EE UU y Rusia entierran la guerra fr¨ªa
Las dos potencias firman el mayor acuerdo de desarme nuclear en 20 a?os - Obama y Medv¨¦dev coinciden en la necesidad de sanciones contra Ir¨¢n
Con la firma ayer en Praga del mayor acuerdo de desarme nuclear en 20 a?os, Estados Unidos y Rusia ponen fin al rencor heredado de la guerra fr¨ªa y abren un nuevo horizonte de cooperaci¨®n entre dos naciones cuyo enfrentamiento representa a¨²n el mayor riesgo para la seguridad mundial. El primer ¨¢mbito en el que exhibir esa colaboraci¨®n es ahora mismo Ir¨¢n. Tanto el presidente norteamericano, Barack Obama, como el ruso, Dmitri Medv¨¦dev, coincidieron en la necesidad de sanciones internacionales para disuadir al r¨¦gimen isl¨¢mico de construir armas at¨®micas.
Al poner su firma en lo que oficialmente se denomina el Nuevo START, un tratado que permitir¨¢ la eliminaci¨®n en siete a?os de un 30% de sus respectivos arsenales nucleares, Obama y Medv¨¦dev estaban enviando al mundo la se?al m¨¢s clara posible de que su rivalidad, nacida de la divisi¨®n de Europa tras la II Guerra Mundial y reproducida en los ¨²ltimos a?os por diversos episodios de tensi¨®n, est¨¢ en camino de ser superada.
El Nuevo START puede ser el detonante de un cambio de ciclo
"No podemos cerrar los ojos ante esto", dijo Medv¨¦dev en referencia a Teher¨¢n
Estados Unidos y Rusia mantienen algunos intereses contrapuestos y ¨¢reas de influencia internacional de las que no quieren ser relegados. Poseen el 90% de las armas nucleares y, a¨²n despu¨¦s de este tratado, conservan suficiente poder destructivo como para acabar con la vida sobre la Tierra. Los conflictos entre ambos siguen siendo, por tanto, motivo de la m¨¢xima alarma mundial.
Las tensiones ruso-norteamericanas en los a?os m¨¢s recientes (escudo antimisiles europeo, Georgia o la extensi¨®n de la OTAN hacia el Este) no s¨®lo han dificultado los progresos en graves conflictos regionales, como Oriente Pr¨®ximo o Afganist¨¢n, sino que han creado un escenario internacional m¨¢s hostil, con pol¨ªticas m¨¢s unilaterales y agresivas tanto de parte Washington como de Mosc¨². "Cuando Estados Unidos y Rusia no son capaces de trabajar juntos, no es bueno para ninguno de nuestros dos pa¨ªses ni es bueno para el resto del mundo", declar¨® Obama tras la firma del documento que reducir¨¢ a 1.550 el n¨²mero de cabezas nucleares de cada arsenal.
El Nuevo START puede ser el detonante de un cambio de ciclo. "Este es un acontecimiento hist¨®rico que abre una nueva p¨¢gina en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia; el mundo entero ha ganado", manifest¨® Medv¨¦dev. "Esta es la piedra angular para la seguridad nuclear, para la no proliferaci¨®n y para las relaciones ruso-norteamericanas", asegur¨® Obama.
Muchas cosas, ciertamente, dependen de lo que ayer se escenific¨® en Praga, una ciudad simb¨®lica en la lucha de los pueblos por su libertad. Depende la estabilidad en algunos pa¨ªses del antiguo bloque sovi¨¦tico que necesitan a una Rusia mejor integrada en la comunidad internacional. Depende la evoluci¨®n de algunas crisis, especialmente Ir¨¢n y Afganist¨¢n, en las que Estados Unidos tiene en juego su credibilidad como superpotencia. Y depende, principalmente, la probabilidad de una guerra nuclear.
Tanto Obama como Medv¨¦dev recalcaron tras la firma del acuerdo que este da a los pa¨ªses una mayor legitimidad para combatir la dispersi¨®n y la proliferaci¨®n de las armas at¨®micas. "Es una clara indicaci¨®n de que Estados Unidos y Rusia estamos dispuestos a asumir de nuevo el liderazgo" en esa batalla, dijo Obama. El pr¨®ximo lunes y martes los dos presidentes podr¨¢n empezar a ejercer ese liderazgo en Washington en la cumbre de 47 pa¨ªses -la mayor de la historia en esta ciudad- para discutir sobre seguridad nuclear. Un mes despu¨¦s, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, otra conferencia similar se dedicar¨¢ a la renovaci¨®n del Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear.
Obama llega en las mejores condiciones imaginables para imponer su autoridad en ambas reuniones. Unos d¨ªas antes de la firma en Praga -donde expuso hace un a?o su visi¨®n sobre un mundo sin armas nucleares-, el presidente norteamericano anunci¨® una limitaci¨®n voluntaria del uso de ese armamento por parte de Estados Unidos. Su derecho a exigir que Ir¨¢n cumpla con las normas internacionales en cuanto al desarrollo de la energ¨ªa nuclear, parece ahora incontestable.
As¨ª lo admiti¨® ayer con algunos matices Medv¨¦dev. "No podemos cerrar los ojos ante esto", advirti¨®, en relaci¨®n con la negativa iran¨ª a permitir la inspecci¨®n de su programa nuclear. El presidente ruso reconoci¨® que la imposici¨®n de sanciones a Ir¨¢n puede ser la ¨²nica v¨ªa para corregir la actuaci¨®n de su Gobierno, pero advirti¨® que esas sanciones deb¨ªan de ser "adecuadas". "Necesitamos que Ir¨¢n se comporte correctamente y necesitamos mantener a salvo los intereses de nuestros dos pa¨ªses", precis¨®.
Obama cuenta, no obstante, con que Rusia ser¨¢ capaz de compatibilizar sus fuertes intereses econ¨®micos en Ir¨¢n con un voto a favor de las sanciones en el Consejo de Seguridad. El otro voto que le falta es el de China, que tratar¨¢ de obtener la pr¨®xima semana.
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