El temporal de lluvias causa en Madeira 42 muertos y 101 heridos
Los corrimientos de tierra destruyen muchas infraestructuras de la isla portuguesa
Barro, piedras, agua y cad¨¢veres eran los protagonistas de la imagen que presentaban ayer diversas zonas de la isla portuguesa de Madeira, como Ribeira Brava (al oeste de la capital, Funchal), una de las m¨¢s afectadas por las lluvias torrenciales del s¨¢bado pasado. El ¨²ltimo balance oficial daba cuenta de 42 muertos, 101 heridos, 250 desalojados y un n¨²mero indeterminado de desaparecidos.
Francisco Ramos, secretario de Asuntos Sociales del Gobierno regional, no descart¨® que la cifra de v¨ªctimas mortales sea m¨¢s elevada, "dadas las circunstancias del desastre". Se trata del temporal m¨¢s violento que sufre esta regi¨®n aut¨®noma de Portugal desde el a?o 1993.
La zona de Ribeira Brava segu¨ªa ayer sumida en el caos mientras los equipos de rescate y los bomberos luchaban por desbloquear las v¨ªas de acceso. La zona alta de esta localidad permanece incomunicada, ya que la ¨²nica v¨ªa de acceso ha quedado borrada del mapa por los derrumbes y desprendimientos. La carretera que conduce al norte de la isla a trav¨¦s del t¨²nel de Encumeada est¨¢ cortada, el pavimento de un tramo ha desaparecido por completo y lo ¨²nico visible son agujeros, destrozos, piedras y barro.
No hay turistas entre las v¨ªctimas, seg¨²n el presidente auton¨®mico
Los deslizamientos de tierras destruyeron buena parte de las infraestructuras de la isla, dejando incomunicados pueblos enteros. Muchas calles de Funchal quedaron convertidas en r¨ªos de barro. "Parec¨ªa un tsunami", contaba un brasile?o residente en la isla, que presenci¨® la destrucci¨®n de su casa por ¨¢rboles y torres el¨¦ctricas arrancados de cuajo.
Entre la poblaci¨®n de la regi¨®n, de 260.000 habitantes y concentrada en un 90% en la isla que da nombre al archipi¨¦lago, se vivieron momentos de p¨¢nico durante las 15 horas de lluvias torrenciales registradas el s¨¢bado.
Neusa Abreu pudo salvarse con su hijo de 13 a?os cuando sinti¨® temblar su casa, en la zona baja de Funchal, por la s¨²bita fuerza de una riada. Se uni¨® a ella otro chico que no pudo encontrar a su familia hasta varias horas despu¨¦s, y mientras sorteaban las pendientes para no ser barridos por el agua y las piedras vieron un cad¨¢ver flotar calle abajo.
En la lujosa urbanizaci¨®n de Pena, donde vive el presidente del Gobierno regional, Alberto Jo?o Jardim, la riada se llev¨® un cami¨®n de bomberos, que arrastr¨® a su vez a varios coches, en cuyo interior se encontraban un ni?o y varios adultos.
No lejos de all¨ª, los efectivos de protecci¨®n civil tuvieron que rescatar el cuerpo de un cr¨ªo arrastrado por el agua y finalmente atascado en un desag¨¹e. En otra zona del norte de la ciudad, un taxi lleno de pasajeros acab¨® en el jard¨ªn de una casa, mientras en Trapiche, tambi¨¦n en la parte alta de Funchal, se inform¨® del fallecimiento de una anciana que no sobrevivi¨® a la impresi¨®n de ver desmoronarse su casa.
Un avi¨®n militar y de transporte con equipos de rescate, incluidos submarinistas, lleg¨® ayer a Funchal desde Lisboa. Una fragata de la Armada portuguesa navega hacia Madeira para ayudar en las labores de b¨²squeda de v¨ªctimas y de reconstrucci¨®n de puentes. El Gobierno ha desplazado tambi¨¦n un equipo de m¨¦dicos forenses para acelerar la identificaci¨®n de los cad¨¢veres y refuerzos de los efectivos de bomberos y protecci¨®n civil del continente.
El presidente auton¨®mico Jardim declar¨® que no hay turistas entre las v¨ªctimas. Madeira, que la semana pasada celebr¨® sus desfiles anuales de carnaval, recibe numerosos visitantes procedentes de Reino Unido. El primer ministro portugu¨¦s, Jos¨¦ S¨®crates (socialista), viaj¨® el s¨¢bado a Madeira y prometi¨® toda la ayuda que el Gobierno regional solicite en esta situaci¨®n.
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