"Los colegios parecen f¨¢bricas"
Un tiroteo entre adolescentes en un instituto en 1992, que acab¨® con la vida de uno de ellos, confirm¨® a Linda Lantieri (Nueva York, 62 a?os) que el programa que estaba aplicando, casi por intuici¨®n, en la red de escuelas p¨²blicas de Harlem era una v¨ªa adecuada para combatir el uso de la violencia que los chavales copiaban de los adultos para encarar los conflictos. Un periodista de The New York Times cubri¨® el suceso, la entrevist¨® y al d¨ªa siguiente titul¨® en portada: "Una profesora ense?a paz a sus alumnos". Lantieri recibi¨® una donaci¨®n de un mill¨®n de d¨®lares para ampliar su m¨¦todo a escuelas m¨¢s pobres. El periodista profundiz¨® y escribi¨® un libro. Se llamaba Daniel Goleman. El libro, La inteligencia emocional (1995), fue best seller durante una d¨¦cada.
La educadora aplic¨® la inteligencia emocional y pacific¨® las aulas de Harlem
Ahora, Linda Lantieri imparte seminarios a profesores de todo el mundo. Su m¨¦todo para que ni?os y adolescentes aprendan t¨¦cnicas de respiraci¨®n y relajaci¨®n y sepan administrar la ira o la frustraci¨®n est¨¢ implantado en medio millar de escuelas p¨²blicas de EE UU y otras tantas de Brasil y Puerto Rico. Un estudio de la Universidad de Columbia constatando que una hora semanal de aprendizaje de este m¨¦todo disminuye un 23% la conflictividad en el aula y mejora el rendimiento acad¨¦mico un 11% resulta un buen aval para que la Administraci¨®n de Obama se haya comprometido a debatir en el Congreso su generalizaci¨®n en el sistema educativo.
"A¨²n hay padres que dicen: 'Bah, chorradas'. Y congresistas que dicen: 'Ser¨¢ una p¨¦rdida de tiempo'. Espero que sean minor¨ªa. Creo que el proyecto se aprobar¨¢ y daremos un paso de gigante", comenta esta mujer optimista y pragm¨¢tica, hija de italiano y alemana.
Su tiempo en Espa?a est¨¢ medido. La editorial Aguilar acaba de lanzar la segunda edici¨®n de Inteligencia emocional infantil y juvenil, que incluye un CD de ejercicios con la voz de Elsa Punset, y elige el restaurante porque queda a mano del colegio SEK, que impartir¨¢ su m¨¦todo el pr¨®ximo curso.
El aperitivo es sorprendente: empanada de morcilla cubierta de mermelada. "Delicious", comenta, mientras trata de comprender el concepto "morcilla de Burgos".
Linda Lantieri ha dedicado 40 a?os a la docencia, primero como profesora y despu¨¦s de corresponsable de la red p¨²blica neoyorquina. Resume: "Tenemos implantado un sistema educativo que se dise?¨® en la era industrial [finales del XVIII y comienzos del XIX] para responder a las necesidades del momento: ni?os bien preparados en una serie de materias, disciplinados, con horarios fabriles, actividades regladas como en una cadena de producci¨®n, buenos trabajadores. Hasta la arquitectura de muchos colegios recuerda a f¨¢bricas. Se ha acomodado a los tiempos pero en lo sustancial el sistema no ha variado. Es ¨²til, aunque es una visi¨®n estrecha de la educaci¨®n. ?Habr¨¢ quiz¨¢ relaci¨®n entre esos ej¨¦rcitos de buenos trabajadores que hemos formado dejando de lado los sentimientos, las emociones o los conflictos personales, y un siglo XX tan sangriento?".
Apura la ensalada de pollo persiguiendo los tomates cherry por el plato y moja el pan en la salsa del pescado con evidente placer. "El futuro va en otra direcci¨®n. Imagino a un ni?o que tuvo una educaci¨®n completa -esp¨ªritu, mente y cuerpo- recibiendo un d¨ªa el Nobel de la Paz...", dice, muy seria, "y d¨¢ndole las gracias por ello a su profesora", remata con una carcajada.
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