Treinta a?os despu¨¦s, capitalidad en discordia
Vitoria reclama compensaci¨®n como la sede de las instituciones vascas, no reconocida por ley
"Se designa a Gasteiz-Vitoria como sede del Parlamento y Gobierno. Firmado, el Presidente, Carlos Garaikoetxea Urriza". Eso es todo lo que dice la ley. Euskadi, a efectos jur¨ªdicos, no tiene capital. Ese escueto e intencionadamente limitativo art¨ªculo ¨²nico de la Ley de Sede de las Instituciones de las Comunidad Auton¨®mica del Pa¨ªs Vasco -¨¦ste es su nombre oficial- fue motivo y fruto, hace treinta a?os, de c¨¢lculos, disputas, presiones y enfados. Sobre todo, de modo tard¨ªo, porque quiz¨¢ ni pod¨ªan esperarlo, desde los poderes econ¨®micos de Bilbao, Confederaci¨®n de Empresarios de Vizcaya, Feria de Muestras y C¨¢mara de Comercio. Pero tambi¨¦n dentro de cada uno de los partidos, PNV, PSE y UCD, que finalmente respaldaron la propuesta de Garaikoetxea. S¨®lo la entonces Alianza Popular (AP) vot¨® en contra. La justificaci¨®n, tambi¨¦n escueta, que figur¨® en el texto legal, fueron "las condiciones de todo tipo que ofrece la ciudad". El 23 de mayo har¨¢ 30 a?os de todo eso. La ciudad recibi¨® m¨¢s bien indiferente, o incluso recelosa, aquel fruto de una inteligente y adelantada actuaci¨®n del entonces diputado general y portavoz del PNV en el Parlamento, Emilio Guevara, que sirvi¨® en bandeja a Garaikoetxea todo lo necesario, incluidos los 500 millones de pesetas en que se calcul¨® el costo.
En 3 d¨¦cadas no se ha hecho ning¨²n estudio de impacto de la capitalidad
La ley no menciona el t¨¦rmino 'capital' que demanda la ciudad
El debate incomoda al Gobierno y las direcciones de todos los partidos
Vitoria se dispone a celebrar ese aniversario con distintos acontecimientos durante todo el mes de mayo -desde una reuni¨®n de alcaldes europeos, iberoamericanos y del Caribe organizada con motivo de la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea hasta festejos populares- una condici¨®n de capital institucional del pa¨ªs para la que demanda ahora un reconocimiento legal m¨¢s expl¨ªcito.
Lo que a la ciudad le cuesta, o lo que recibe por ese ejercicio como capital, que nominalmente no existe en ninguna parte, es imposible de calcular: en treinta a?os no se ha hecho nunca un estudio de impacto. Su realizaci¨®n, impulsada por EB, se acord¨® en 2008, pero s¨®lo el viernes, a la par del debate que decidi¨® pedir al Parlamento el reconocimiento m¨¢s expl¨ªcito de la capitalidad, la corporaci¨®n que preside el socialista Patxi Lazcoz, decidi¨® impulsarlo. Estar¨¢ listo a fin de a?o, de la mano de la UPV, que analizar¨¢ sobre todo en los aspectos econ¨®micos, sociol¨®gicos y de imagen de la ciudad. "Con ¨¦l podremos quitarnos las lega?as y dejar de hablar de o¨ªdas e intuiciones", dice el concejal autor de la idea, Jos¨¦ Navas.
Mientras llega, las discusiones se basan efectivamente en impresiones y las hay para todos los gustos: desde las que ponen el acento en la proyecci¨®n exterior que proporciona cada menci¨®n del nombre de Vitoria en un informativo o en los ingresos fiscales que proporciona la n¨®mina de los empleados del Gobierno, hasta los que le atribuyen, en negativo, la carest¨ªa de los pisos o las concentraciones y protestas ante las sedes oficiales.
Ante la falta de consenso y frente a la actitud quejosa del equipo anterior - "no s¨¦ si en el Gobierno vasco saben que cuando abren la ventana est¨¢n en Vitoria", dijo en su d¨ªa el entonces alcalde del PP, Alfonso Alonso, la primera vez que pidi¨® una ayuda cuantificada en mil millones de pesetas (seis de euros ahora)- el actual regidor opt¨®, ante la falta de consenso, por estimular primero la identificaci¨®n ciudadana con la capitalidad. En ello lleva tres a?os. Y en ello segu¨ªa, el d¨ªa que presentaba los actos del 30? aniversario, y sin ninguna intenci¨®n de ir m¨¢s lejos por ahora, cuando irrumpi¨® el alcalde de Bilbao, I?aki Azkuna. "De ilusi¨®n tambi¨¦n se vive", dijo, al tiempo que anunci¨® que no acudir¨ªa a la celebraci¨®n del 23 de mayo porque ese d¨ªa torea en Bilbao Jos¨¦ Tom¨¢s, y rebaj¨® la condici¨®n de Vitoria, de capital, t¨¦rmino usado com¨²nmente, al de "sede", y ni siquiera de las instituciones sino de "los servicios comunes", dijo. Intencionado pol¨ªticamente -le sigui¨® el diputado general, Jos¨¦ Luis Bilbao- o simple reacci¨®n visceral, toc¨® fibra sensible, incluso la de su partido: le contestaron hasta la portavoz en el ayuntamiento, Malentxo Arruabarrena, y tambi¨¦n la Diputaci¨®n alavesa. A juicio del firmante de la ley de 1980, Carlos Garaikoetxea, se ha revelado "una visi¨®n localista, desafortunada, que puede encender agravios y despertar sensibilidades provincialistas", dijo a este peri¨®dico. El primer lehendakari rememora los dos motivos que llevaron a fijar en Vitoria la sede institucional: guardar la ausencia a Pamplona, capital del Reino de Navarra y de la Euskal Herria nacionalista, a la que el Estatuto de Gernika deja abierta la puerta, y "fomentar en ?lava el sentimiento de pertenencia a la comunidad aut¨®noma vasca", algo sobre lo que en 1980 hab¨ªa sus m¨¢s y sus menos. Hubo m¨¢s, en cambio: el recelo hacia Bilbao, en el que el navarro Garaikoetxea coincidi¨® con el alav¨¦s Guevara. El objetivo de fomentar el sentimiento de pertenencia parece cumplido, zanjado el brote de Unidad Alavesa, y con bien para Vitoria. "Ha adquirido un rango institucional y una notoriedad pol¨ªtica y general y tambi¨¦n una visi¨®n atractiva en muchos ¨®rdenes", dice 30 a?os despu¨¦s. "Las cosas est¨¢n bien como est¨¢n y no veo necesidad de nuevas iniciativas", cree. De la misma opini¨®n es el actual Gobierno socialista. "Citar el t¨¦rmino "capital" no a?ade nada, ni el no hacerlo lo quita", dijeron fuentes del Ejecutivo. La iniciativa va camino del Parlamento, aunque puede dormir all¨ª el sue?o de los justos, por inc¨®moda en a?o preelectoral municipal, si ninguno de los partidos que la respald¨® en el Ayuntamiento, PSE, PNV y PP, la tramita. La v¨ªa m¨¢s r¨¢pida ser¨ªa a?adir a la escueta redacci¨®n actual de la ley de Sede una frase igual de lac¨®nica que indique que, adem¨¢s, Vitoria tendr¨¢ la consideraci¨®n de capital del Pa¨ªs Vasco sin m¨¢s precisiones sobre los efectos pr¨¢cticos de ello.
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