El futuro de la misi¨®n en Afganist¨¢n abre una crisis en el Gobierno holand¨¦s

El futuro de la participaci¨®n de Holanda en la misi¨®n de Afganist¨¢n ha sumido al Gobierno de centro-izquierda en una profunda crisis que amenaza su estabilidad misma. La raz¨®n es la negativa de los socialdem¨®cratas a atender la petici¨®n de la OTAN de permanecer un a?o m¨¢s en la provincia de Uruzg¨¢n. La tarea encomendada a Holanda es la de adiestrar a la polic¨ªa local. Democristianos y calvinistas, los otros dos socios de la coalici¨®n en el poder, s¨ª quieren continuar en la zona.

"Lo consideramos una responsabilidad internacional y deseamos analizar todas las posibilidades ahora sobre la mesa", afirm¨® el primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende. Por el contrario, el vicepresidente y ministro de Hacienda, el laborista Wouter Bos, quiere honrar su promesa electoral de retirar las tropas a finales de este a?o.

La sombra de esta crisis avanzaba anoche cuando a¨²n no se ha aclarado el ambiente de un conato anterior. ?ste fue provocado por un informe oficial difundido en enero que critic¨® la presencia de Holanda en Irak y acus¨® al Gobierno de no informar debidamente al Parlamento. Entonces la ruptura se evit¨® al admitir el Ejecutivo sus errores. Ahora hay otras urgencias. A los socialdem¨®cratas les urge ganar este pulso porque los sondeos anuncian grandes p¨¦rdidas de votos para su partido en las pr¨®ximas elecciones municipales del 3 de marzo. El Gobierno tiene de plazo hasta el 1 de marzo para decidir el futuro de la misi¨®n en Afganist¨¢n.

Mientras, la operaci¨®n militar contra los talibanes en la provincia de Helmand (sur de Afganist¨¢n) permiti¨® ayer por primera vez que ondeara la bandera afgana en un territorio del que el Gobierno central llevaba a?os ausente. Del orden de 1.100 polic¨ªas especiales empezaron a tomar posiciones, seg¨²n el portavoz del Ministerio del Interior, Zemerai Bashary. Bashary particip¨® en una videoconferencia con la sede central de la OTAN en Bruselas, en la que se?al¨® que el despliegue de los polic¨ªas en los distritos de Marjah y Nad Al¨ª se ha producido antes de lo esperado. El Gobierno se plantea desplegar hasta 1.600 polic¨ªas en ambos distritos para conservar el territorio ganado a los talibanes una vez se retiren los soldados.