"Lo peor es haber perdido la credibilidad"
El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, habla en esta entrevista sobre los errores cometidos por su pa¨ªs en el pasado y las consecuencias para la zona del euro, que le obligan a tomar medidas inaplazables.
Pregunta. Su pa¨ªs ha perjudicado al euro y sumido a Europa en una grave crisis. ?Hasta qu¨¦ punto est¨¢n mal las cosas en Grecia?
Respuesta. Lo peor no es la deuda p¨²blica, sino el haber perdido nuestra credibilidad. Sabemos que nos enfrentamos a grandes problemas de los que somos culpables los propios griegos. Se han cometido graves errores. Pero los ciudadanos nos han elegido porque desean un cambio.
P. Durante a?os, Grecia ha falseado las estad¨ªsticas para ocultar al resto de Europa la enorme deuda p¨²blica de 271.000 millones de euros y un d¨¦ficit fiscal del 12,7% del PIB. ?C¨®mo es que nadie se hab¨ªa dado cuenta?
"Nuestro sistema pol¨ªtico alienta el despilfarro y el nepotismo"
"Queremos pasar de ser un mal ejemplo a ser ejemplares"
"El recorte ser¨¢ muy doloroso. Pero es una cuesti¨®n de supervivencia"
"Nadie serio piensa en que Grecia abandone la uni¨®n monetaria"
R. Buena pregunta; tambi¨¦n nosotros nos la planteamos. Hemos iniciado una investigaci¨®n parlamentaria. Nadie pod¨ªa imaginar algo de tales proporciones.
P. ?A qui¨¦n le corresponde esta responsabilidad? ?S¨®lo al anterior director del Instituto de Estad¨ªstica, al que se culpa desde todos los sectores, o tambi¨¦n le incumbe personalmente a su predecesor, Kostas Karamanlis?
R. Por supuesto que un ¨²nico funcionario del Instituto de Estad¨ªstica, que debe su puesto al nombramiento pol¨ªtico de un Gobierno anterior, no es el ¨²nico responsable. Pero no quiero emitir juicios antes de que concluyan las investigaciones.
P. Usted tambi¨¦n ha acusado a la Comisi¨®n Europea de haber mirado hacia otro lado.
R. En el pasado, la UE habr¨ªa podido ejercer un control m¨¢s riguroso del cumplimiento efectivo del pacto de estabilidad... tambi¨¦n en nuestro caso. En el futuro, tendremos que hacer posible que el Eurostat acceda directamente a los datos de cada pa¨ªs miembro. ?sa ha sido nuestra propuesta, pero no todos los pa¨ªses quieren tanta transparencia.
P. ?No pretende desplazar as¨ª una parte de la responsabilidad?
R. No, no pretendo decir lo mala que es Europa. La UE es una organizaci¨®n ¨²nica, pero tiene que reconocer que el que haya podido ocurrir algo as¨ª tambi¨¦n supone un fracaso de sus instituciones. No puede repetirse jam¨¢s.
P. Muchos pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n europeos critican duramente a su pa¨ªs. Hay quien llega a exigir la exclusi¨®n de Grecia de la eurozona.
R. En parte, puedo entender las cr¨ªticas. Pero ahora todos tenemos que tener cuidado de no dirimir discusiones emocionalmente subidas de tono a trav¨¦s de los medios. Por ejemplo, muchos pol¨ªticos han subrayado p¨²blicamente que no quieren acudir al rescate de Grecia. Pero nosotros jam¨¢s hemos pedido que se nos rescate. Pese a ello, se act¨²a como si lo hubi¨¦ramos hecho. Estas informaciones falsas son muy peligrosas en la dif¨ªcil situaci¨®n de la econom¨ªa mundial.
P. ?Qu¨¦ le hace tener tanta confianza en que podr¨¢ superar esta crisis por s¨ª mismo? Sus objetivos son tremendamente ambiciosos. Ning¨²n pa¨ªs de la eurozona ha conseguido nada equiparable.
R. No creo que eso sea as¨ª. Alemania ten¨ªa objetivos muy ambiciosos y los alcanz¨®.
P. Alemania no tuvo que reducir su d¨¦ficit presupuestario del 12,7 al 3% del PIB en tres a?os.
R. Es realmente dif¨ªcil. Si nuestro Estado funcionara bien, tendr¨ªamos menos margen. Pero como hay en todas partes tanto despilfarro, es tambi¨¦n mucho lo que podremos ahorrar.
P. P¨®nganos un ejemplo.
R. El a?o pasado, una investigaci¨®n de la OCDE concluy¨® que los hospitales p¨²blicos griegos eran extremadamente corruptos. Constat¨® que podr¨ªa ahorrarse el 30% de los gastos. Los hospitales tuvieron el a?o pasado un d¨¦ficit de 7.000 millones de euros. En Alemania, un stent para operaciones del coraz¨®n cuesta en torno a los 500 euros; en nuestro pa¨ªs, de 2.000 a 2.500 euros. La culpa es de la corrupci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ funciona tan mal el Estado griego?
R. En las administraciones y empresas p¨²blicas la corrupci¨®n, por desgracia, est¨¢ muy extendida. Nuestro sistema pol¨ªtico alienta el nepotismo y el despilfarro. Todo eso ha socavado nuestro ordenamiento jur¨ªdico y la confianza en el funcionamiento del Estado. Una de las consecuencias es que muchos ciudadanos no pagan sus impuestos.
P. Es decir, que en la pr¨¢ctica tiene que reformar el pa¨ªs entero.
R. Tendr¨ªamos que interpretar la crisis como una oportunidad para abordar las reformas necesarias. Ya hemos tomado decisiones importantes: recortaremos los salarios de los funcionarios, elevaremos la edad de jubilaci¨®n y los impuestos sobre el petr¨®leo. Planeamos una reforma fiscal que grave m¨¢s a quienes m¨¢s ganan. As¨ª la justicia es mayor y se combate la evasi¨®n de impuestos.
P. Todo eso suena bien, ?pero c¨®mo quiere combatir la corrupci¨®n, el nepotismo y la econom¨ªa sumergida que tan hondas ra¨ªces tienen en la sociedad?
R. Hablar de pol¨ªtica es tambi¨¦n hablar de educar a las personas. Es importante dirigirse con franqueza a nuestros conciudadanos, decirles qu¨¦ problemas tenemos y que hay cosas que tenemos que cambiar. Los ciudadanos se han dado cuenta de que la corrupci¨®n es un gran mal. Ahora tenemos una oportunidad hist¨®rica: tanto el Gobierno como los ciudadanos quieren el cambio.
P. ?Cree realmente que podr¨¢ reeducar a sus ciudadanos?
R. Necesitamos dos cosas: hablar claro y tomar medidas concretas. Publicaremos en Internet todas las contrataciones estatales. De esta forma seremos el pa¨ªs m¨¢s transparente de Europa. Queremos pasar de ser un mal ejemplo a ser ejemplares.
P. ?C¨®mo quiere conseguir que los m¨¦dicos ricos paguen por fin sus impuestos y dejen de recibir sobornos de sus pacientes, los denominados fakelaki?
R. Veo que hasta conoce la palabra... de hecho, hemos auditado a esos m¨¦dicos. Algunos declaran ingresos de 10.000 euros anuales. Es escandaloso. En el futuro, van a tener que contar con controles sistem¨¢ticos. Tendr¨¢n que extender facturas a sus pacientes que ¨¦stos podr¨¢n deducirse fiscalmente. Necesitamos un cambio de mentalidad.
P. Una cuarta parte de los trabajadores griegos est¨¢ en el sector p¨²blico. Es un sector que est¨¢ hinchado. ?Qu¨¦ puede hacer para remediarlo?
R. En nuestro pa¨ªs el servicio p¨²blico pr¨¢cticamente adopta el papel que tienen en el suyo los servicios de empleo. Esto produce nepotismo. Alguien llega a la direcci¨®n de un departamento, o es nombrado ministro, y emplea a gente a la que conoce o que le ha votado. Tenemos que reintroducir el principio del m¨¦rito. El Estado s¨®lo va a emplear a candidatos que hayan aprobado un exigente examen de ingreso. Adem¨¢s, s¨®lo va a cubrirse una de cada cinco plazas vacantes. Ya hemos eliminado entre 30.000 y 40.000 empleos con contratos temporales.
P. Pero todas y cada una de sus reformas generan resistencia, son muy gravosas para la ciudadan¨ªa. ?Va a poder resistir la presi¨®n?
R. Todos sabemos que ser¨¢ muy doloroso. Es una cuesti¨®n de supervivencia para nuestro pa¨ªs. Tenemos el apoyo de la poblaci¨®n, como tambi¨¦n saben los sindicatos. Estoy decidido a resistir.
P. Seg¨²n las encuestas, dos tercios de los griegos apoyan sus medidas. Su popularidad personal es elevada y el partido socialista est¨¢ en estos momentos en el 48%. Hac¨ªa d¨¦cadas que no era tan fuerte.
R. Esto muestra la voluntad de los griegos de transitar por nuevos caminos. Tambi¨¦n es un mensaje a Europa. Grecia tiene un gran potencial, por ejemplo en las energ¨ªas limpias. Cuando acabemos con la corrupci¨®n, atraeremos a los inversores.
P. Parece que la Comisi¨®n no conf¨ªa del todo en las medidas de ahorro. Quiere ver progresos a mediados de marzo; de lo contrario, exigir¨¢ medidas adicionales.
R. Creo que Bruselas primero quiere ver que realmente actuamos y trasladamos a los hechos nuestras declaraciones. Ahora necesitamos tiempo, el pr¨®ximo mes se har¨¢ un balance parcial. Ya estamos haciendo m¨¢s de lo que la Comisi¨®n ha exigido.
P. ?A¨²n est¨¢ satisfecho de ser miembro del eurogrupo? El Nobel de Econom¨ªa Paul Krugman ha calificado la moneda ¨²nica de construcci¨®n fallida porque pa¨ªses como Grecia podr¨ªan combatir su d¨¦ficit de forma m¨¢s flexible mediante las devaluaciones.
R. El euro ha posibilitado a nuestras empresas acceder a financiaci¨®n barata. Gracias a esto hemos alcanzado un elevado crecimiento, de hasta el 5%. Pero el euro tambi¨¦n tiene deficiencias, ya que no tenemos una pol¨ªtica econ¨®mica aut¨¦nticamente com¨²n. Esta crisis podr¨ªa ser un punto de inflexi¨®n para la uni¨®n monetaria. Tenemos que pensar qu¨¦ papel debe desempe?ar la eurozona. Necesitamos m¨¢s cooperaci¨®n, m¨¢s controles, m¨¢s consideraci¨®n a las diferentes situaciones econ¨®micas. Pero antes que nada tenemos que resolver nuestro problema en Grecia.
P. ?Es impensable que Grecia abandone la uni¨®n monetaria?
R. No hemos pensado en esto y ning¨²n interlocutor serio en Europa piensa en esto. Supondr¨ªa un tremendo debilitamiento del proyecto com¨²n. En cualquier caso, es pr¨¢cticamente imposible.
P. Desde hace d¨¦cadas gobiernan tres familias: Karamanlis, Mitsotakis y Papandreu. Usted es el tercer primer ministro de su dinast¨ªa. ?No es tambi¨¦n sintom¨¢tico de los problemas de Grecia?
R. En democracia, uno es elegido por el pueblo. Mientras crec¨ª en EE UU y en Suecia, jam¨¢s pens¨¦ en ser pol¨ªtico. Pero durante la dictadura militar mi abuelo fue encarcelado seis veces y mi padre dos. Yo era un refugiado y no sab¨ªa si podr¨ªa volver a Grecia alguna vez. Eso marc¨® mi juventud. Si mi familia y mi pa¨ªs no tuvieran esta historia, quiz¨¢ hoy ser¨ªa profesor en alguna universidad.
? Der Spiegel
Traducci¨®n de Jes¨²s Albor¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.