ante los investigadores, Manuel Montes lleg¨® a pagar al supuesto cabecilla de la trama, "por miedo a perder lo que le deb¨ªan y a que le marcasen como restaurador al que no hay que darle m¨¢s obras y m¨¢s trabajo", dos tel¨¦fonos m¨®viles, un dispositivo manos libres, ruedas para el coche y "m¨²ltiples comidas y otras prebendas solicitadas por Carlos G¨®mez-Gil".
Pero la falta de pago y el incumplimiento de promesas tens¨® la relaci¨®n entre el empresario y el t¨¦cnico de Cultura. Las amenazas, m¨¢s o menos veladas, aparecen transcritas en las conversaciones telef¨®nicas intervenidas por la polic¨ªa durante el pasado verano. "Lo siento mucho, pero ella [otra t¨¦cnica de Cultura] me da el dinero que me debes o parte del mismo, o contr¨¢tate un abogado bueno y que te saque del problema, que yo m¨¢s ya no puedo esperar", llega a decir un desesperado Manuel Montes al imputado G¨®mez-Gil.
Entre los trabajos que Da Vinci hab¨ªa realizado para la Administraci¨®n figuran reformas en el convento de San Paio de Antealtares, en Santiago. Montes asegura en la declaraci¨®n que ¨²nicamente cobr¨® 3.000 de los 6.000 euros pactados inicialmente. "Carlos G¨®mez-Gil le dijo que la factura no se pod¨ªa hacer de m¨¢s de 4.500 euros", se?ala el informe, que concluye este apartado mencionando a otro de los imputados, Germ¨¢n Hermida. Hermida, encargado de "organizar las cuentas", "le dijo a Montes que si la quer¨ªa cobrar ten¨ªa que poner en la factura un texto determinado que no ten¨ªa nada que ver con la obra realizada".
Adem¨¢s de Da Vinci, el sumario cita a las empresas ?bside Restauraci¨®ns, que tambi¨¦n habr¨ªa trabajado en la reforma de la casa rectoral que compr¨® el principal imputado, M¨¢rquez Vieira CBC y Acanto Conservaci¨®n entre las que recibieron encargos de la trama de Patrimonio para restaurar Bienes de Inter¨¦s Cultural del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico. Carlos G¨®mez-Gil dej¨® hace cuatro meses su puesto en la Conseller¨ªa de Cultura y trabaja en la actualidad en el Museo Nacional de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica de Cartagena, en Murcia.
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