La Xunta frena la ejecuci¨®n del mayor pol¨ªgono industrial de Galicia
Los expropiados cumplen casi cinco meses de encierro en Salvaterra de Mi?o
El encierro que mantienen en el ayuntamiento de Salvaterra de Mi?o desde hace casi cinco meses los expropiados de la Plataforma Log¨ªstica Industrial Salvaterra-As Neves (Plisan) y sus manifestaciones son los ¨²nicos referentes de actividad en el mayor pol¨ªgono industrial de Galicia (cuatro millones de metros cuadrados), cuya urbanizaci¨®n no avanza desde que la actual Xunta tom¨® posesi¨®n el a?o pasado. El pol¨ªgono tendr¨ªa que estar funcionando este mismo a?o seg¨²n las previsiones iniciales (de hace casi diez, cuando comenz¨® el proceso), pero su ejecuci¨®n parece haberse transformado en una carrera de obst¨¢culos a la que, a d¨ªa de hoy, nadie pone una fecha de conclusi¨®n.
La Plisan naci¨® con el objetivo primordial de convertirse en el puerto seco de Vigo. De hecho la Autoridad Portuaria es la principal propietaria de suelo (60%), que comparte con la Zona Franca (22%) y el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS, 18%), que fue el encargado, en la anterior legislatura, de tramitar las expropiaciones y de coordinar las actuaciones para la puesta en marcha del pol¨ªgono. Antes del relevo en la Xunta, el a?o pasado, el IGVS contrat¨® por 14,5 millones de euros la urbanizaci¨®n del mill¨®n de metros cuadrados que le corresponden a la Xunta y destin¨® otros 21,8 millones a la ejecuci¨®n de las obras de los servicios generales. Pero en nada de ello se ha registrado mayor avance.
La urbanizaci¨®n de un mill¨®n de metros est¨¢ contratada pero no avanza
Fuentes de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, que asume las competencias en la materia que en la anterior legislatura ten¨ªa encomendadas la de Vivenda, atribuyen el actual par¨®n a "la complejidad" de la tramitaci¨®n de las actas de recepci¨®n de los movimientos de tierras, que es la ¨²nica fase definitivamente concluida, y de la creaci¨®n de un consorcio por las tres administraciones implicadas para la gesti¨®n del pol¨ªgono. Adem¨¢s, se?alan las mismas fuentes para destacar el compromiso con su desarrollo, la Xunta acaba de licitar el enlace con la autov¨ªa A-52.
Pero el BNG, que fue el principal impulsor del pol¨ªgono en la anterior legislatura, encuentra otras motivaciones al frenazo. "A Corina Porro le interesa hacer fuentes y paseos o rellenos en el propio puerto antes que pagar a los expropiados o invertir en una infraestructura que no rentabilizar¨¢ en votos cuando se presente a la alcald¨ªa de Vigo", apunta el diputado Henrique Vi¨¦itez.
Una moci¨®n suya en el Parlamento, en febrero, inst¨® a la Xunta, con el respaldo de los tres grupos, a reanudar las obras, practicamente paralizadas desde mediados del a?o pasado. Adem¨¢s, el actual Gobierno gallego decidi¨® no cumplir el convenio del anterior, formalizado en un decreto que public¨® el Diario Oficial de Galicia en marzo del a?o pasado y que oficializ¨® el pago de los derechos mineros a los expropiados, 7,7 millones de euros en total, reconocidos por sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En lugar de ello, la actual Xunta recurri¨® dichas sentencias ante el Tribunal Supremo y esto, seg¨²n Vi¨¦itez, podr¨ªa paralizar el proyecto otros siete a?os.
Los titulares de esos derechos mineros iniciaron el 23 de noviembre un encierro en el sal¨®n de plenos de Salvaterra para reclamarlos. "El recurso al Tribunal Supremo s¨®lo busca ganar tiempo", explica Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, uno de los l¨ªderes de los encerrados. "A la Xunta s¨®lo le caben dos opciones: o cumplir el convenio o anularlo, si el Consello Consultivo dice que procede la anulaci¨®n. Pero esto tambi¨¦n conllevar¨ªa una indemnizaci¨®n equivalente", concluye.
En el sal¨®n de plenos de Salvaterra, con toda la impedimenta de colchones, trompetas y otros ¨²tiles para la supervivencia en el encierro y para el ruido en las manifestaciones (tres semanales), hay permanentemente un m¨ªnimo de 15 personas. La bandera del Vietcong comparte presencia con la gallega para subrayar aquella perseverancia oriental que derrot¨® al primer ej¨¦rcito del mundo, como ellos conf¨ªan lograr frente a la Xunta.
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