El tribunal que no sab¨ªa contar
Un familiar del presidente de la APM aprueba el acceso a juez tras ser ampliado el proceso de selecci¨®n
La maestra pregunta en clase: "Vamos a ver Miguelito, ?cu¨¢nto son ocho por nueve?". A lo que ¨¦ste replica: "Los que conocemos nuestras limitaciones sabemos ocho por cinco". Esta tira de Mafalda, del humorista Quino, refleja lo que pudo ocurrir en un tribunal de selecci¨®n para jueces por el turno de reconocida competencia y en la Comisi¨®n Permanente del Consejo General del Poder Judicial, que confundieron 15 con 17. Porque, como alguno de ellos dice, "somos de letras", lo que parece justificar tan fat¨ªdico error de n¨²mero. Pero que 15 no es igual a 17, como dice el monologuista Goyo Jim¨¦nez, "lo saben hasta los de la Logse".
Ya saben que debido al aumento de la litigiosidad, o sea, a que todo el mundo lleva sus problemas a los tribunales, hay escasez de jueces, por lo que las oposiciones a la carrera judicial no son la ¨²nica v¨ªa para acceder a la judicatura. Tambi¨¦n se puede llegar a ser magistrado tras superar un proceso de selecci¨®n para juristas de reconocida competencia con 10 a?os de ejercicio profesional. Las plazas fueron convocadas en julio de 2008 y eran 15 para la jurisdicci¨®n civil y, por separado y en id¨¦ntico n¨²mero, para los ¨®rdenes penal, social y contencioso administrativo. En cada una de las cuatro convocatorias se especificaba expresamente que el tribunal, tras finalizar el proceso de selecci¨®n, elevar¨ªa al Consejo del Poder Judicial la relaci¨®n de aprobados con la puntuaci¨®n correspondiente, "sin que en ning¨²n caso pueda formular una propuesta que contenga un n¨²mero de aprobados mayor que el de plazas convocadas". Es decir, que pod¨ªa no llegar a cubrirse el cupo, pero nunca excederlo.
Por ello, los tribunales correspondientes aprobaron 12 candidatos de lo penal, ocho de lo social y 10 de lo contencioso administrativo. ?Y qu¨¦ pas¨® en lo civil? Pues que, aunque el requisito parece claro, tanto el tribunal como la Comisi¨®n Permanente del Consejo General del Poder Judicial (integrada por el presidente Carlos D¨ªvar, y los vocales Margarita Robles, Manuel Almenar, Antonio Dorado y Almudena Lastra) aprobaron a 17 candidatos.
Y usted, querido lector, pensar¨¢ que el asunto no es para tanto, que la generosidad del tribunal y del Consejo tiene que ser un valor y que estamos necesitados de m¨¢s buenos jueces para desatascar el monumental atasco de la justicia. Y seguramente tiene raz¨®n. ?Sabe lo que ocurre? Que, aunque muy probablemente todo el proceso sea inocente, el candidato que ha obtenido la ¨²ltima plaza, con la peor calificaci¨®n de todo el proceso de selecci¨®n, es Miguel ?ngel Chamorro, hermano de Jes¨²s Mar¨ªa Chamorro, que preside la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias y, adem¨¢s, es presidente de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM), la asociaci¨®n judicial conservadora y mayoritaria en la carrera judicial y que tan buena representaci¨®n tiene en el Consejo. Ya ha superado el periodo de formaci¨®n y se encuentra a la espera de destino. ?Es s¨®lo una casualidad? Pues es posible, aunque varios jueces a los que he preguntado por el asunto no lo creen as¨ª y casi todos me recuerdan que Robles, por Jueces para la Democracia, y Almenar, por la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, negocian en el Consejo el reparto de cargos judiciales y que precisamente el mercadeo afecta ahora a varias presidencias de tribunales superiores de justicia y que el portavoz de JpD Miguel ?ngel Gimeno opta a una de ellas, con muchas posibilidades de resultar elegido.
Un ilustre magistrado, que me pide que no le mencione por si luego no le nombran nunca para nada, ir¨®nicamente manifiesta que hemos mejorado mucho. Es verdad que ahora han ampliado las plazas, pero es que antes le hubieran dado el puesto directamente al enchufado, dejando fuera al candidato que ten¨ªa los m¨¦ritos y el derecho.
Un pesimista como Woody Allen afirma que la vida se divide en dos: "Lo horrible y lo desdichado". Y usted se preguntar¨¢: ?Esto de la convocatoria el¨¢stica es una horrible prevaricaci¨®n administrativa o un desdichado error? Yo, que defiendo la presunci¨®n de inocencia, prefiero creer que D¨ªvar, Robles, Almenar y los dem¨¢s simplemente se perdieron la clase de Barrio S¨¦samo en la que se ense?¨® a contar. Usted puede pensar lo que quiera, faltar¨ªa m¨¢s.
![Carlos D¨ªvar, la semana pasada, en Le¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/I5LZQ4U6YPHGVWIJGG32MIITCE.jpg?auth=f6c5ecb08ac25ec74bacc72acd130718276dcce76278ee2121c4b31b4c104552&width=414)
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