"Nadie habla de m¨ª sin mencionar a Ayrton"
Prost recuerda, con Schumacher, la fat¨ªdica carrera en Imola que se llev¨® al brasile?o
La s¨¦ptima vuelta del Gran Premio de San Marino de 1994 sigue marcada como uno de los momentos m¨¢s dolorosos de la historia de la f¨®rmula 1. Ayrton Senna perdi¨® el control del Williams FW16 que conduc¨ªa a casi 300 kil¨®metros por hora y se estrell¨® contra el muro exterior de la curva Tamburello en el circuito de Imola. "En un F-1, si crees que lo tienes todo bajo control, es que no vas lo suficientemente r¨¢pido", hab¨ªa dicho el brasile?o. Su monoplaza impact¨®, a 216 kil¨®metros por hora, con tan mala suerte que una de las barras de la suspensi¨®n le atraves¨® la visera del casco y le provoc¨® da?os irreparables en el cerebro. Esa misma tarde, en el hospital Maggiore, de Bolonia, al que hab¨ªa sido trasladado en helic¨®ptero, su coraz¨®n dej¨® de latir. Un d¨ªa antes y en ese mismo escenario hab¨ªa fallecido el austriaco Roland Ratzenberger, que tambi¨¦n se precipit¨® contra una de las paredes cuando su Simtek sali¨® escupido de la curva Villeneuve.
Hace dos domingos, Senna habr¨ªa cumplido 50 a?os. La fecha de su muerte a¨²n supone un punto de inflexi¨®n. Aquel accidente zarande¨® todos los estamentos de la competici¨®n y llev¨® un replanteamiento de las normas para aumentar la seguridad.
La F-1 entera a¨²n llora la muerte de uno de sus h¨¦roes m¨¢s queridos, aunque los testimonios m¨¢s reveladores son los de aquellos que compartieron con ¨¦l la ¨²ltima carrera.
- Alain Prost: "Su muerte fue el final de mi historia con la f¨®rmula 1". A pesar de ser su archienemigo en la pista, El Profesor not¨® un extra?o pero agradable acercamiento del brasile?o tres meses antes del fatal desenlace. "Nunca me hab¨ªa llamado por tel¨¦fono, pero en las ¨²ltimas semanas lo hizo repetidas veces. Estaba preocupado. Pensaba que Benetton y Schumacher empleaban electr¨®nica en su coche -la FIA lo hab¨ªa prohibido- y quer¨ªa que me vinculara a la Comisi¨®n de Seguridad. Adem¨¢s, no estaba a gusto en Williams", recuerda Prost, que acudi¨® a aquel Gran Premio de San Marino como comentarista. "Me acuerdo que, antes de la carrera, vino a las cabinas de televisi¨®n para hablar conmigo. No era algo habitual. Todos los que estaban all¨ª se quedaron callados. En esos momentos, un piloto tan s¨®lo piensa en concentrarse y ¨¦l se acerc¨® y se sent¨® a mi lado. Lo m¨¢s sorprendente fue que no quer¨ªa hablar de nada importante. Despu¨¦s de comer, poco antes de arrancar, me fui al taller de Williams y habl¨¦ un par de minutos con ¨¦l antes de que se subiera al coche. Esa fue la ¨²ltima vez", lamenta el franc¨¦s. "Ayrton y yo ten¨ªamos un v¨ªnculo. Su muerte fue el final de mi historia con la f¨®rmula 1. Nadie puede hablar de Ayrton sin mencionarme a m¨ª y nadie puede referirse a m¨ª sin hablar de ¨¦l", concluye.
- Michael Schumacher: "Lo peor vino dos semanas despu¨¦s, cuando acept¨¦ que hab¨ªa muerto". Michael Schumacher no recuerda una victoria que le dejara un vac¨ªo tan grande en el cuerpo como la que consigui¨® aquel d¨ªa en Imola. "Hab¨ªamos visto muchos accidentes como ese o incluso peores, pero uno nunca espera que se produzca un desenlace as¨ª. Pens¨¦ que Ayrton pod¨ªa haberse roto una pierna o un brazo, pero que todo seguir¨ªa igual. Fue despu¨¦s del podio cuando Pasquale [Lattuneddu, mano derecha de Bernie Ecclestone] vino y nos dijo que estaba en coma. Yo sab¨ªa que hay varios tipos de coma, pero hab¨ªa mucha informaci¨®n contradictoria. No sab¨ªa qu¨¦ pensar. No pod¨ªa imaginar que pudiera llegar a morir. Como mucho, que iba a perderse un par de carreras y ya est¨¢. Pero lo peor vino dos semanas m¨¢s tarde, en M¨®naco, cuando tuve que aceptar que, efectivamente, hab¨ªa muerto. Fue una locura".
- Jo Ram¨ªrez: "Para McLaren, fue como perder a un hijo". Por aquel entonces, Joaqu¨ªn Jo Ram¨ªrez era el coordinador de McLaren, equipo en el que Senna logr¨® sus tres coronas (1988, 1990 y 1991). "A pesar de que aquel a?o fich¨® por Williams, para McLaren su muerte fue como perder a un hijo. Se march¨® porque nuestro coche no estaba a la altura y por eso nos sentimos en parte responsables de su muerte, por no haberle podido retener. Aquel fin de semana, Ayrton me pidi¨® un favor: ten¨ªa su avi¨®n en el aeropuerto de Forli y quer¨ªa que le alquilara un helic¨®ptero que le llevara all¨ª tras la carrera. S¨®lo hab¨ªa disputado tres grandes premios en Williams y a¨²n no ten¨ªa suficiente confianza para ped¨ªrselo a nadie. Me dijo que el trato del equipo era muy fr¨ªo. Yo lo hice encantado, pero por desgracia nunca lleg¨® a coger ese helic¨®ptero", recuerda el mexicano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.