"La violencia en M¨¦xico no se resuelve con la polic¨ªa"
"La violencia en M¨¦xico no se resuelve con la polic¨ªa"Marcelo Ebrard
No debe ser f¨¢cil gobernar una de las ciudades m¨¢s grandes del mundo, capital de un pa¨ªs enfrascado en una guerra contra el narcotr¨¢fico que en los ¨²ltimos tres a?os se ha llevado por delante la vida de m¨¢s de 17.000 personas (a¨²n no est¨¢ contabilizado el n¨²mero de hu¨¦rfanos ni de viudas). Tampoco ser un alcalde progresista en el coraz¨®n de un pa¨ªs eminentemente conservador, ni pretender llevar a la izquierda mexicana, hoy rota en mil pedazos, a la presidencia de la Rep¨²blica en 2012. Aun as¨ª, Marcelo Ebrard, de 50 a?os, jefe de Gobierno (alcalde) de la ciudad de M¨¦xico por el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, no pierde el sentido del humor. Recibe al corresponsal en su despacho, con la m¨²sica cl¨¢sica a un volumen considerable, y se excusa con iron¨ªa: "Es para que no nos escuchen los esp¨ªas de Los Pinos
"Somos un pa¨ªs donde el 33% de la riqueza nacional la tiene el 10%. Eso es escandaloso"
"S¨ª, yo estoy ah¨ª, en esa contienda (para ser el candidato de la izquierda)"
"Calder¨®n lleg¨® al poder en 2006 con la munici¨®n del miedo. No ha sabido generar un liderazgo"
"La homosexualidad es una de las grandes causas de exclusi¨®n y de represi¨®n en M¨¦xico"
[la sede de la presidencia de la Rep¨²blica]".
Pregunta. Un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, M¨¦xico est¨¢ en boca de todo el mundo por la violencia. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
Respuesta. Somos un pa¨ªs donde el 39% de la riqueza nacional la tiene el 10%. Eso es escandaloso. Pero lo es todav¨ªa m¨¢s que la contribuci¨®n de ese 39% al erario p¨²blico no rebase el 6% del producto. Hay una gran concentraci¨®n de la renta y una gran debilidad del Estado para corregirlo. No hay m¨¢s que recorrer M¨¦xico y visitar las escuelas o los hospitales: la infraestructura es muy antigua. A esto hay que agregar que m¨¢s o menos el 50% de los j¨®venes no est¨¢ en la escuela. ?Por qu¨¦? Muchos de ellos, porque no tienen recursos. La juventud tiene muy pocas expectativas de mejorar y, por eso, para el narcotr¨¢fico es muy f¨¢cil reclutar, tener apoyo, crecer. Yo estoy convencido de que la ¨²nica estrategia a medio plazo, eficaz, para combatir al narcotr¨¢fico ser¨ªa una estrategia muy vigorosa de inclusi¨®n social.
P. ?Y usted cree que no se est¨¢ llevando a cabo?
R. Mire, el problema de la violencia en M¨¦xico no lo vamos a resolver con la polic¨ªa. Es un error pensar eso. Estamos gastando 16.000 millones de pesos (923 millones de euros) en armas, en esta cosa de la guerra, que a m¨ª ya el t¨¦rmino guerra me estorba mucho, porque la guerra es la excepci¨®n del Estado de derecho... ?Por qu¨¦ no invertimos en apoyar, respaldar, entender a toda una generaci¨®n? F¨ªjese en este dato: la mitad de los j¨®venes mexicanos no est¨¢ yendo a la escuela. ?La mitad...! ?Por qu¨¦ no ponemos el esfuerzo en eso? Pero no, el Gobierno federal no est¨¢ poniendo la atenci¨®n en eso. Su estrategia es m¨¢s represiva. Y yo le puedo demostrar, con datos de la ciudad de M¨¦xico, que apostar por la inclusi¨®n da resultados. Y en algunos casos, inmediatos. Tenemos a 230.000 j¨®venes con becas. Y nuestro porcentaje de deserci¨®n escolar es ya el m¨¢s bajo de todo el pa¨ªs. Estamos intentando comunicarnos con los j¨®venes, entendernos con ellos de otra forma distinta de la represi¨®n.
P. De forma paralela a los graves problemas del narcotr¨¢fico o la violencia, da la impresi¨®n de que M¨¦xico pierde peso en el concierto internacional. La comparaci¨®n desventajosa con la pujanza de Brasil hiere el orgullo mexicano.
R. Estamos perdiendo terreno en Am¨¦rica Latina, pero tambi¨¦n frente a Europa e incluso frente a Estados Unidos. Pero es un fen¨®meno que tiene que ver, adem¨¢s de con la pol¨ªtica exterior, con las propias expectativas internas. No veo que tengamos una serie de causas a nivel nacional que nos hagan estar especialmente orgullosos del pa¨ªs. De hecho, ?cu¨¢les ser¨ªan hoy las causas nacionales? Tienes una guerra declarada con el narco -una guerra defensiva seg¨²n dice el propio Gobierno-, y eso es algo que no creo que entusiasme a nadie. Las guerras no entusiasman a nadie, o al menos a nadie sensato. Y no hay nada m¨¢s. Nada que pueda entusiasmar, nada que movilice a los j¨®venes, que les d¨¦ esperanzas. En el a?o 2000 se pens¨® que con la alternancia en el poder
[con el final de los 70 a?os de hegemon¨ªa del PRI] iban a pasar muchas cosas, que la econom¨ªa iba a ir a mejor, que la justicia tambi¨¦n iba a mejorar. Pero nada de eso pas¨®. Y ahora vivimos en el desencanto.
P. ?Hasta qu¨¦ punto tienen que ver los problemas de M¨¦xico con una aparente falta de liderazgo del presidente Felipe Calder¨®n?
R. Yo creo que es un hombre, por su propio perfil, su forma de ser, bastante encerrado. Prefiere siempre al incondicional, al m¨¢s cercano, no necesariamente al m¨¢s talentoso. Hoy su gabinete es menos representativo de lo que era o lo que pens¨¢bamos que podr¨ªa llegar a ser. F¨ªjese en el ¨²ltimo suceso: el secretario de Gobernaci¨®n renuncia al partido que sustenta al Gobierno (el PAN) porque se descubri¨® que estaba llegando a un acuerdo con otros partidos a espaldas del propio presidente... Parece grav¨ªsimo, ?no? Deja al descubierto que est¨¢n en un juego defensivo, de corto plazo, sin grandes iniciativas. No hay que olvidar que Calder¨®n lleg¨® al poder en 2006 con la munici¨®n del miedo. Y a partir de ah¨ª no ha sabido generar ning¨²n tipo de liderazgo.
P. ?Usted cree que ya se agot¨® su mandato?
R. Yo dir¨ªa que s¨ª, porque est¨¢ atorado con su tema de la guerra. Esto es como la guerra de Vietnam, valga la comparaci¨®n a t¨ªtulo ilustrativo. Se ha metido en una guerra donde nunca va a tener una victoria suficiente, y en el camino su desgaste es cada vez mayor. Yo creo que entre los que le rodean habr¨¢ gente inteligente que estar¨¢ pregunt¨¢ndose: "Y ahora, ?c¨®mo salimos de esto?".
P. Hablemos de la izquierda. ?Qu¨¦ hace falta para que en M¨¦xico -un pa¨ªs con m¨¢s de un 40% de pobres- la izquierda sea una alternativa real de gobierno?
R. Yo creo que en 2006 gan¨® Andr¨¦s Manuel -L¨®pez Obrador, el candidato del PRD que denunci¨® un fraude electoral a favor de Felipe Calder¨®n-, lo cual demuestra que s¨ª se puede llegar al poder desde una posici¨®n de izquierda. Pero s¨ª es verdad que tenemos que hacer una autocr¨ªtica: demasiadas divisiones, demasiado personalismo, pr¨¢cticas antiguas... Ante las elecciones de 2012 s¨®lo nos quedan dos caminos. O nos unimos todas las fuerzas de la izquierda alrededor de un solo candidato o candidata, con unas reglas del juego muy claras, sin elecciones internas a lo Dante Alighieri, o nos quedamos en nada: un partido testimonial, con el 12% de los votos. Hace falta una izquierda fuerte, que desplace al PRI de un lugar que no le corresponde. El reto ahora es preparar a la izquierda para llegar al poder en 2012. En el pasado no se ha podido, se han cometido errores, pero tambi¨¦n se ha estado muy cerca, en 1988 con Cuauht¨¦moc y en 2006 con Andr¨¦s Manuel.
P. ?Y usted estar¨ªa dispuesto a ser el candidato de la izquierda?
R. S¨ª. Yo estoy ah¨ª, en esa contienda, pero tambi¨¦n estoy en la decisi¨®n de acatar lo que resulte. Y lo digo en serio, no como postura pol¨ªtica. Creo que es lo m¨¢s sensato, casi es un imperativo ¨¦tico muy esencial que tenemos quienes estamos en esta cosa. Le voy a decir por qu¨¦: no me quiero poner dram¨¢tico, pero si nosotros en las elecciones de 2012 s¨®lo logramos un resultado testimonial -ese 12% de los votos-, ya no levantaremos cabeza en 10 a?os. Y no tenemos derecho a hacer eso. Porque qui¨¦n si no nosotros va a corregir que el 39% de la riqueza de M¨¦xico est¨¦ en manos del 10% que paga el 6%... Eso es lo que hay que corregir. Y sin una izquierda fuerte no se va a poder corregir.
P. ?Usted cree de verdad que la izquierda puede ganar en 2012 por primera vez en la historia de M¨¦xico?
R. Yo creo que s¨ª, que es muy posible, y que hay condiciones muy favorables para que suceda. Pero hace falta que nos unamos, que nos organicemos, que tengamos una propuesta suficientemente clara. Si los pol¨ªticos de la izquierda somos capaces de hacer una propuesta suficientemente clara, una parte importante de los mexicanos se movilizar¨¢ con nosotros. Tenemos que demostrar grandeza pol¨ªtica con nuestra gente. El electorado de izquierda es un electorado inteligente, informado, y muy exigente. Ya no nos podemos permitir seguir defraud¨¢ndolo.
P. Llama la atenci¨®n que, estando usted en esa carrera por la candidatura, haya tomado la decisi¨®n de legalizar las bodas entre homosexuales en la ciudad de M¨¦xico. Se le ha echado encima medio pa¨ªs...
R. Antes de tomar la decisi¨®n hubo quien me advirti¨®: "Cuidado, que esto puede ser muy costoso electoralmente hablando". Yo respond¨ª dici¨¦ndoles: "Miren, lo m¨¢s costoso que podemos hacer en estos temas de principios, de convicciones, es ser oportunistas". Desde luego, tiene un coste electoral, pero son decisiones de las que siempre podremos estar orgullosos porque significan reconocer derechos a las personas. La homosexualidad es una de las grandes causas de exclusi¨®n, de represi¨®n en la sociedad mexicana. Genera gran sufrimiento, una persecuci¨®n por razones sexuales terrible, y ni siquiera genera debate p¨²blico. As¨ª que nosotros hemos dicho: "Esto hay que cambiarlo", y hemos aprobado el matrimonio y el derecho de los homosexuales a adoptar... Y adem¨¢s la izquierda lleva ya 12 a?os en el Gobierno de la ciudad, ?cu¨¢nto m¨¢s ten¨ªamos que esperar?
P. Pues la Iglesia est¨¢ con usted que se sube por las paredes...
R. La Iglesia cat¨®lica ha tomado una posici¨®n muy radical. Dice que los de izquierdas somos los enemigos de Dios. Est¨¢n moviendo al Gobierno federal y a los dem¨¢s Estados de la Rep¨²blica en nuestra contra. Ya lo hicieron con la interrupci¨®n del embarazo. Me parece un gran desatino. Pero si hay un problema con la Iglesia, enfrent¨¦moslo. Lo que no tendr¨ªa sentido es que renunci¨¢semos a nuestros principios o a las banderas que enarbolamos en la campa?a electoral porque tengamos temor a la reacci¨®n de la Iglesia. Si sucumbimos a ese miedo, ?ad¨®nde vamos? Tendr¨ªamos que mandar nuestro programa para que lo aprobara la Iglesia...
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