Los clubes, para sus socios
Gordon Brown se inspira en el Bar?a y el Madrid para reformar las finanzas del f¨²tbol brit¨¢nico
El primer ministro de Reino Unido y gran aficionado al f¨²tbol, Gordon Brown, parece haberse inspirado en el modelo del Barcelona y el Real Madrid en las propuestas que prepara el Partido Laborista para reformar la actual estructura financiera del f¨²tbol brit¨¢nico. Seg¨²n el diario The Guardian, los laboristas incluir¨¢n esas medidas en su programa electoral para las pr¨®ximas elecciones, en mayo.
El objetivo de la reforma es reducir los niveles de endeudamiento del f¨²tbol y devolver a los aficionados un poder que perdieron cuando los equipos de la Premier League se convirtieron en meras sociedades mercantiles. Los brit¨¢nicos admiran el poder que los socios tienen en el Bar?a y, aunque legalmente ambos modelos son iguales, la verdad es que al Madrid se le tiene como a un club menos democr¨¢tico, con presidentes caudillistas. Sin embargo, la realidad es que ese modelo, que rige tambi¨¦n para el Athletic, no ha evitado que esos clubes est¨¦n fuertemente endeudados.
Seg¨²n The Guardian, entre las reformas que barajan los laboristas figura la obligaci¨®n de que los clubes reserven un 25% de sus acciones a los aficionados en reconocimiento a sus v¨ªnculos con las comunidades locales; introducir una cl¨¢usula que permita a los aficionados presentar una oferta para quedarse el club si est¨¢ en venta o suspende pagos; impedir que los directivos o propietarios tengan intereses creados dentro del club, como otorgarse cr¨¦ditos a ellos mismos con dinero de la instituci¨®n, y dar m¨¢s poderes a la federaci¨®n para controlar las operaciones de compraventa de equipos.
Aunque las preocupaciones de Brown sobre las finanzas del f¨²tbol son antiguas, se han incrementado por la situaci¨®n por la que atraviesa el Manchester United. El club de Alex Ferguson no s¨®lo es uno de los que compite con m¨¢s ¨¦xito en los terrenos de juego, sino que tambi¨¦n era uno de los m¨¢s ricos y mejor gestionados, con una deuda peque?a.
Esa situaci¨®n cambi¨® cuando la familia Glazer, estadounidenses de origen lituano, empezaron a comprar acciones en 2003. En mayo de 2005 se hicieron con el control absoluto y sacaron al Manchester United de la bolsa. Eso les permiti¨® realizar una operaci¨®n de apalancamiento: traspasar al propio club la deuda que contrajeron para comprarlo, de forma que es la entidad, no ellos, la que paga los intereses de la misma, poniendo al propio United como garant¨ªa de la operaci¨®n. Es algo corriente en el mundo financiero, pero con efectos explosivos en el del f¨²tbol.
Seg¨²n David Conn, periodista del Guardian especializado en las finanzas del f¨²tbol, el United ha pagado 325 millones de libras (360 millones de euros) en intereses desde que fue adquirido por los Glazer y estos se han embolsado 25 millones de euros en contratos de empresas suyas con el club o en cr¨¦ditos a costa del mismo.
Todo esto es perfectamente legal. El problema es que la legislaci¨®n brit¨¢nica trata a los clubes de f¨²tbol como a cualquier otra compa?¨ªa mercantil cuando la realidad es que son un negocio especial: en una compa?¨ªa, el objetivo ¨²ltimo de los accionistas es ganar dinero. En el f¨²tbol, lo importante es ganar t¨ªtulos. Y para eso hay que invertir los beneficios en comprar jugadores y poder pagar los salarios m¨¢s altos. Aunque el United sigue siendo un equipo ganador, la gesti¨®n de los Glazer amenaza su futuro.
La hinchada ha organizado un movimiento cada vez m¨¢s potente en contra de los propietarios norteamericanos y ha pedido a los seguidores m¨¢s fieles que utilicen bufandas con los colores iniciales del equipo, amarillo y verde, con pancartas con el lema Ama al United, odia a los Glazer.
Al calor de ese movimiento, algunos empresarios est¨¢ gestando la creaci¨®n de un grupo alternativo para comprar el club, una plataforma llamada Los Caballeros Rojos. Pero los Glazer han dejado muy claro que no quieren venderlo. Y la ley, al menos de momento, est¨¢ de su lado.
Los problemas del Manchester United contrastan con la situaci¨®n del Chelsea, su mayor rival en la Premier. Su poder¨ªo se asienta en los millones del oligarca ruso Roman Abram¨®vich. Es ¨¦l, no el Chelsea, quien pone el dinero. Pero su futuro no es menos incierto porque, si Abr¨¢movich se va, el Chelsea se puede hundir.
Por eso el Bar?a y el Madrid surgen como modelo a seguir. Pero es un modelo que s¨®lo puede ser emulado si realmente se impone un l¨ªmite a su capacidad de endeudamiento y se relaciona con su potencial econ¨®mico y de ingresos, no, como ahora, en su poder¨ªo social: su hinchada es tan grande que los bancos saben que, de una forma u otra, siempre encontrar¨¢n dinero para devolver sus deudas y evitar la quiebra.
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