Otra semana de pasi¨®n
Hoy se inicia otra semana decisiva para la econom¨ªa espa?ola y, m¨¢s en general, para la europea. Los datos provisionales aportados por Eurostat el pasado viernes sobre el m¨¢s que limitado crecimiento del PIB continental no permiten ninguna alegr¨ªa: es pronto para decir que se ha superado la crisis de crecimiento. Entre las sorpresas mayores, el estancamiento de Alemania en un extremo, y la mayor ca¨ªda griega, en el contrario.
Con esos porcentajes an¨¦micos del PIB ser¨¢ imposible crear empleo, principal preocupaci¨®n ciudadana. As¨ª pues, la semana comienza como la anterior, con la mirada puesta en la evoluci¨®n de los mercados, en las reuniones de Bruselas para concretar el plan de salvaci¨®n de la econom¨ªa griega, y en el pleno del Congreso de los Diputados espa?ol donde Zapatero deber¨¢ actualizar, una vez m¨¢s, el diagn¨®stico y la evoluci¨®n de la coyuntura espa?ola y la pol¨ªtica econ¨®mica para enmendarla.
Zapatero no puede ir a las elecciones con un paro del 20% y un d¨¦ficit del 11%
La UE flexibiliz¨® criterios en 2005 a Francia y Alemania de forma temporal
Puede ser un calvario para ¨¦l si no ajusta ese diagn¨®stico. El problema del mismo no es s¨®lo de comunicaci¨®n, como equivocadamente se argumenta, sino de prioridades. El secretario de Estado de Econom¨ªa, Jos¨¦ Manuel Campa, asegura un d¨ªa en el road show con los inversores europeos que si la econom¨ªa espa?ola tiene que ampliar el ajuste reduciendo el gasto, lo har¨¢, y al siguiente, Zapatero anuncia a los diputados y senadores socialistas que aumentar¨¢ el gasto de la ayuda a los parados que se quedan sin seguro de desempleo. Lo cual es justo, pero contradictorio con lo anterior.
Las publicaciones liberales brit¨¢nicas, tan cr¨ªticas con el Gobierno espa?ol, se a?aden a la doctrina keynesiana del director gerente del FMI de que es pronto para retirar los paquetes de est¨ªmulo con un desempleo de casi el 20% de la poblaci¨®n activa, pero Espa?a, que cuenta con un d¨¦ficit fiscal oficial del 11,4%, ha sido uno de los primeros pa¨ªses en volver a la ortodoxia y anunciar que las reduce. Paradojas.
Zapatero deber¨¢ aclarar el dilema en el Congreso: ?cu¨¢l es la prioridad, el paro o el d¨¦ficit?, ?qu¨¦ combinaci¨®n de pol¨ªticas, que no resulten demasiado contradictorias, ser¨¢n las dominantes? El debate es central: con estas tasas de paro no podr¨¢ acudir a las elecciones generales con garant¨ªa alguna de ganarlas, pero con la desconfianza de los mercados y la consiguiente dificultad creciente de financiar la deuda p¨²blica es posible que no llegue a esas elecciones, dentro de dos a?os, en condiciones de normalidad.
Hay otro aspecto que no se subraya en estos momentos de dificultad: la falta de elasticidad del d¨¦ficit p¨²blico, a la hora de bajarlo. Reducir en s¨®lo tres a?os el d¨¦ficit desde los dos d¨ªgitos actuales hasta el 3% m¨¢ximo que implica cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo, es una tarea herc¨²lea llena de precipicios sociales.
El propio Keynes, que invent¨® la expansi¨®n de la demanda a trav¨¦s del dinero p¨²blico, para sustituir a la inversi¨®n privada cuando ¨¦sta se detiene, advirti¨® que la autopista del d¨¦ficit funciona a distintas velocidades: aumenta con mucha rapidez y disminuye con gran lentitud, por la acci¨®n de los intereses creados y la permanencia de necesidades sociales.
Las movilizaciones en Grecia contra los enormes sacrificios que se exigen a sus ciudadanos preanuncian las que se pueden producir en un pa¨ªs como Espa?a, en el que la paz social dentro de la crisis es uno de los principales activos que puede presentar el Gobierno.
Tiene raz¨®n Sami Na?r (C¨®mo materializar la solidaridad europea, EL PA?S del 13 de febrero) cuando exige una flexibilizaci¨®n de los criterios de convergencia (3% del PIB de d¨¦ficit, 60% de deuda p¨²blica y una inflaci¨®n m¨¢xima del 1,5%) que permita a los pa¨ªses afectados jugar con los d¨¦ficit p¨²blicos y el endeudamiento, dentro de un marco definido por Bruselas, y por un periodo determinado. Esta flexibilidad fue de hecho concedida a Francia y Alemania en marzo de 2005 a t¨ªtulo excepcional y temporal para que emprendieran reformas escalonadas en el tiempo. Ello "deber¨ªa convertirse en un derecho mientras no se haya alcanzado un cierto grado de convergencia entre las econom¨ªas implicadas en el euro".
"La solidaridad europea tendr¨ªa as¨ª un contenido real". No vaya a ser que quienes se opongan a esta flexibilidad sean los mismos que no tuvieron en cuenta ninguna regla cuando hubo que ayudar al sistema financiero con todo tipo de muletas, y esto se convierta en un infierno.
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