Como pulir un avi¨®n con piedra p¨®mez a 900 kil¨®metros por hora

"Como pasar el avi¨®n por una piedra p¨®mez". As¨ª describe un piloto experto en seguridad el efecto del encuentro de una aeronave con una nube de ceniza volc¨¢nica. La velocidad a la que vuela el avi¨®n (unos 900 kil¨®metros por hora en crucero) y el tama?o, en ocasiones diminuto, de las part¨ªculas de feldespato, cuarzo y otros minerales hace que el pulido sea intenso en las superficies del avi¨®n. La ceniza tapa los sensores que proporcionan informaci¨®n a los sistemas del avi¨®n. Adem¨¢s, el di¨®xido de azufre en la nube absorbe vapor de agua y se convierte en ¨¢cido sulf¨²rico, que corroe las superficies y crea microgrietas.

Lo m¨¢s peligroso es el da?o a los motores. Por un lado, la erosi¨®n en las palas del compresor reduce la eficiencia, y por otro la ceniza se funde con el calor de la c¨¢mara de combusti¨®n, formando una sustancia como el cristal, fundido o incluso s¨®lido. Eso bloquea el flujo de aire, el motor se inflama y se cala.

Ese riesgo s¨®lo se puede evitar con un seguimiento riguroso de los volcanes activos para alertar lo antes posible a las autoridades de navegaci¨®n para que proh¨ªban volar en las zonas afectadas. Porque los pilotos pueden no darse cuenta de que est¨¢n entrando en una nube de ceniza: no siempre se aprecia a simple vista (y menos de noche) y adem¨¢s los radares de a bordo no detectan part¨ªculas tan peque?as.

Las se?ales m¨¢s habituales de que el avi¨®n se halla en una nube volc¨¢nica son el humo o polvo en la cabina, olor a azufre, luces brillantes en los bordes de los motores o la aparici¨®n del fuego de San Telmo (un resplandor de origen el¨¦ctrico) frente al cristal.