Al Qaeda expresa su hostilidad hacia Espa?a en un nuevo documento
"Mientras los musulmanes inocentes sufran, los espa?oles no vivir¨¢n en paz"
Al Qaeda se ha explayado sobre su inquina a Espa?a. Sus autoridades son sus enemigas por dos razones, una general y otra espec¨ªfica. Lo son "porque participan con los aliados de la OTAN y contra nosotros en la guerra de Irak [hasta 2004] y de Afganist¨¢n" y porque gobiernan "Al Andalus [la pen¨ªnsula Ib¨¦rica] que es una tierra de los musulmanes".
Al Qaeda en el Magreb (AQMI) reflexiona sobre Espa?a en un documento firmado por Salah Abu Mohame, el "responsable de comunicaci¨®n" de la organizaci¨®n terrorista que dirige Abdelmalek Droudkel. EL PA?S ha tenido acceso a ese documento. En poder de una de las tres c¨¦lulas de AQMI en la franja del Sahel est¨¢n a¨²n, en el norte de Mal¨ª, los espa?oles Albert Vilalta y Roque Pascual despu¨¦s de que, el mi¨¦rcoles, fuese liberada Alicia G¨¢mez tras 102 d¨ªas de cautiverio. Los tres fueron apresados el 29 de noviembre a 170 kil¨®metros al norte de Nuackchot (Mauritania).
"Queremos tranquilizar sobre la salud de los dos secuestrados"
"Los espa?oles han tenido el honor de saber c¨®mo es la civilizaci¨®n isl¨¢mica"
A pesar de las cr¨ªticas a Espa?a, AQMI aprovecha el documento para "tranquilizar sobre la salud de los dos secuestrados". Ambos "reciben un trato correcto por nuestra parte", asegura. Los testimonios de Alicia G¨¢mez y del consejero del presidente de Burkina Faso que ayud¨® a obtener la liberaci¨®n de la reh¨¦n lo confirman. El cancerbero de los tres cooperantes catalanes es Mokhtar Belmokhtar, jefe de una katiba (c¨¦lula) que se ha mostrado m¨¢s atenta a las necesidades m¨¦dicas y de higiene de sus presos que otros grup¨²sculos terroristas.
Espa?a fue musulmana durante ocho siglos (entre 711 y 1492), lo que deber¨ªa hacer, sostiene Al Qaeda, "que los espa?oles sean los primeros en conocer las bondades del islam y su gloria". "Ellos han tenido el honor de conocer la civilizaci¨®n isl¨¢mica de Al Andalus" a la que sucedieron "los tribunales de la Inquisici¨®n contra los musulmanes". Tambi¨¦n actuaron contra los jud¨ªos, pero eso no lo mencionan.
La Espa?a de hoy en d¨ªa perpet¨²a esa Inquisici¨®n siendo aliada "de la OTAN y de EE UU en la guerra contra el islam y los musulmanes", dice el texto. Esa guerra "no hace distinci¨®n entre civiles y militares". En esa guerra de Afganist¨¢n "los muyahidines (combatientes) no son el ¨²nico objetivo porque tambi¨¦n caen ni?os, mujeres y ancianos". Alude a los da?os colaterales que causan las ofensivas de la OTAN. "Nosotros (...), para defender nuestra comunidad musulmana, tenemos que tener como objetivo a Espa?a y a sus ciudadanos, pag¨¢ndoles con su misma moneda", advierte el texto. "Mientras los musulmanes inocentes est¨¦n sufriendo los espa?oles no estar¨¢n en paz".
El ¨²ltimo motivo de inquina hacia Espa?a son los presos islamistas en sus c¨¢rceles. "Han sido encarcelados injustamente y sin motivo", recalca el documento. "Aseguramos formalmente que los detenidos en Espa?a por terrorismo son gente inocente que no est¨¢ vinculada con nosotros", prosigue. "No les conocemos ni tienen lazos con nosotros". Fernando Reinares, investigador del Real Instituto Elcano en temas de terrorismo, se?ala que los reos a los que se refiere la organizaci¨®n "no son los del 11-M, sino personas encarceladas en los ¨²ltimos tres a?os por pertenecia y colaboraci¨®n con AQMI". "No es la primera vez que aluden a ellos para tratar de exculparlos", precisa.
AQMI nace en enero de 2007 cuando los salafistas argelinos deciden convertirse en una franquicia de la organizaci¨®n terrorista capitaneada por Osama Bin Laden desde las monta?as de Pakist¨¢n o Afganist¨¢n.
Su objetivo es atraer as¨ª no s¨®lo a argelinos sino a j¨®venes de todo el Magreb y del Sahel y golpear tambi¨¦n en esos pa¨ªses. Si bien sus tropas se han internacionalizado, la organizaci¨®n terrorista ha perdido fuelle en el norte de Argelia y no ha logrado implantarse en T¨²nez y Marruecos. M¨¢s al sur -Mauritania, Mal¨ª y N¨ªger- s¨ª ha conseguido reforzar su presencia.
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