Ung¨¹ento de serpiente
William Rockefeller, padre de John D. Rockefeller, iba por los pueblos del salvaje Oeste vendiendo ung¨¹ento de serpiente, que serv¨ªa para curar todos los males, el dolor de muelas, problemas intestinales, cefaleas, etc¨¦tera. Era un vendedor ambulante con chistera, de los que vemos en los western, que daba una charla sobre las curas milagrosas subido en el estante del carromato tirado por caballos, y luego hu¨ªa a otro poblado.
Lo describen Akerlof y Shiller en su Animal Spirits para luego hacer una analog¨ªa entre el cuentista y esos economistas que durante tres d¨¦cadas predicaron la desregulaci¨®n como el moderno ung¨¹ento de serpiente para arreglar los problemas del mundo. Robert Skidelski opina que la causa principal de la crisis est¨¢ en el fracaso intelectual de las ideas dominantes en ese periodo; fue esa ideolog¨ªa la que legitim¨® la desregulaci¨®n de los mercados, y fue la desregulaci¨®n de las finanzas la que llev¨® a la explosi¨®n espuria del cr¨¦dito que produjo la escasez del cr¨¦dito, madre de la Gran Recesi¨®n. Las pr¨¢cticas de los banqueros abusones y opacos, de las agencias de calificaci¨®n con conflictos de intereses, de los hedge funds que especulan con posiciones cortas, de los bancos centrales ciegos, los reguladores tolerantes o los Gobiernos predispuestos fueron posteriores a esas ideas plat¨®nicas de eficiencia perfecta.
S¨®lo ahondando en la fuente de los errores y los esc¨¢ndalos que han llevado al empobrecimiento de las sociedades puede subrayarse el sistema de ideas que dio lugar a aqu¨¦llos. Con motivo de la salida t¨¦cnica de la Gran Recesi¨®n, en muchos pa¨ªses se est¨¢ generando una muy interesante confrontaci¨®n de ideas. Por ejemplo, en Reino Unido. Hace unos d¨ªas, una veintena de economistas firmaban una carta en el Sunday Times en la que demandaban a Gordon Brown un recorte m¨¢s r¨¢pido del desequilibrio presupuestario. Brown hab¨ªa declarado que no es el momento de recortar el gasto p¨²blico ni las ayudas y las inversiones p¨²blicas porque eso llevar¨ªa a Reino Unido a una situaci¨®n de mayor recesi¨®n. "2010 ha de ser el a?o del crecimiento en el que las econom¨ªas deben salir adelante. Es el momento de la recuperaci¨®n".
Poco despu¨¦s, otro grupo de 60 economistas (entre los que se encontraban Stiglitz y Robert Solow, ambos premios Nobel, Skidelsky, Layard Layard, etc¨¦tera) publicaban dos cartas en el Financial Times en las que apoyaban el plan de recorte progresivo, y no traum¨¢tico, del d¨¦ficit. Mientras el paro siga tan alto ser¨ªa contraproducente reducir el gasto p¨²blico m¨¢s all¨¢ de los recortes ya planeados para el ejercicio fiscal 2010-2011, equivalentes a un 1% del PIB brit¨¢nico. Mayores reducciones no traer¨ªan consigo un aumento de la actividad del sector privado y podr¨ªan incluso frenarla; los autores de una de las cartas recordaban que la historia est¨¢ plagada de ejemplos de retiradas prematuras de los est¨ªmulos, como los casos de EE UU en 1937 y de Jap¨®n en 1997. "Si el Gobierno gasta menos y ahorra m¨¢s de lo previsto, lo m¨¢s seguro es que no impulse la recuperaci¨®n".
Quiz¨¢ contagiado por ese debate, Zapatero, que participaba con Gordon Brown en un seminario de Policy Network, un think tank laborista, sobre la estrategia tras la crisis, matiz¨®, una vez m¨¢s, la graduaci¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica. Seg¨²n la web de La Moncloa, el presidente dijo: el d¨¦ficit se reducir¨¢ "cuando la recuperaci¨®n sea activa, no s¨®lo pensando en los intereses a corto o medio plazo de algunos fondos (...) Vamos a reducir el d¨¦ficit, pero no a costa de perjudicar la cohesi¨®n social". Se reducir¨¢ "con la m¨¢xima austeridad para poder invertir en la econom¨ªa productiva". M¨¢s all¨¢ de la correcci¨®n de su propuesta, Zapatero deber¨ªa aclarar definitivamente cu¨¢l es la prioridad y la graduaci¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica. Para poder abrir el mismo debate que en Reino Unido sin una situaci¨®n abusiva en la que a trav¨¦s de las declaraciones en los diferentes foros en que participa (los road show con los inversores, el Parlamento, los seminarios partidistas, encuentros internos de la familia socialista) el Gobierno abarque todas las posiciones: una y la contraria. Porque entonces no hay forma de aclararse ni de debatir el dilema central de la pol¨ªtica econ¨®mica de hoy.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.