La presidencia evanescente
Ya no viene Obama. El rescate de Grecia se hizo sin Zapatero en la foto. Y el nuevo presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha tomado las riendas de la recuperaci¨®n econ¨®mica, uno de los ejes de la presidencia espa?ola de la UE. Se dir¨ªa que el semestre presidencial de Zapatero ya ha terminado. Que todo lo que quepa esperar a partir de ahora sea el normal desarrollo de esos estupendos consejos extraordinarios en los marcos incomparables de las ciudades de donde son originarios los titulares de cada una de las carteras. Con el aditamento de unas rimbombantes declaraciones destinadas a la gloria del olvido: la Declaraci¨®n de Donostia sobre ciencia y tecnolog¨ªa, la de C¨¢diz sobre la igualdad de g¨¦nero y las que seguir¨¢n. Nadie anular¨¢ estas reuniones ni cancelar¨¢ tan solemnes manifiestos, como hizo Obama con la Cumbre Transatl¨¢ntica, la renovaci¨®n de la Agenda Transatl¨¢ntica y la Declaraci¨®n de Interdependencia entre EE UU y Europa que se pretend¨ªa pasar a la firma.
Se dir¨ªa que el semestre europeo ya ha terminado y s¨®lo pueden salvarlo las cumbres mediterr¨¢nea y latinoamericana
La difuminaci¨®n de la presidencia espa?ola tiene dos causas. Una objetiva: la entrada en vigor del Tratado de Lisboa resta protagonismo al presidente del Gobierno que tiene a su cargo el semestre de turno. A pesar de ello, Zapatero habr¨ªa podido aprovechar la transici¨®n para tener todav¨ªa alg¨²n papel, puesto que Van Rompuy acaba de aterrizar y habr¨ªa sido del todo l¨®gico acompa?arle en sus primeros pasos en una especie de copresidencia. Si este papel cae en manos de Sarkozy, no hay duda de que el petit belge las habr¨ªa pasado canutas. La segunda causa de la presidencia evanescente es end¨®gena y responsabilidad de Zapatero: el plan de trabajo es una mezcla de sue?os de grandeza en los grandes eventos y falta de ideas pol¨ªticas en todo lo otro. La realidad es que, en ausencia de una fuerte y pragm¨¢tica ambici¨®n pol¨ªtica, la presidencia espa?ola ha quedado ahora sin pulso ni impulso.
Aunque no hay muchas razones para la euforia, todav¨ªa queda alg¨²n margen. Zapatero ha conseguido salir del escenario de los malos alumnos en el que se meti¨® en Davos, cuando compareci¨® con los presidentes de Grecia y Letonia, para sufrir el examen del presidente del Banco Central, Jean Claude Trichet. Despu¨¦s de las tormentas burs¨¢tiles, ha quedado claro que el problema est¨¢ en Atenas, aunque no haya quedado despejada del todo la incertidumbre sobre el peligroso nivel de endeudamiento espa?ol, principalmente el privado. Tambi¨¦n ha avanzado la idea del gobierno econ¨®mico del euro, bien interesante para Espa?a, aunque no por la capacidad de persuasi¨®n de nuestros gobernantes, sino por la fuerza de los hechos.
Una vez que ha quedado claro el rumbo mediocre del semestre espa?ol, ahora s¨®lo quedan dos cumbres a mano para que Zapatero levante un poco esta presidencia. La primera cita ser¨¢ en mayo, en Madrid, con la VI Cumbre UE-Am¨¦rica Latina y Caribe, una reuni¨®n bienal de la que dif¨ªcilmente saldr¨¢ el acuerdo de asociaci¨®n con Mercosur que ser¨ªa de desear. La segunda ser¨¢ en junio, en Barcelona, con la II Cumbre Euromediterr¨¢nea, que deber¨¢ coincidir con la puesta en marcha de la Secretar¨ªa Euromediterr¨¢nea en el Palacio de Pedralbes. No ayudar¨¢n a la primera ni el populismo boliviariano ni el desplazamiento de protagonismos que propulsa a Brasil al tiempo que hunde a la declinante UE. Para la segunda cita no falta la ambici¨®n, suministrada, sobre todo, por el empe?o de Sarkozy para que fructifique un proyecto que sali¨® del El¨ªseo; pero tampoco las ganas por parte de las autoridades locales: ¨¦sta es una excelente oportunidad para que Barcelona siga consolid¨¢ndose como la capital del Mediterr¨¢neo.
Har¨¢n bien, pues, las instituciones en arrimar el hombro, aunque s¨®lo sea por ego¨ªsmo y est¨¦n los catalanes en ¨¦poca de tocar a rebato electoral, para que luzca un poco m¨¢s la presidencia espa?ola al menos a partir de esta cumbre. Si los Veintisiete fueran, adem¨¢s, capaces de sustanciar alg¨²n avance en el proceso de paz entre israel¨ªes y palestinos, entonces el semestre quedar¨ªa plenamente salvado y justificado. Si no, habr¨¢ quedado en otra oportunidad perdida, difuminada por la crisis y la indolencia.
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