El religioso preso en Chile cre¨ªa "socialmente aceptado" el abuso
Arregui no es consciente del da?o causado a los ni?os y ve naturales sus actos - La fiscal¨ªa pide para ¨¦l tres a?os de prisi¨®n efectiva en el juicio que empieza hoy
Jos¨¦ ?ngel Arregui Era?a (Bilbao, 1957) no reconoce el da?o que ha podido hacer a otros. El religioso espa?ol preso en Chile acusado de posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil ve natural su comportamiento. Se esfuerza en describir lo que ha hecho -incluidos los presuntos abusos a menores que film¨® en varios colegios en Espa?a- como algo aceptado socialmente. As¨ª lo afirman los informes psiqui¨¢tricos encargados por la fiscal¨ªa chilena, a los que accedi¨® EL PA?S.
Este miembro de la congregaci¨®n de los Cl¨¦rigos de San Viator, que lleg¨® a Santiago de Chile para cumplir su sue?o de dar clases en la Universidad, se sienta hoy en el banquillo en el juicio por almacenamiento de pornograf¨ªa infantil. La fiscal pedir¨¢ para ¨¦l la pena m¨¢xima por este delito: tres a?os de c¨¢rcel. Recomendar¨¢, adem¨¢s, que los cumpla en prisi¨®n. Los an¨¢lisis psiqui¨¢tricos desaconsejan que pase parte de su pena en la calle. Su comportamiento "hace que cualquier medida de libertad vigilada sea "ineficaz", dicen los m¨¦dicos. Sostienen que Arregui intenta creer que su comportamiento era normal. "Los ni?os se prestaban para eso", dice.
El informe psicol¨®gico retrata a alguien "agresivo" y "manipulador"
Espa?a aguarda a la sentencia chilena para decidir si pide su extradici¨®n
El religioso dio informaci¨®n sobre su personalidad y sobre sus actividades sexuales pero se neg¨® a dar detalles de los abusos por indicaci¨®n de su abogado -uno de los m¨¢s caros del pa¨ªs-, pagado por la congregaci¨®n de San Viator. Un gesto que hace sospechar a los psiquiatras y a Fiscal¨ªa de un intento de encubrir la situaci¨®n. Los viatores, sin embargo, dicen repudiar unos hechos que no conoc¨ªan.
Al hermano Arregui le gustaba ver porno por Internet. Coleccionarlo. Se bajaba todo lo que pod¨ªa, aunque prefer¨ªa los v¨ªdeos de menores. Escenas fetichistas, sadomasoquistas... Dedicaba hora y media al d¨ªa a revisar el material. Fue uno de esos v¨ªdeos de pornograf¨ªa infantil lo que le llev¨® hace siete meses a una c¨¢rcel chilena. Una investigaci¨®n de la brigada del cibercrimen le localiz¨® en una comunidad ped¨®fila. Cuando fueron a detenerle hallaron, adem¨¢s de los v¨ªdeos que se hab¨ªa descargado, decenas de filmaciones en las que Arregui se hab¨ªa grabado mientras abusaba de menores a los que hab¨ªa dado clase en Espa?a. La Guardia Civil ha identificado a 15 presuntas v¨ªctimas.
Los informes de los psiquiatras describen al religioso espa?ol como una persona "agresiva" y con un "discurso manipulador". Muy atr¨¢s qued¨® aquel ni?o enfermizo que ingres¨® con cinco a?os en un sanatorio para menores tuberculosos o enfermos, por su bajo peso. Uno de los recuerdos m¨¢s tristes de una infancia "tranquila y feliz". Su padre, tornero, trabajaba mucho. Su madre, una mujer cari?osa pero de armas tomar, era quien se encargaba de la casa y de las cuentas. Sus dos hermanas, mayores que ¨¦l, le consent¨ªan constantemente.
A los 18 a?os un joven Arregui ingresa en la congregaci¨®n Cl¨¦rigos de San Viator. "Me llamaba la atenci¨®n la ayuda a los dem¨¢s y esas cosas", cuenta en una de las declaraciones a los m¨¦dicos. Nunca le interes¨® ser sacerdote, as¨ª que se dedic¨® a tareas no religiosas. Por eso empez¨® a estudiar magisterio, y m¨¢s tarde la especialidad de Educaci¨®n F¨ªsica. Siempre dentro de las escuelas de la congregaci¨®n. A algunas volver¨ªa despu¨¦s como profesor. En 15 a?os pas¨® por siete centros viatores para dar clases de Lengua, Gimnasia, Religi¨®n o Sociales.
"Lo de los v¨ªdeos fue despu¨¦s", reconoce Arregui en su declaraci¨®n. Cuando la polic¨ªa chilena le detuvo encontr¨® en su poder 2.000 fotos y m¨¢s de 400 horas de v¨ªdeo. Algunas de esas cintas eran las que el religioso espa?ol hab¨ªa grabado con c¨¢mara oculta mientras abusaba de menores. Filmaciones realizadas, seg¨²n Arregui, entre 1992 y 2004. No explica c¨®mo comenz¨® a hacerlo. Dice que fue algo progresivo.
Al principio se dedicaba s¨®lo a mirar. Descubri¨® que, como profesor de gimnasia, ten¨ªa gran facilidad para acceder a los ni?os sin que nadie se fijara en ello. Despu¨¦s comenz¨® a "experimentar". Para ello us¨® la excusa de su tesis doctoral sobre el crecimiento f¨ªsico en la adolescencia. Ped¨ªa a los menores que participasen en un estudio que estaba realizando y les hac¨ªa una serie de mediciones. As¨ª se desarrollaban los supuestos abusos. Sent¨ªa curiosidad por las reacciones de los chavales durante las sesiones. Reconoce que esta pr¨¢ctica le produc¨ªa "cierto placer". Un "desahogo sexual".
Ahora, a?os despu¨¦s, algunos de los menores de los v¨ªdeos de Arregui, hablan de sus pr¨¢cticas. "Me sent¨ªa inc¨®modo. Mi ¨²nica idea era vestirme enseguida", narra uno de ellos a la Guardia Civil. Otro describe la situaci¨®n como "muy agresiva". "Era desagradable. Ten¨ªa que introducirme el term¨®metro por el ano para medirme la temperatura", recuerda.
El religioso que escog¨ªa a chicos de 12 a 14 a?os, asegura que los ni?os se prestaban a ello. Film¨® abusos en tres centros (en Madrid, Vitoria y Basauri). Sin embargo, nunca hubo, seg¨²n la congregaci¨®n, denuncia oficial contra Arregui. Aunque muchos de sus alumnos de esa ¨¦poca pensaban que el religioso era "raro". "Nos ol¨ªamos algo. Hab¨ªa rumores de que le gustaba meter mano a los chicos", explica uno de sus estudiantes del San Viator de Madrid que prefiere mantener el anonimato. Algunos ex alumnos madrile?os recuerdan especialmente un episodio. El d¨ªa en el que Arregui, despu¨¦s de rega?arles, tir¨® un mont¨®n de ejercicios y ex¨¢menes por la ventana. "Era bastante agresivo. Cualquiera le dec¨ªa algo", dice uno de sus antiguos estudiantes, que critica que ning¨²n responsable del colegio controlase al religioso. Para Arregui, sin embargo, la imagen de esos a?os es distinta. Cuenta que algunos de los "pocos" amigos que tiene son ex alumnos suyos.
Las cosas cambiaron en 2004. Ese a?o Arregui deja las aulas: baja por depresi¨®n. Un estado que le conduce al borde de la muerte. Estuvo ingresado tres d¨ªas por intento de suicidio. Tras meses de tratamiento volvi¨® clase. En 2006 presenta su tesis doctoral. Obtiene sobresaliente cum laude.
En 2008, ayudado por la congregaci¨®n viaja a Chile para trabajar en la Universidad Santo Tom¨¢s. Sus expectativas duraron poco. Apenas dio clase durante un semestre. Despu¨¦s, por motivos que ni la Universidad ni la congregaci¨®n en Chile han querido desvelar, perdi¨® su trabajo. Y se vuelve a sumir en una depresi¨®n. Comienza un tratamiento psiqui¨¢trico y empieza a trabajar en labores de contabilidad para los viatores en Chile. Apenas sale de la casa de la congregaci¨®n, que comparte con otras tres personas. En Chile no tiene m¨¢s amigos que los religiosos. "Ninguno de nosotros sospechaba lo que ocurr¨ªa", dice Eduardo Mill¨¢n, responsable de la congregaci¨®n en Chile.Ahora, Arregui, adem¨¢s, est¨¢ imputado en Espa?a por un delito de abusos sexuales a menores, por los v¨ªdeos que se encontraron en su casa. El juez que instruye el caso espera ahora la sentencia chilena para tomarle declaraci¨®n y decidir si pide su extradici¨®n.
El camino a prisi¨®n
- Acusado. Jos¨¦ ?ngel Arregui Era?a fue detenido en agosto de 2009 en Chile por posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil. La fiscal¨ªa pide ahora para este religioso espa?ol tres a?os de c¨¢rcel.
- Pornograf¨ªa. El religioso, miembro de la congregaci¨®n de los Cl¨¦rigos de San Viator, ten¨ªa adem¨¢s decenas de v¨ªdeos caseros en los que se hab¨ªa grabado abusando de menores a los que dio clase en Espa?a entre 1992 y 2004.
- Abusos. Arregui, que se sienta hoy en el banquillo en Chile, est¨¢ imputado, adem¨¢s, por abusos a menores en Espa?a. La Interpol envi¨® sus filmaciones caseras a la Guardia Civil, que ha identificado ya a 15 de sus presuntas v¨ªctimas.
- Sin denuncias. El Viator nunca fue denunciado durante su ¨¦poca de profesor. S¨®lo ahora, una vez conocido el caso, consta una denuncia de un ex alumno en Huelva. Dice que el religioso le hizo "tocamientos".
- Caso aislado. Los Cl¨¦rigos de San Viator aseguran que no sab¨ªan nada de las actividades de Arregui. La comunidad ha enviado una carta a los padres de alumnos de sus colegios en Espa?a para asegurarles que lo que ha ocurrido con el religioso es "un caso aislado".
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