Obama abre el oc¨¦ano a las petroleras
El presidente de EE UU impulsa la extracci¨®n de crudo en aguas del Atl¨¢ntico y Alaska - Washington busca reducir la dependencia energ¨¦tica de los pa¨ªses ¨¢rabes
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso ayer al Congreso la apertura de las aguas costeras del Atl¨¢ntico y de Alaska a la extracci¨®n de petr¨®leo y gas natural, atendiendo a una de las principales demandas de los republicanos para lograr la independencia energ¨¦tica y asumiendo una iniciativa del ex presidente George Bush, ampliamente criticada en su d¨ªa por dem¨®cratas y ecologistas.
Si el Congreso acepta las recomendaciones de perforaci¨®n de Obama, abrir¨¢ m¨¢s de un mill¨®n de kil¨®metros cuadrados a nuevas exploraciones (675.000 en la costa atl¨¢ntica y el Golfo de M¨¦xico, y 526.000 en Alaska). Seg¨²n los planes de la Casa Blanca, quedar¨ªan totalmente vedados el norte de la costa atl¨¢ntica, desde Nueva Jersey a Maine; la totalidad de la costa pac¨ªfica, desde la frontera con M¨¦xico a Canad¨¢, y la bah¨ªa de Bristol, en Alaska, una zona de especial sensibilidad medioambiental.
Senadores dem¨®cratas de Estados costeros se oponen al plan
Obama necesita el apoyo republicano para su ley sobre cambio clim¨¢tico
"Dadas nuestras necesidades energ¨¦ticas, para sustentar nuestro crecimiento econ¨®mico, crear puestos de trabajo y mantener la competitividad de nuestros negocios, necesitamos aprovechar las fuentes energ¨¦ticas tradicionales aunque a su vez estemos incrementando la producci¨®n de nuevas fuentes renovables", dijo Obama en una visita a la base a¨¦rea militar de Andrews, en Maryland. "Es necesario dejar atr¨¢s los manidos debates entre derechas e izquierdas, entre empresarios y ecologistas, entre los que dicen que las perforaciones son una soluci¨®n y los que dicen que no tienen raz¨®n de ser".
Obama necesita el respaldo de los republicanos, que tradicionalmente han apoyado la ampliaci¨®n de las perforaciones petrol¨ªferas, para aprobar una ley sobre cambio clim¨¢tico que se someter¨¢ a votaci¨®n en el Senado en los pr¨®ximos d¨ªas. Para ello, los dem¨®cratas ya han prescindido de un sistema de fijaci¨®n de l¨ªmites a las emisiones de gases contaminantes que se autorizaba en una versi¨®n previa de esa ley, aprobada el a?o pasado por la C¨¢mara de Representantes.
"El presidente necesita el apoyo de ambos partidos para aprobar la legislaci¨®n sobre cambio clim¨¢tico", explica Charles Ebinger, especialista en pol¨ªtica energ¨¦tica del centro Brookings de Washington. "Con la ampliaci¨®n de las perforaciones le ofrece incentivos a los republicanos y a la industria petrolera, con la intenci¨®n de incluir unas concesiones de ¨²ltima hora que garanticen su aprobaci¨®n. Esto, sin embargo, puede generar tensi¨®n entre Obama y su electorado m¨¢s ecologista".
Fue el ex presidente George Bush, padre, quien impuso en 1990 una moratoria sobre nuevas perforaciones, a trav¨¦s de una orden ejecutiva (decreto) que limitaba hasta ahora las zonas que se pod¨ªan explotar a las aguas costeras de Tejas, Luisiana, Misisipi, Alabama y algunas partes, aisladas, de Alaska. Bill Clinton prorrog¨® la moratoria en 1998. El encargado de rescindirla fue George Bush, hijo, a trav¨¦s de una orden ejecutiva, en julio de 2008.
Entonces, Bush defendi¨® su medida en un discurso similar al pronunciado ayer por Obama, en el que se marc¨® como objetivo la independencia energ¨¦tica de Estados Unidos, que dispone del 2% de las reservas petrol¨ªferas del mundo, pero consume el 20% de la producci¨®n global.
"Este es el momento de actuar", dijo el ex presidente. Su medida, sin embargo, era m¨¢s simb¨®lica que pr¨¢ctica, dado que el Congreso impone su propia moratoria desde 1982, y es necesario que ambas c¨¢maras legislativas voten al respecto para permitir nuevas perforaciones.
En 2008, Bush dijo que el Congreso era "lo ¨²nico que se interpone entre la ciudadan¨ªa americana y esos vastos recursos petrol¨ªferos". La mayor¨ªa dem¨®crata en ambas c¨¢maras se opuso frontalmente a la petici¨®n de Bush y la dej¨® languidecer. El que ahora es jefe de gabinete de Obama, Rahm Emanuel, que en aquella ¨¦poca era representante dem¨®crata por Illinois, tild¨® la orden ejecutiva de "maniobra de publicidad pol¨ªtica".
En la campa?a presidencial que se decid¨ªa durante aquellos d¨ªas, la candidatura republicana hizo del lema "drill, baby, drill" ("perfora, cari?o, perfora") una bandera que enarbolaba en contra de la dependencia de EE UU de pa¨ªses exportadores de petr¨®leo como Nigeria, Arabia Saud¨ª o Venezuela.
Obama no hizo del asunto un pilar de su programa electoral pero nunca se opuso a la ampliaci¨®n de las zonas susceptibles de ser perforadas. La ¨²ltima vez que se pronunci¨® al respecto, en su primer discurso del Estado de la Uni¨®n, en enero, dijo que para reducir la dependencia de las importaciones de petr¨®leo era necesario que el pa¨ªs "tomara duras medidas, para abrir ¨¢reas de la costa a exploraciones de petr¨®leo y gas".
Una de las principales diferencias entre los planes anunciados por Bush en 2008 y los que revel¨® Obama ayer es la protecci¨®n total de la Bah¨ªa de Bristol, en Alaska. Bush quer¨ªa abrirla a nuevas perforaciones, algo que enerv¨® a diversos grupos ecologistas, que tem¨ªan por la supervivencia de las nutridas poblaciones de salmones rojos y ballenas en la zona.
Anticip¨¢ndose al anuncio de ayer de Obama, la semana pasada un grupo de nueve senadores dem¨®cratas que representan a Estados costeros envi¨® una carta abierta en la que se opon¨ªa al final de la moratoria. "Los vertidos no respetan las fronteras. El del Exxon Valdez [ocurrido en Alaska en 1989] cubri¨® 3.400 kil¨®metros cuadrados", dijeron.
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