El final de la tregua
Lunes de Pascua. Fin de la triple tregua (de los mercados, medi¨¢tica y parlamentaria) de la que ha gozado el Gobierno por la Semana Santa. Los peri¨®dicos de ayer parec¨ªan un b¨¢lsamo para los socialistas: silencio sobre ellos y le?a a la corrupci¨®n que cerca al PP como una met¨¢stasis en forma de c¨ªrculos auton¨®micos. Ahora, el Ejecutivo se confronta con dos fechas que definir¨¢n en parte su pol¨ªtica econ¨®mica contra la recesi¨®n y el paro: el viernes el Consejo de Ministros aprobar¨¢, si no hay nuevos retrasos, el real decreto que incluye las medidas pactadas en el Pacto de Zurbano y aquellas otras que el Gobierno pretende aprobar mediante consensos de geometr¨ªa variable. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, en un escenario distinto, presentar¨¢ a los sindicatos y la patronal su propuesta para la reforma laboral.
En el intervalo de siete d¨ªas, el Gobierno aportar¨¢ nuevas propuestas laborales y de pol¨ªtica econ¨®mica
El contexto es muy malo en materia de desempleo, que es la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos. Seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), que tan bien dirige Bel¨¦n Barreiro, el 82,9% (porcentaje r¨¦cord) de los encuestados piensa que el paro es su gran problema. Ello genera unos niveles de incertidumbre incompatibles con cualquier recuperaci¨®n. Seg¨²n el ¨²ltimo cuadro macroecon¨®mico del Banco de Espa?a, la tasa de paro rondar¨¢ el 20% de la poblaci¨®n activa en 2011, algo incompatible con el despegue de la econom¨ªa (que ese a?o s¨®lo crecer¨¢ un an¨¦mico 0,8%) y con la dr¨¢stica reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico programada (del actual 11,2% del PIB al 3% al principio de la siguiente legislatura). Para la Comisi¨®n Europea, la actual tasa de paro en Espa?a ya es del 19% (y 40% la de los menores de 25 a?os), casi el doble que en la eurozona. A pesar de que la experiencia indica que la situaci¨®n econ¨®mica no determina siempre el resultado de las elecciones (v¨¦anse las experiencias de Felipe Gonz¨¢lez, Chirac, Schr?der, Major, etc¨¦tera) es muy dif¨ªcil apostar por la tesis de que con un cuadro macroecon¨®mico as¨ª, las del 2012 est¨¢n por disputar y no las va a ganar la oposici¨®n, aunque ¨¦sta no disponga de programa econ¨®mico alternativo.
Al parecer, la propuesta de cambio del mercado de trabajo que maneja el Gobierno ir¨¢ incorporado un abaratamiento del despido a cambio de mayor protecci¨®n social, siguiendo el llamado modelo austriaco, y una peque?a rebaja de las cotizaciones sociales. Se ver¨¢ la respuesta de los agentes.
El cuadro del Banco de Espa?a aporta otro dato muy significativo, que refleja las contradicciones de la pol¨ªtica econ¨®mica: con la consolidaci¨®n fiscal en curso, la gran pagana va a ser la inversi¨®n p¨²blica: en t¨¦rminos nominales (sin descontar la inflaci¨®n) se reducir¨¢ alrededor del 15% en 2010 y 2011. Lo que significar¨¢ menor crecimiento del PIB. Es por ello por lo que el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, busca f¨®rmulas de colaboraci¨®n p¨²blico-privadas para aumentar la inversi¨®n en infraestructuras sin que afecte al nivel de d¨¦ficit p¨²blico.
Si se tienen en cuenta las cincuenta y tantas medidas presentadas por el Gobierno a los partidos en el seno del Pacto de Zurbano y se unen a las m¨¢s de un centenar del Plan E de los ¨²ltimos dos a?os obtenemos una cartograf¨ªa en la que casi nada falta para estimular a la econom¨ªa espa?ola. De lo que no disponemos es de una auditor¨ªa sobre su eficacia. La mayor parte de las mismas son sensatas, como tambi¨¦n lo son las que forman la estructura de la Ley de Econom¨ªa Sostenible para modernizar la econom¨ªa m¨¢s all¨¢ de la crisis. Pero se sigue sin subrayar la prioridad de la pol¨ªtica econ¨®mica, sin contradicciones en los mensajes dependiendo del auditorio. Urge m¨¢s que nunca un pacto de Estado, con altura de miras de todos los firmantes, para incrementar los ingresos y disminuir los gastos p¨²blicos. Los ingresos s¨®lo podr¨¢n aumentar mediante el crecimiento y la creaci¨®n de empleo, y ello supone no abandonar antes de tiempo los est¨ªmulos econ¨®micos y acordar un marco de relaciones laborales m¨¢s eficaz. Y los gastos s¨®lo podr¨¢n reducirse mediante una colaboraci¨®n transversal con las comunidades aut¨®nomas, sean del signo pol¨ªtico que sean. Esos acuerdos superar¨¢n el marco de una legislatura porque la crisis es larga y sus consecuencias afectar¨¢n a m¨¢s de una generaci¨®n.
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