Obama anuncia la extensi¨®n de la moratoria para nuevas perforaciones petrol¨ªferas
El presidente de EE UU comparece ante los medios tras recibir un informe encargado al departamento de Interior sobre el vertido en el golfo de M¨¦xico
El presidente convoc¨® este jueves a la prensa en la East Room de la Casa Blanca, adonde no hab¨ªa sido llamada desde hace casi un a?o, para hacer unas importantes declaraciones sobre el vertido de crudo que contamina las aguas del golfo de M¨¦xico y aceptar preguntas. Barack Obama expuso en cuatro puntos lo que ser¨¢n las nuevas directrices de su Administraci¨®n a partir de ahora y que se resumen en un solo titular: el mandatario anunci¨® la extensi¨®n por seis meses de la moratoria para realizar nuevas perforaciones mar¨ªtimas petrol¨ªferas en aguas profundas. Eso significa que no se taladrar¨¢ el fondo de Alaska; que la propuesta para realizar exploraciones en la costa de Virginia quedan paralizadas; y que 33 perforaciones que est¨¢n en marcha en el golfo de M¨¦xico quedan suspendidas de inmediato. Todo ello, al menos, por medio a?o.
Obama expres¨®, una vez m¨¢s, su "enfado" y "frustraci¨®n" ante lo que expertos ecologistas consideran ya una cat¨¢strofe sin precedentes en Estados Unidos -entre 12.000 y 19.000 barriles de crudo al d¨ªa, entre 1'4 y 2'2 millones de litros- muy superior a la provocada por el petrolero Exxon Valdez en aguas de Alaska. El presidente fue breve en su exposici¨®n para a continuaci¨®n defender la actuaci¨®n de su Gabinete al responder a preguntas por m¨¢s de una hora y salir as¨ª al paso de las acusaciones de que la Casa Blanca estaba teniendo una respuesta ineficiente ante el suceso provocado por el hundimiento de una plataforma petrol¨ªfera de la empresa British petroleum (BP) en el golfo de M¨¦xico el pasado 20 de abril.
"Todo lo que se pod¨ªa hacer se ha hecho", asegur¨® Obama. "Eso no significa que se haya hecho bien", tuvo que matizar el presidente cuando un reportero le record¨® que hab¨ªan pasado ya casi 40 d¨ªas desde que se inici¨® un vertido que ayer, por primera vez, parec¨ªa que daba muestras de que estaba siendo controlado tras intentar una nueva t¨¦cnica de sellado conocida como top kill. ?Semejanzas con el hurac¨¢n Katrina que marc¨® la pesidencia de George Bush? "Juzguen ustedes mismos", respondi¨® tajante el presidente a los periodistas.
El Gobierno federal ha estado en todo momento al frente y al tanto de lo que sucede en el Golfo. Ese fue el mensaje que intent¨® hacer llegar el presidente a un pa¨ªs que cada d¨ªa se desayuna con im¨¢genes de una sustancia viscosa anaranjada flotando hacia sus costas, ya sean las de Luisiana, las de Florida o las de Misisipi, dependiendo de la corriente de turno. En lo que Obama fue reiterante es en que la Casa Blanca manda y BP obedece -"aunque ellos [BP] tienen la tecnolog¨ªa"-. En resumen, que la Administraci¨®n dem¨®crata tiene "la bota sobre el cuello de BP", como dijera el secretario de Interior, Ken Salazar, que insiste en el simil. Quienes sugieren que el Gobierno ha sido lento a la hora de afrontar la crisis "no conocen los hechos", acus¨® Obama.
Ineficiente o no, los planes del Gabinete Obama para reforzar el mercado energ¨¦tico -los norteamericanos son ¨¢vidos consumidores de crudo- perforando las costas de EEUU han sufrido un duro rev¨¦s con la cat¨¢strofe de BP. El presidente insisti¨® en que se necesitan reformas urgentes dentro del sistema que hasta ahora permit¨ªa otorgar sin demasiadas regulaciones permisos para perforar. ?Cambio de estrategia? Puede. Obama puso como ejemplo a China, un pa¨ªs que ha sabido enfocar sus necesidades energ¨¦ticas en "las energ¨ªas renovables". "Las perforaciones petrol¨ªferas son cada d¨ªa m¨¢s costosas y tienen m¨¢s riesgos", dijo.
Obama tiene previsto viajar este viernes de nuevo a la zona para supervisar las labores de limpieza. La marea negra ya afecta m¨¢s de 160 kil¨®metros de la costa de Luisiana, seg¨²n ha denunciado el gobernador de ese Estado, Bobby Jindal.
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