Fabra prepara una sucesi¨®n tranquila y ordenada
El presidente del PP de Castell¨®n exhibe a Moliner como su sucesor
![Mar¨ªa Fabra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff32ea01f-8a17-4642-b59c-6f7d5689ddd4.png?auth=08bb75c1c2441b902e44c0965c98cd4542b2cc362c9bffd1b3a3ee4a64390915&width=100&height=100&smart=true)
El presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y presidente provincial del PP, Carlos Fabra, ya anunci¨® en junio del a?o pasado su intenci¨®n de no volver a presentarse como candidato a ning¨²n proceso electoral. Ahora, Fabra prepara una sucesi¨®n tranquila y muy controlada. Pero si alguien cree que est¨¢ dispuesto a perder todo su poder de un plumazo, los escenarios y las hip¨®tesis que baraja dejan claro que no tiene la menor intenci¨®n de quedarse reducido a un simple ciudadano de a pie. Desde luego, no a medio plazo.
La mejor f¨®rmula para que todo salga seg¨²n lo previsto es contemplar todas las posibilidades. Y en eso trabaja. De momento, en la ¨²ltima reuni¨®n de la directiva provincial se acord¨® crear comisiones para controlar la confecci¨®n de listas en todos los municipios de m¨¢s de 3.500 habitantes y as¨ª evitar cualquier movimiento que perturbe la sucesi¨®n. Adem¨¢s, el presidente provincial aprovech¨®, para que todos tuvieran "clarito", que su apuesta es el vicealcalde de Castell¨®n, Javier Moliner, a quien en diciembre de 2008 ya promocion¨® con el cargo de adjunto a la presidencia del PP.
Carlos Fabra sabe que algunos de sus planes dependen de c¨®mo evolucione la delicada situaci¨®n del PP en la Comunidad Valenciana. Pese a estar al margen del caso G¨¹rtel, la continuidad o el relevo del presidente auton¨®mico, Francisco Camps, le condiciona. Si Camps no repite y el PP opta por el alcalde de Castell¨®n, Alberto Fabra, como sustituto, el consistorio castellonense no s¨®lo quedar¨ªa descabezado sino con un ¨²nico candidato, Javier Moliner, para ocupar dos puestos; la alcald¨ªa y la presidencia de la Diputaci¨®n. Si ¨¦ste se decantara por la alcald¨ªa, porque la provincia no puede descuidar los votos de la capital de La Plana, se optar¨ªa por uno de los actuales vicepresidentes de la instituci¨®n provincial. Francisco Mart¨ªnez es el que parece contar con m¨¢s puntos.
Si Francisco Camps repite en Valencia, las fichas del rompecabezas son mucho m¨¢s f¨¢ciles de encajar porque Alberto Fabra seguir¨ªa en la alcald¨ªa y Moliner pasar¨ªa a la Diputaci¨®n.
El ensalzamiento del vicealcalde no gust¨® a ninguno de los segundos de Fabra que mostraron una resistencia testimonial. Pero ahora se sienten mejor al lado de Moliner, tal como aclaran algunos de sus compa?eros de partido. En cualquier caso, las elecciones locales y auton¨®micas se celebrar¨ªan antes del congreso provincial, con lo que Carlos Fabra controlar¨ªa todo el proceso desde la direcci¨®n del partido. Controlar¨ªa las candidaturas y su sucesi¨®n en la presidencia de la Diputaci¨®n. Si fuera ocupada por Moliner, la sucesi¨®n se vestir¨ªa de renovaci¨®n pero ¨¦sta seguir¨ªa tutelada por el omnipresente Fabra, que jugar¨ªa su baza de ¨²nico garante del apoyo de toda la provincia y dispuesto a "sujetar" a los vicepresidentes. Si la Diputaci¨®n fuera finalmente presidida por Mart¨ªnez, ¨¦ste se volver¨ªa a mostrar colaborador con las decisiones de su presidente. Desde esta posici¨®n, adem¨¢s, Carlos Fabra quedar¨ªa al margen de la primera l¨ªnea de fuego y la causa judicial que a¨²n tiene pendiente dejar¨ªa de ser rentable para su adversario pol¨ªtico.
Pese a todo, Carlos Fabra no parece querer descartar que la saga familiar contin¨²e y no quede al margen de su herencia pol¨ªtica. ?l mismo lanz¨® el globo-sonda de que su hija Andrea podr¨ªa sucederle al frente de la Diputaci¨®n, pero ¨¦l mismo se ha encargado de desestimar esta posibilidad. Con ello logr¨® captar la reacci¨®n en el seno del PP a su primer anuncio y, a continuaci¨®n, mostrar su disposici¨®n a sacrificar a su hija a cambio de que no hubiera ninguna alternativa a su apuesta real: Javier Moliner. Adem¨¢s, si la investigaci¨®n judicial llegara a sentarle en el banquillo, la descarga de cr¨ªticas tendr¨ªa a su hija como un blanco f¨¢cil. Y es que en el PP est¨¢n convencidos de que la acusaci¨®n de tr¨¢fico de influencias no se sostendr¨¢, aunque admiten que, "quiz¨¢", la de fraude fiscal podr¨ªa llevarle ante el juez.
Todo puede cambiar en un horizonte m¨¢s lejano, tras las auton¨®micas, y en el per¨ªodo previo a las generales. Fabra convocar¨¢ el congreso en el momento que considere m¨¢s oportuno (si cumple el mandato habitual, lo har¨¢ a finales de 2011) y con la posibilidad de mantener la bicefalia, por un lado la presidencia de la Diputaci¨®n y por otro la presidencia del partido. As¨ª, podr¨ªa ceder su legado a Andrea, a la que el cargo org¨¢nico no impedir¨ªa mantener su puesto de diputada en Madrid.
La estrategia s¨®lo topa con un hecho. La "distancia sideral", tal como la ha calificado uno de sus compa?eros, existente entre la hija de Fabra y su protegido pol¨ªtico, Javier Moliner.
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